Un nuevo año toca a su final y, a la hora de pasar balance desde el punto de vista de esta publicación sanitaria, hemos de empezar, obligatoriamente, por la que ha sido la noticia más impactante que esta pequeña gran familia llamada Salut i Força ha vivido a lo largo de su historia. Difícilmente podría ser de otra manera teniendo en cuenta que en 2022 hemos despedido a nuestro fundador, Joan Calafat, director de este medio de comunicación desde la publicación de su primer número y hasta su fallecimiento, el pasado mes de abril.
Esta será la primera Navidad en que tendremos que prescindir de su alegría contagiosa, su permanente ilusión, sus gestos y palabras siempre amables y profundamente humanas. Sin Joan Calafat no existiría Salut i Força. Eso es así de claro y así de incuestionable. Pero tampoco existirían muchas otras realidades que se pusieron en pie y que han proseguido su camino a partir de la inspiración y el impulso de este hombre irrepetible, cuya vocación polifacética solo es comparable a su irreductible entusiasmo.
Allí donde estés, Joan, sabes que te echaremos siempre de menos, y, de alguna manera, queremos pensar que también eres consciente de que este gran proyecto de divulgación sanitaria que tú lideraste con tesón y maestría, está siguiendo tu ejemplo y, lejos de rendirnos, continuamos luchando a brazo partido para que tu legado sea tan eterno como tu recuerdo. Así hemos de hacerlo, queridos lectores, no solo en homenaje a nuestro fundador, sino también por nuestro compromiso inquebrantable con los valores que Joan defendió, entre los que se encuentra la divulgación de la salud, posiblemente el patrimonio más importante que atesora cualquier ser humano. En 2022, a pesar del dolor por la irreparable pérdida que hemos sufrido, Salut i Força no ha faltado ni una sola vez a su cita con sus lectores. Y han sido muchas las informaciones que les hemos ofrecido en unos 365 días que han venido marcados, de forma muy especial, por un progresivo y hasta cierto punto relativo retorno a la normalidad tras dos años de duras restricciones a causa de la pandemia.
No obstante, esta ‘nueva normalidad’, como así se la ha llamado, contiene no pocas aristas, y, por supuesto, su relación con la Covid resulta innegable. Porque es, precisamente, la crisis epidemiológica la que se halla detrás de muchos de los acuciantes problemas que ahora debe afrontar el sistema sanitario. Estamos hablando, lógicamente, de la acumulación de pacientes en las listas de espera, pero también de la lógica fatiga de los profesionales sanitarios, del incremento de los tiempos de demora en la asistencia médica, del aumento de la presión de la demanda en centros de salud y hospitales, de la saturación de las áreas de Urgencias, y, por supuesto, de la complicada situación que afecta de manera muy directa a Atención Primaria. Esta carta de despedida de 2022 sitúa también la disposición de los cubiertos en la mesa sanitaria que nos espera este próximo año, en el cual, además, los partidos políticos concurrirán a unas elecciones autonómicas, insulares y municipales cuyos mensajes estarán muy centrados, sin lugar a dudas, en las propuestas sobre política sanitaria.
Aquí estaremos para contárselo, para analizarlo, para reflexionar sobre todo aquello que acontezca. Y hacerlo siempre desde los valores de la objetividad, la llaneza y el rigor que Joan Calafat representó y que supo transmitirnos a la perfección. O en eso confiamos, al menos. Feliz Navidad y próspero año nuevo. Que la salud, la alegría y, en definitiva, la felicidad inunden los corazones de todos y cada uno de ustedes y de nosotros. Molts d’anys!!!
