La bolsa escrotal

Dr. Fco. Javier Alarcón de Alcaraz
Médico-Forense Especialista en Medicina Legal.
@Alarconforense

Hace muchos años que todos los obligados lectores de esta revista sabemos que esta columna tiene efecto llamada, que es citar la palabra catástrofe, por poner un ejemplo fácil, y montársele un lio a la directora de enfermería de salud pública. Y fue citar aquí el otro día los desastres de los recursos inhumanos del Ibsalut, y ser un non stop de salirle culebras.

Como expertos en comunicación que no somos, ya hicimos en pasadas semanas las recomendaciones oportunas. Teniendo como tienen esa turba de opositores cabreados y dispuestos a todo, la mejor forma de hacer era precisamente no hacer, que no dijeran ni mu de nada de su negocio, que estuvieran callaos como marsupiales en sus bolsas, que -dada la “ineptitud” sobrevenida- los rectores del negociado de recursos humanos no dijeran ni mu hasta tener un poco encarrilada la legislatura de penurias que les espera. Pero he aquí que vuelven con las mismas cosas raras de siempre, vuelven con el oscurantismo a la hora de contratar al personal, y ahora son los sindicatos los que se han puesto en pie de guerra.

Como no hay dos marrones sin tres, nos enteramos el otro día del vicio, de la tendencia cadenciosa de los Lladó boy´s al contratar al personal del Ib-Salut a través de la bolsa del Hospital Son Llátzer. Esa bolsa que viene a ser la bolsa rota del enchufado de toda la vida, conociendo como conocen la obligación que tienen de contratar -a falta de bolsa única- a través de la bolsa de Atención Primaria. Saltarse todos los procedimientos establecidos ha sido motivo para que CSIF utilice directamente el palabro delito, ya se sabe, la bolsa o la vida. La prevaricación tiene las patas muy cortas.

Si no fuera porque el queratina Lladó, su titular discutible, anda permanentemente fuera de juego entretenido con la bolsa, con el neceser de viaje, tiraríamos nosotros de la lista paralela, exhumaríamos a los vivos de la lista de Son Llátzer para ir adivinando “el dime niño de quién eres”, el villancico anticipado de la colocación que igual le cuesta los turrones a su responsable.

Si no fuera por el lanar mundo sindical de lo sanitario tipo SATSE, si no fuera porque todavía “resuenan con alegría” en sus juntas el compadreo y las risas del rollo sindical con los responsables del Ib-Salut -salvo honrosa y puntual excepción del sindicato médico- hablaríamos de enjuague, de amiguismo y de dimisiones que no llegarán, todo a cambio de prebendas y de presuntas colocaciones varias donde nadie denuncia nada.

Saltarse el protocolo de contratación que tú mismo has establecido para garantizar la concurrencia a la administración requiere preguntarse inmediatamente un “por qué”, y acto seguido un “para quién”. Sabemos de las dificultosas capacidades de los responsables para crear una bolsa única, pero reclamaremos simplemente desde aquí que no confundan las bolsas de contratación con los escrotos de sus responsables, que no se contrate al personal simplemente por que a alguien le sale de las pelotas.

Digo suponiendo que alguien de ese lugar las tenga.

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