Un estudio de la UIB concluye que los sintecho se encuentran en exclusión social y vulnerabilidad extrema agravada por el COVID19

El grupo de investigación en Salud Global y Desarrollo Humano Sostenible de la UIB, al que pertenece la investigadora Aina M. Yáñez Juan, profesora de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia de la UIB, ha detectado que los sintecho se encuentran en una situación de exclusión social y extrema vulnerabilidad, derivada de la falta de seguridad física, emocional, social y jurídica, agravada por el COVID19.

El Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) identificó en 2019 a un total de 225 personas sin hogar en Mallorca. Los investigadores de la UIB han entrevistado a 198, que se encuentran en Palma con el objetivo de conocer y describir la relación entre el sinhogarismo y la salud. El estudio indica que la mayoría de los encuestados no tienen ingresos económicos.

Más del 70% son desempleados y no reciben ninguna prestación ni ayuda. De media, los participantes se encuentran en situación de sinhogarismo desde hace más de tres años. La situación generada por el COVID19 ha causado dificultades añadidas a los sintecho, como el acceso al agua potable, con el cierre de las fuentes públicas, o el acceso a baños.

Además, los investigadores destacan la alta incidencia de enfermedades en esa población. El 53% presenta alguna enfermedad de salud mental, el 50% tiene alguna enfermedad crónica y el 30,2% presenta enfermedades infecciosas. La investigación recoge también que están expuestos a agresiones.

De hecho, en el último año, más de la mitad han declarado algún tipo de agresión, como robos, agresiones físicas y verbales, extorsiones y agresiones sexuales. La mayoría no han sido denunciadas en la policía. En la muestra, 49 sintecho pernoctaban en albergues, mientras que el resto lo hacían en diferentes lugares:

El 40% de los sintecho dormían en la calle (parques, bancos o entradas de viviendas y establecimientos), el 36% en infraviviendas (barracas, garajes o viviendas ocupadas o abandonados), el 11% en la antigua prisión de Palma y el resto en otros lugares, como vehículos.

El grupo de investigación en Salud Global y DHS de la UIB ha llevado a cabo la investigación junto con Cruz Roja y Médicos del Mundo – Islas Baleares, y parte de la financiación ha ido a cargo del Colegio de Enfermería de las Islas Baleares . Este proyecto forma parte de las 11 investigaciones que han financiado la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad (ODCS) de la UIB y la Consejería de Asuntos Sociales y Deporte en el marco de las convocatorias I y II de investigación de impacto social aplicada al desarrollo humano sostenible en el contexto del COVID19.

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