Por supuesto, estamos haciendo referencia a la designación del conseller o consellera de Salut, que tendrá en sus manos la responsabilidad de dirigir la política sanitaria en Balears a lo largo de los próximos cuatro años.
Hay un aspecto en el que todas las personas consultadas en esta encuesta coinciden plenamente: el nuevo conseller o consellera ha de responder a un perfil determinado que aúne experiencia, conocimiento del mundo de la salud en las islas, capacidad para tomar decisiones en un escenario sumamente complejo, y voluntad de diálogo para recabar los puntos de vista y las aportaciones de todos los colectivos. Nadie duda de que esta legislatura resultará clave en materia sanitaria. Y lo será por muchos motivos, pero el más relevante de todos es que Balears precisa, de manera urgente, recuperar la normalidad asistencial que, en buena medida, se ha visto menoscaba a causa de los efectos de la pandemia. Este desafío mayúsculo exige situar al frente de la Conselleria de Salut a alguien con el temple, el rigor, la perseverancia y, por qué no decirlo, también la paciencia que se requieren en un contexto que podríamos perfectamente calificar como cercano a la emergencia.
Estamos convencidos de que la nueva presidenta tendrá en cuenta todos estos elementos antes de adoptar una decisión. Si lo hace, a buen seguro, será mucho más probable que se trate de una designación acertada que, además, contará con el beneplácito mayoritario del sector de la salud en Balears, en todas y cada una de sus vertientes.