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La toga del Ib-salut

Dr. Fco. Javier Alarcón de Alcaraz Médico- Forense Especialista en Medicina Legal. @Alarconforense
Dr. Fco. Javier Alarcón de Alcaraz. Médico-
Forense. Especialista en Medicina Legal. @Alarconforense
He dejado de escribir el tiempo justo para que al editor de esta publicación le recomienden el silencio en este espacio. Se lo tengo dicho. Quitar el artículo, suprimirlo de coajo, incluso absteniéndose de leerlo como hábito saludable de vida, es mucho más comercial. No sé por qué los diarios, las revistas o los libros de texto, no tienen huecos en blanco. Buscarlos sería como encontrar respiraderos, bolsas de oxígeno, ventanillas abiertas por donde insuflarse tiempo. Sería algo definitivo para estimular al lector, un lugar igual de imprescindible e indiscutible que el silencio en la radio y por el que nadie se pregunta. Yo mismo, sin éxito, le dije a Joan Calafat que dejaría de escribir con la condición de que dejara el blanco necesario para que el personal sanitario pudiera recalar sus cansados ojos después de leer tanta tontería.

Parece que cobrar por escribir en blanco es más difícil que no hacerlo por escribir en negro.

Como lo último que acometimos fue darles un abrazo de plomo a los perdedores de las elecciones a la Presidencia del Colegio de Médicos, se nos había olvidado que en ese tiempo había llegado un juez al Ibsalut, a ese codiciado puesto de Secretario General y para el que sirve cualquier roto, cualquier descosido o cualquiera que se atreva a quitarse una toga prestada.

No se entiende que pudiendo tirar de algún chérif, siendo capaces de encontrar a algún buzo profesional o, sobre todo, a algún operario de Ossifar de esos que bajan hasta lo más hondo, finalmente la cosa haya recaído en un sustituto de juez, una casta profesional en peligro de extinción. Le daremos las gracias a Gallardón por ir llenando los huecos de su justicia interina con los banquillos ocasionales de cualquier administración, y como aquí nunca recordamos los nombres, como tendemos a confundirlos porque nos abstenemos de la tarea de buscarlos, le daremos la bienvenida a su señoría por cumplir con la tradición. No nos gusta jugar con los recambios pudiendo jugar con los titulares, pero el perfil de sustituto de Juez chirría en esa plaza holgada de excesos.

Tiene pinta de silencioso, de estar encerrado en su despacho haciendo crucigramas con los nombres de los traidores de su departamento que todavía no conoce y que se le hacen los simpáticos. Si recuerda aquello de que la ley es la ley, que interpretarla es corromperla, entenderá que no ha llegado a ese lugar de ocio a interpretar nada, y que le bastará déjarse la toga a mano, por si hay que huír del incendio antes de morir ahogado a mano de los bomberos. Pero por si acaso le tienta la interpretación, ahí va una de las últimas cagadas.

Que un sindicato como CEMSATSE tenga que acudir a la jurisdicción contenciosa para reclamar estar dentro de una comisión tan importante como la de seguimiento de la bolsa del personal laboral temporal (por no ratificar el acuerdo que se había presentando por el IB-Salut) es de auténtica vergüenza. Que el ventidós de Mayo de este año, la sala de lo contencioso administrativo del TSJ determinara su obligada inclusión dentro de esa comisión es para que empiece a preguntar y a preguntarse entre horóscopo y horóscopo, para que empiece a bajar los pies de la mesa y empiece a pisar a quien corresponda.

Mire, Señoría, con la venia. No hace falta que pregunte si no quiere sobre el mac menú de sus directivos; no hace falta que pida explicaciones e interpretaciones de por qué los ciudadanos, sanitarios todos, pagamos las comidas de sus subordinados. No hace incluso ninguna falta que le pregunte a su director general si usted mismo es responsable de los excesos que se comentan desde su nombramiento y bajo su jurisdicción, que todo eso lo encontrará en la norma hecha ley.

Bastará con que pregunte de quien fue la idea de hacer versiones catalanas y castellanas de un acuerdo sindical (el sindicato lo cita como “manipulación consciente y torticera de los documentos en lengua catalana y castellana”); de creerse que un sindicato como CEMSATSE es un poco menos que un idiota al que un trilero se la cuela, y que la vulneración de la libertad sindical para firmar o no firmar un acuerdo permite que se le castigue sin postre de esos pagados con fondos públicos. Pregunte quién ha sido el listo al que se le ocurrió castigar a un sindicato a Costa vergonzosa de algún otro como UGT, más ocupado en las promociones inmobiliarias ruinosas que defender los principios ideológicos para los que fue concebido. Pregunte ya que está, sobre la ideología de los que resuelven esas cosas, no sea cosa que en el error de persona se deje llevar por quién los nombra.

No se si serán demasiadas preguntas para una primera cita, pero de momento esta primera ronda la pago yo. Suerte, o lo que signifique necesitarla.

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