Vacunarse, aislarse, ponerse mascarilla, ventilar…

Joan Carles March
Profesor de la Escuela
Andaluza de Salud Pública

Estamos en una séptima ola y no paran de subir los contagios, aunque para mucha gente el virus ya no existe y se ha ido hace tiempo.
Es verdad que en esta visión de que el virus no está presente, han hecho mucho, nuestras autoridades: primero quitaron la necesidad de aislarse cuando se tenía la Covid19, después dejaron de dar los datos covid para toda la población, sino solo para las personas de más de 60 años y solo dos días a la semana y además quitando las mascarillas en interiores, justo después de semanas santa.

Y mientras pasa esto, encontramos cada semana un número de muertes por covid que supera todas las previsiones.

Ante ello, los comentarios de las autoridades no terminan de calar en la población. Probablemente algunas contradicciones en los discursos generan una falta de credibilidad en estos momentos ante la gente.

Mientras tanto, las fiestas, y los conciertos siguen llenando la geografía de las Islas y de toda España.

Yo ante ello digo y repito que siempre hemos sabido que la solución al Covid-19 vendría de la ciencia. Es evidente que las vacunas han sido un gran alivio en esta pandemia, aunque no sean las vacunas que todos esperábamos. Y necesitamos que las vacunas se adapten lo más pronto posible, al momento en el que estamos ahora, con varios sublinajes de ómicron danzando y contagiando de manera importante. Y además de vacunarse, es necesario hacer más tests (hay CCAA que tiene un número de tests que nos dificultan conocer su situación real), hay que aislarse en caso de contagiarse, hay que ponerse mascarilla si eres una persona vulnerable siempre en interiores y además en eventos y situaciones con mucha gente y hay que seguir ventilando, en bares, aulas, restaurantes, gimnasios, discotecas cerrada….
Tenemos sólo un 54% de personas vacunadas con la tercera dosis. Y sabemos que la vacunación con dosis de refuerzo nos ayuda a disminuir de forma importante el covid grave. Además, sabemos que la covid persistente es una realidad cada día en más personas en España.

A pesar de todo esto, hay quien apunta que es importante que se planifique la cuarta dosis en ancianos, inmunodeprimidos y sanitarios para setiembre. Por tanto, plantearse una cuarta dosis en estas poblaciones, podría valorarse como una apuesta para salvar vidas.

¿Cuales son las claves de quienes plantean la cuarta dosis en algunas poblaciones?

1. ¿SE PIERDE PROTECCIÓN CON EL TIEMPO? Sabemos que los anticuerpos disminuyen de forma natural. Sabemos que las células de la memoria persisten a la larga.

2. ¿Quién tiene MÁS RIESGO? Las personas con niveles más bajos de anticuerpos neutralizantes tienen más probabilidad de tener infecciones post-vacunales. Eso es relevante para personas > 65 años e inmunodeprimidos que desarrollan menos cantidad de anticuerpos y menos memoria.

3. ¿SIRVE DE ALGO LA DOSIS DE RECUERDO? La dosis de recuerdo estimula la memoria, se elevan los niveles de anticuerpos entre 5-10 veces, y tienen más afinidad para atacar el virus. En trasplantados hay un incremento de la protección del 40% al 70% con la 4ª dosis.

Hace unos meses, veíamos que los mayores de 65 años que han pasado la COVID-19 tienen niveles de anticuerpos protectores altos a los tres meses de recibir la vacuna, a diferencia de los que no la han pasado. Y seguía explicando el informe que los niveles de anticuerpos neutralizantes –es decir, con efecto protector– de las personas mayores de 65 años vacunadas y que habían pasado la COVID-19 eran altos, en comparación con las vacunadas que no habían pasado la enfermedad. Es decir, que las personas mayores vacunadas y que previamente habían pasado la infección, aunque tuvieran una respuesta inmunitaria menos eficaz, alcanzan unos niveles de anticuerpos similares a los de la gente más joven. De hecho, las personas que no han pasado la infección por el SARS-CoV-2, muestran niveles muy bajos de anticuerpos protectores tres meses después de recibir la pauta completa de la vacuna.

La administración podría plantearse empezar a ofrecer 4as dosis a los grupos de riesgo. El ECDC y la EMA actualizan las recomendaciones sobre las dosis de refuerzo contra la COVID-19. Ambas agencias han establecido que es fundamental que las autoridades de salud pública consideren ahora a las personas de entre 60 y 79 años, así como a las personas vulnerables de cualquier edad, para una cuarta dosis. Estos podrían administrarse al menos cuatro meses después del anterior, con un enfoque en las personas que han recibido un refuerzo anterior hace más de seis meses. Las vacunas actualmente autorizadas continúan siendo altamente efectivas para reducir las hospitalizaciones, enfermedades graves y muertes por COVID-19 en el contexto de las variantes emergentes del SARS-CoV-2.

Estaremos atentos a lo que pasa en las próximas semanas. Mientras tanto, pensemos que el virus está presente y que necesitamos protegernos. Responsabilidad individual ante la falta de planteamientos de las autoridades.

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