¿Hay mobbing en la Administración?

Miguel Lázaro *
Psiquiatra HUSE
Coordinador del
Centro de
Atención Integral
de la Depresión.

Por supuesto y tanto que sí. La administración y aquí incluyo la sanitaria, ¿es un contexto para el vergonzante e inhumano acoso laboral? Actualmente afecta a un millón y medio de trabajadores en nuestro país. Al asalto de la vida pública: la inestabilidad y la alta competitividad, el “todo vale” y la ausencia de valores, caracterizan a muchos empleos en nuestros días. El acoso y derribo, tiene muchas variantes: cosificación, hacerle el vacío, no hablarle, hacerlo invisible, retirarle el saludo, lanzar rumores calumniosos, depellejamiento por tierra, mar y aire, etc. Ya saben eso de “calumnia que algo queda”.

El objetivo “aniquilar” a quien se considere un competidor peligroso ¿y qué mejor manera que minar la autoestima de la víctima para que se anule ella misma.

Jefes mediocres e inoperantes puestos a dedo por su adscripción política, ese es el retrato y su radiografía.

Se ejecuta de forma sistemática y sostenida en el tiempo por uno o más acosadores. El asedio es sutil, evita la agresión manifiesta, se ejerce de forma lenta y taimada.

Utiliza los métodos más corrosivos que posee el ser humano: la humillación, la descalificación del trabajo realizado, la asignación de tareas inalcanzables o ínfimas, la burla sobre la vida personal o las convicciones propias y la exclusión grupal. Los ataques se suelen producir en privado .Los acosados van desarrollando un alto sentimiento de vergüenza y culpabilidad.

Los acosadores tiene varios posibles perfiles: son trastornos narcisistas de la personalidad (nula empatía), son trastorno paranoides de la personalidad (miedosos y desconfiados), son psicópatas organizacionales (el fin justifica los medios) o tienen trastorno por mediocridad inoperante activa (sin criterio propio, seguirá siempre la moda, sin creatividad, hiperburócrata activo e inoperante porque no produce). Yo añadiría el trastorno hijoputatico de la personalidad de sobra conocido por todos. Desgraciadamente existe una complicidad grupal: los testigos son mudos, nadie ha visto ni sabe nada. La técnica del acoso es muy similar a la empleada en la caza o la lidia taurina: el objetivo es la caída moral y laboral del agredido. El mobbing es una reacción ante el miedo. Los depredadores suelen arremeter porqué ven amenazado su precario poder. El acoso laboral genera una dinámica grupal que una vez activada se mantiene de forma automática.

Las empresas proclives a la toxicidad laboral se caracterizan por tener una estructura de tipo rígido y burocratizado con gran sobrecarga de trabajo, por ser poco éticas y utilizar procedimientos irregulares para obtener beneficios o por presentar un alto grado de precariedad laboral de sus empleados.

Ahora bien la víctima puede salir del mobbing, con ayuda. Cuanto antes, mejor. El hostigador no saldrá jamás de su envidia y mediocridad.

Recomendación veraniega: El estrés es un proceso interactivo. Dice más de uno que la grafología. Dime que estrés te construyes y te diré quién eres. Practiquen el dolce far niente, mamonee a tope, y un poco de ayuno. Como preventivo anti mercurio, tomar 4 ó 5 gramos del alga Chlorella, cada vez que coma pescado o marisco es suficiente. Es un medio simple, práctico y económico de evitar la acumulación excesiva de metales pesados por parte del organismo.

Aquí y ahora no olviden que aunque estamos en derrota, no estamos en doma y mucho menos en quejorrea patética y lacrimógena.

Buen verano y aupa el estrés postvacacional.

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