Vall d’Hebron presenta en ASCO nuevos datos que avalan el uso de cabozantinib en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides

El Dr Jorge Hernando

El Dr Jaume Capdevila

El Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) ha presentado en congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) nuevos datos que avalan el uso de cabozantinib en pacientes con cáncer diferenciado de tiroides sin opciones de tratamiento, recientemente aprobado por la EMA (siglas en inglés de Agencia Europea del Medicamento).

Investigadores del VHIO, que forma parte del Campus Vall d’Hebron, han presentado diferentes análisis que demuestran que el uso de este inhibidor multiquinasa ofrece buenos resultados en diferentes contextos de la enfermedad. Un análisis presentado por el Dr. Jaume Capdevila demuestra que el uso de este inhibidor multiquinasa ofrece buenos resultados.

Estos resultados son independientes del subtipo histológico del cáncer, incluso en los subtipos más agresivos como el de células de Hurthle. Otro análisis del Dr. Jorge Hernando, en el que también participó el Dr. Jaume Capdevila, demuestra que cabozantinib consigue buenos resultados tanto en pacientes que han recibido previamente sorafenib como en los que han recibido lenvatinib o los dos.

Los datos logrados en el estudio de fase III COSMIC-311 también han servido para conseguir recientemente la aprobación por parte de la EMA de este fármaco en el tratamiento de pacientes con carcinoma diferenciado de tiroides refractarios al radioyodo que habían progresado después de una terapia antiangiogénica.

Hasta hace poco, los pacientes de cáncer diferenciado de tiroides refractario al radioyodo que habían progresado después de una terapia previa antiangiogénica estaban huérfanos de tratamiento. Los datos obtenidos del estudio COSMIC-311 abrieron una nueva puerta al demostrar la eficacia en este contexto del uso de cabozantinib, un inhibidor multiquinasa.

Ahora, en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) que se está celebrando en Chicago han sido presentados por parte de investigadores del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO), que forma parte del Campus Vall d’Hebron, nuevos datos que avalan el uso de cabozanitinib en este grupo de pacientes.

Previamente a la celebración de este congreso, los datos obtenidos en el estudio COSMIC-311 también han servido para conseguir que la Agencia Europa del Medicamento (EMA) haya aprobado recientemente el uso de cabozantibib como tratamiento de segunda línea para pacientes con cáncer diferenciado de tiroides refractario al yodo radioactivo.

Este hito marca la primera opción de tratamiento aprobada específicamente como terapia de segunda línea en esta indicación. La aprobación de la EMA se producía después de que su homóloga de EEUU, la FDA, anunciara en septiembre de 2021 la aprobación de cabozantinib para el tratamiento de pacientes adultos y pediátricos a partir de 12 años con carcinoma diferenciado de tiroides.

Concretamente en pacientes con ese cáncer localmente avanzado o metastásico que hayan progresado tras una terapia previa dirigida al factor de crecimiento endotelial vascular y que sean refractarios o no elegibles al yodo radioactivo. Este año se han presentado eb ASCO dos publicaciones con protagonismo de investigadores del VHIO que profundizan en los resultados en COSMIC-311.

Por un lado el Dr. Jaume Capdevila, responsable de la Unidad de Tumores Neuroendocrinos del Hospital Universitario Vall d’Hebron e investigador del Grupo de Tumores Gastrointestinales y Endocrinos del VHIO, ha presentado un trabajo donde se analizan los resultados obtenidos teniendo en cuenta diferentes subtipos histológicos de tumores.

Por otro, el Dr. Jorge Hernando, investigador del mismo grupo y también oncólogo del Hospital Universitario Vall d’Hebron, analizó los resultados logrados atendiendo al tipo de terapia antiangiogénica previa recibida. En ambos casos los datos obtenidos demuestran la eficacia de cabozantinib y se han obtenido dichos datos después de un seguimiento de más de 10 meses de 258 pacientes.

El carcinoma diferenciado de tiroides comprende múltiples subtipos histológicos; los más comunes son el papilar –que representa entre el 80 y el 85% de todos los tumores, cuya extensión es fundamentalmente local linfática en los ganglios del cuello– y el folicular –un 5% de todos los tumores, cuya extensión es fundamentalmente sanguínea, principalmente al esqueleto y a los pulmones.

“Una de las cuestiones que nos planteamos fue saber si cabozantinib respondía de forma diferente en los distintos subtipos histológicos de cáncer diferenciado de tiroides, así que nos propusimos comprobar los resultados obtenidos según esta clasificación”, explica el Dr. Jaume Capdevila, quien también fue uno de los colíderes internacionales del ensayo COSMIC-311.

Para resolver esta cuestión se subdividió el grupo de pacientes atendiendo a si tenían cáncer de tiroides papilar o folicular, y dentro del grupo de los pacientes con carcinoma folicular se hizo un nuevo subgrupo para aquellos que tenían células de Hurthle y variantes pobremente diferenciadas, un tipo inusual de cáncer de tiroides agresivo.

“Después de una mediana de seguimiento de más de diez meses se vio que cabozantinib mantuvo una eficacia superior al placebo, independientemente del subtipo histológico, incluidas las variantes agresivas de células de Hurthle y pobremente diferenciadas”, explica el Dr. Jaume Capdevila.

En los pacientes de carcinoma papilar la mediana de supervivencia libre de progresión fue de 9,2 meses en los que recibieron cabozantinib frente a 1,9 meses en el grupo de placebo, mientras que en los pacientes con carcinoma folicular se lograron medianas de 11,2 meses frente a 2,6 meses, y en los de células de Hurthle y variantes pobremente diferencias se pasó de 1,9 meses a 11,1.

“Son unos incrementos muy considerables que avalan sin duda el uso de cabozantinib en cualquier paciente independientemente del subtipo histológico”, añade el Dr. Capdevila. También se pudo observar que cabozantinib obtenía unas tasas de respuesta objetiva mejores que el placebo independientemente del subtipo histológico.

En los pacientes con subtipo papilar estas tasas fueron del 15% y en los del folicular del 8%, frente al 0% obvio en los pacientes que recibieron placebo. “La única diferencia que se observó fueron unas tasas moderadamente más altas de efectos adversos de grado 3-4 en el subgrupo folicular frente al papilar, que podrían atribuirse a la mediana de duración más prolongada de la exposición al fármaco en los pacientes del primer subgrupo”, añadió el Dr. Capdevila.

La indicación de cabozantinib que se ha estado investigando requería que los pacientes hubieran progresado previamente a un tipo de terapia antiangiogéncia. En la actualidad existen dos tratamientos: levantinib y sorafenib, que son terapias dirigidas al factor de crecimiento endotelial vascular o VEGFR.

“Quisimos investigar si el tipo de terapia previa utilizada suponía algún tipo de cambio después en la respuesta a cabozantinib, para ver si había algún subgrupo de pacientes en los que este nuevo tratamiento no fuera tan eficaz”, explica el Dr. Jorge Hernando. En esta ocasión los pacientes se dividieron atendiendo al tipo de terapia previa.

También se vio que cabozantinib mantuvo su supervivencia libre de progresión superior frente al placebo independientemente de los tratamientos anteriores. En concreto se observó que la mediana de supervivencia libre de progresión con cabozantinib en los pacientes que habían recibido sorafenib fue de 16,6 meses frente los 3,2 meses del placebo.

En los que recibieron previamente lenvatinib la mediana fue de 5,8 meses frente a los 1,9 meses del placebo y en aquellos que recibieron los dos tratamientos fue de 7,6 meses frente a 1,9 meses. “Aunque en los pacientes que recibieron previamente sorafenib los resultados son mejores, se trata de un análisis de subgrupos en el que las poblaciones pueden ser diferentes».

«En cualquier caso existe beneficio significativo con cabozantinib, independientemente del tratamiento recibido previamente. El uso de cabozantinib está justificado ya que no hay ninguna otra alternativa terapéutica para estos pacientes”, añade el Dr. Jorge Hernando. El cáncer de tiroides diferenciado es el tumor endocrino más frecuente, con buen pronóstico y supervivencias superiores al 85%.

La extirpación del tumor con cirugía es el principal tratamiento para la mayoría de estos cánceres. Sin embargo, en algunos pacientes que presentan diseminación a los ganglios linfáticos o a sitios distantes es necesario el uso de yodo radiactivo. Algunos de estos pacientes, no obstante, acaban por no responder a este tratamiento y el tumor vuelve a crecer.

“Hoy en día tenemos dos fármacos inhibidores multiquinasa aprobados en cáncer diferenciado de tiroides diseminado refractario al radioyodo, que son sorafenib y lenvatinib. El problema es que cuando estos fármacos fracasan, no tenemos más opciones de tratamiento que hayan demostrado eficacia”, explica el Dr. Capdevila. Cabozantinib es un inhibidor que ya había demostrado actividad clínica en pacientes con cáncer de tiroides en estudios previos de fase 1 y 2, y que ahora se confirma con este último estudio internacional de fase 3.

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