
Alarcón de
Alcaraz.
Médico-Forense.
Especialista en
Medicina Legal.
@Alarconforense
Hace años que empezamos la crónica del amor entre estos muros de letras. Días donde ante la sorpresa del nepotismo que supuso nombrar como máximos dirigentes de la sanidad balear socialista a una mujer y a su marido, decidimos darle a las crónicas el sentido de ese mismo nombramiento: el del amor.
Año tras año, columna a columna de lento amorío entre BOEs y colocaciones y contrataciones a los de la familia, la crónica fue escribiéndose sola, entre los ambos y los hechos que fueron depositándose sobre las cosas. Poco a poco las reflexiones preventivas que íbamos dedicándoles a Juli Fuster y a Patricia Gómez, asistidas por ese sectarismo salvador con la que esta izquierda tardía y supra-moral cree que ha venido a salvarte de algo parecido a ti mismo, ha caído en las consecuencias de su propio desamor. Desamor económico. Quieren salvarte a ti salvándose ellos con tu dinero.
No es fácil hacer de la coña de una crónica algo que pase necesariamente por el resultado de todas esas consecuencias. Hoy sabemos por qué después de aquellos primeros cuatro años vinieron los cuatro siguientes. Hoy sabemos por qué alguien tan mediocre como Patricia Gómez reeditó en la lista e incluso el por qué se la puso en la oposición a guardar las ovejas parlamentarias de esa caótica y sospechosa gestión. Y sigue sin decir ni mú. Siguen sin pedir perdón.
Madrid y la trama corrupta Koldo laten y respiran cariño aquí gracias a tu dinero. Al final veremos -tristemente- el final. También pagado con tu dinero.