Recordando a Ernest Lluch, el artífice de la sanidad que tenemos

Joan Carles March Profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública

Joan Carles March
Profesor de la Escuela
Andaluza de Salud
Pública

21 de noviembre de 2.000, hace 15 años: ETA asesinaba a Ernest Luch ¿Y quién fue Ernest LLuch? Ernest Lluch Martín que fue Ministro de Sanidad y Consumo entre 1982 y 1986, fue asesinado por la banda terrorista ETA cuando contaba 63 años y estaba retirado de la vida política. Ernest Lluch, aunque economista de formación, fue un hombre polifacético: intelectual, político, profesor, escritor, investigador, diputado, ministro, rector. Colaboró con numerosos medios de comunicación, tanto escritos como radiofónicos , donde era muy popular por su erudición, la firmeza de sus ideas y una curiosidad inagotable por todas las facetas de la vida.

En 1982 Felipe González le nombró ministro de Sanidad y Consumo en el primer gobierno socialista, puesto en el que estuvo hasta el año 1986. Como hecho importante de su mandato se le considera padre intelectual de la Ley General de Sanidad de 1984, donde se ponen las bases legales para la universalización de la atención sanitaria.

¿Por qué es importante la Ley General de Sanidad? La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad es una ley promulgada el 25 de abril de 1986 por las Cortes españolas y en ella se establece la regulación de las acciones encaminadas a la protección de la salud establecida en el artículo 43 de la Constitución española. En su Título III define a las prestaciones públicas y sus estructuras como un Sistema Nacional de Salud, con una organización de sus servicios establecida por las distintas comunidades autónomas.

La Ley General de Sanidad supuso un hito en la regulación sanitaria en España y hoy en día es reivindicada por una gran mayoría que piensa que la sanidad es la joya de la corona y a la cuál hay que proteger para que no haya intereses que generen una disminución del PIB. La característica esencial del modelo sanitario adoptado en 1986 es su universalidad y el Sistema Nacional de Salud, y más después del decreto 16/2012 en el año 2015 sigue sin ser universal, sigue sin ser el sistema sanitario de todos, aunque todos contribuyamos a financiarlo y sea muy valorado por la ciudadanía. La Ley General de Sanidad planteaba un proceso de integración relacionado con las diferentes redes asistenciales para constituir una red única dependiente de los servicios de salud, que pretendía facilitar una gestión más eficiente de los servicios sanitarios públicos, y visualiza muy bien el proceso de un sistema integral descentralizado. ¿Hacia donde hay que ir?

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La Ley General de Sanidad creó el Sistema Nacional de Salud basándose en los principios de los servicios naciona les de salud, universalización del derecho y financiación pública, descentralizando la organización y gestión. En los años pasados desde la aprobación de la Ley se han producido avances importantes, con retrocesos significativos. Sin embargo, tal como comentaba Francisco Sevilla, es necesario volver a la utopía del tipo de:

1. Universalizar la atención sanitaria pública homogeneizando derechos y deberes para todos los ciudadanos.

2. Crear un órgano de gobierno del Sistema Nacional de Salud que sea responsable del sistema con las competencias que se acuerden y se consideren necesarias para garantizar su coherencia a los ciudadanos y los profesionales.

3. Mover la salud pública a una posición activa.

4. Fomentar un proceso de toma de decisiones basado en el conocimiento y las mejores prácticas.

5. Generar una sinergia beneficiosa para los ciudadanos a través de políticas públicas de todos que, desde el respeto a la plena autonomía política de las Comunidades Autónomas para la organización de sus servicios sanitarios, permitan la consolidación de un Sistema Nacional de Salud de todos y para todos.

6. Garantizar una atención de calidad en todos los servicios

Y como decía Aquilino Alonso, consejero de Salud de la Junta de Andalucía, el día 20 de noviembre en la Escuela Andaluza de Salud Pública:

1. Es muy importante que se reconozca que la salud es un valor en sí mismo, un importante motor de desarrollo y crecimiento y que la sociedad así lo quiere

2. Es fundamental generar un amplio contrato social para que dé garantía real y efectiva a los derechos de la población en relación a la salud

3. Ninguna persona debe quedar excluida de cualquier prestación o servicio sanitario por razones económicas o sociales.

4. Es básico un compromiso hacia una financiación suficiente en el que las relaciones con la industria farmacéutica sean transparentes y basadas en objetivos de salud

5. La atención primaria deber ser el eje vertebrador del sistema sanitario en su conjunto

6. Tiene que fomentarse la colaboración entre empresas, universidades, centros de investigación y centros sanitarios para garantizar la transferencia de conocimiento. Estos principios del anteproyecto de ley de garantías y sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía son claves para avanzar en lo que Ernest LLuch planteó en 1986. Gracias Ernest.

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