Siete de cada diez universitarios creen tener buena salud a pesar de algunos hábitos con la alimentación, el alcohol y el teléfono móvil

Foto: A.Costa/UIB

La Universitat de les Illes Balears (UIB) ha liderado un estudio sobre el estilo de vida y el bienestar psicológico de los universitarios españoles, una de cuyas conclusiones es que 7 de cada 10 cree tener un buen estado de salud y calidad de vida, a pesar de algunos hábitos con la alimentación, el alcohol y el teléfono móvil.

La mayor parte de los universitarios españoles perciben su estado de salud y su calidad de vida como bueno (75%) o muy bueno (76%), asumiendo como normal el apoyo y ayuda que reciben de familiares y amigos cuando lo necesitan. Además, cerca del 40% ha incrementado su actividad física en los dos últimos años.

Por el contrario, casi el 30% reconoce que utiliza el teléfono móvil más de cinco horas al día y que ha gastado más de 500 euros en la adquisición de este aparato (30,9%). Seis de cada diez (64,3%) apenas siguen un patrón de dieta mediterránea y un 34,2% cree tener una calidad del sueño más mala que antes de la pandemia.

Cerca del 20% presenta un riesgo medio de adicción al alcohol, una sustancia que, junto al tabaco, ha comenzado a consumirse más entre los universitarios a raíz de la pandemia (hasta un 9% más). Éstas son algunas de las conclusiones del informe cuya elaboración se ha liberado desde la UIB.

Bajo el título «Uso del teléfono móvil, estilo de vida y bienestar psicológico en estudiantes universitarios», ha sido llevado a cabo por la Red Española de Universidades Promotoras de la Salud (REUPS) con el apoyo de la Fundación MAPFRE, coordinado el doctor Antoni Aguiló Pons, catedrático de Fisioterapia de la UIB.

El Dr. Aguiló es a la vez presidente de la REUPS. El Vicerrectorado de Campus y Universidad Saludable, a través de la Oficina de Universidad Saludable y Sostenible, ha colaborado en la recopilación de los datos del estudio que ha contado con la participación de 2.173 alumnos de la UIB (el 13,3% de la muestra).

Otros resultados señalan que la Universidad de Sevilla (41%) y la UIB (39%) es donde ha habido un mayor incremento de la actividad física entre los alumnos en los dos últimos años. Los estudiantes de la Universidad de Sevilla son los que más miedo y más consecuencias han experimentado durante pandemia (39,2%).

Los alumnos de las Islas Baleares son los que menos miedo han manifestado por esta situación (7,7%). La UIB registra más alumnos que viven con sus padres (70%) y la Universidad de Granada, la que tiene un mayor porcentaje de estudiantes que comparte piso (57%).

Este dato, el hecho de tener mayor autonomía e independencia, repercute en el resultado de otras variables, como los hábitos alimenticios o el consumo de tabaco y alcohol, entre otros. El 57,2% de los participantes trabaja menos de 20 horas a la semana; 17,8%, de 21 a 34 horas.

En todas las universidades estudiadas, la pandemia ha influido negativamente en la percepción de la calidad de vida. En la UIB, el 62,2% considera que tiene una buena calidad de vida y el 20,9% regular. El estudio pone de manifiesto que al 60,4% de los alumnos de la UIB les afecta el uso del teléfono móvil en la calidad del sueño.

El 29,5% empeoró el sueño durante la pandemia. Entre otros datos, el estudio recoge que el 28,9% usa el móvil más de 5 horas diarias. El 34% más de 5 horas el fin de semana. El 51,3% ha aumentado su uso en la pandemia. Utiliza el móvil 4,2 horas de media según los datos recogidos entre los estudiantes y reflejados en el estudio.

Un 3% de los alumnos de la UIB tiene un riesgo alto o posible adicción al alcohol. El 11,5% son fumadores; el 12,5%, ex fumadores; el 0,9% tienen una dependencia alta. Un 8,3% tiene un consumo ocasional o frecuente de sustancias y el 2,7% consume más desde la pandemia.

Por lo que se refiere a la alimentación, un 38,1% tiene buena adherencia a la dieta mediterránea y un 27,6% tiene una alimentación más saludable después de la pandemia. El 54,5% de los alumnos de la UIB realizaba actividad física más de 3 veces a la semana durante el confinamiento.

Un 25,6% opina que la actividad física ha influido mucho en el bienestar emocional y físico durante la pandemia. El 90,4% considera que tiene un soporte social normal, por encima de la media del estudio. El 41,9% declara haberse contagiado de COVID-19. El 80,3% tenía un allegado contagiado de COVID-19.

El 15% tenía un familiar hospitalizado por COVID-19. El 17,2% declaró tener bastante o mucho miedo a morir de COVID-19 y el 8,7% manifiesta que se ha muerto un familiar de esta enfermedad, señalan, entre otros los datos recogidos por este estudio realizado desde la UIB entre alumnos universitarios de toda España.

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