
Codirector de la Escuela de Pacientes de Andalucía
La exposición a olas de calor durante solo dos años puede añadir el equivalente a 12 días de envejecimiento biológico, alertan los investigadores.
Las olas de calor no solo afectan el confort y la salud inmediata de las personas, sino que también podrían estar acelerando el proceso de envejecimiento biológico, según un estudio reciente publicado por investigadores en salud ambiental y epidemiología.
El estudio, realizado con datos de más de 400.000 adultos, concluyó que la exposición continua a temperaturas extremas durante apenas dos años podría añadir hasta 12 días de daño relacionado con la edad en el organismo. Este hallazgo plantea nuevas preocupaciones sobre los efectos a largo plazo del cambio climático en la salud humana.
Envejecimiento más allá del calendario
A diferencia del envejecimiento cronológico, que simplemente mide el paso del tiempo, el envejecimiento biológico refleja cómo responde el cuerpo al estrés y al deterioro celular. El estudio encontró que las olas de calor actúan como un “estresor ambiental” que acelera este deterioro, afectando órganos, funciones metabólicas y defensas inmunológicas.
Además, sabemos que el cuerpo humano no está diseñado para soportar temperaturas extremas de manera prolongada, y eso se traduce en un desgaste acumulativo que puede medirse biológicamente.p
Impacto desigual
El análisis también mostró que los efectos son más graves en personas mayores, con enfermedades crónicas, o que viven en zonas con acceso limitado a sistemas de refrigeración. Asimismo, los grupos socioeconómicamente desfavorecidos tienen menos posibilidades de protegerse frente a estos fenómenos, lo que incrementa la brecha en salud pública.
Un problema creciente
El estudio llega en un momento crítico: 2024 fue uno de los años más calurosos registrados, y los expertos advierten que las olas de calor serán más frecuentes, intensas y duraderas en los próximos años. En muchas regiones, ya no son eventos aislados, sino una amenaza estacional recurrente.
Llamada a la acción
Es necesario insistir en la necesidad de políticas públicas que mitiguen los efectos del calor extremo, como la mejora del acceso al aire acondicionado, la creación de refugios climáticos y campañas de concienciación sobre cómo protegerse durante las olas de calor.
Y termino diciendo que la lucha contra el cambio climático no es solo una cuestión ambiental, sino también una cuestión de salud. Si no tomamos medidas ahora, los efectos sobre el envejecimiento poblacional podrían ser significativos en las próximas décadas.