400 alumnos de la UIB han participado en un estudio de Enfermería para identificar los miedos y las emociones tras el confinamiento

Los investigadores Antonio Fernández Coca, Antonia Pades y Patricia García. 
Foto: UIB

400 alumnos de primer curso de la UIB han participado en un estudio para identificar los miedos y las emociones tras el confinamiento por el COVID19 y así poder trabajar con ellos. Los estudiantes han explicado que tienen miedo a las expectativas de futuro no cumplidas (36,7%), a la pérdida (16,7%), a la soledad (11,1 %), de la muerte (5%), de la no aceptación (4,8%) y del contagio del COVID-19 (2,7%).

Los investigadores -Antonio Fernández Coca, Antonia Pades y Patricia García- han identificado 1.644 miedos en 18 categorías. Son algunas de las conclusiones de un proyecto de innovación docente, financiado por el IRIE y liderado por la doctora Antonia Pades, del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de la UIB. Las conclusiones del estudio, que se ha presentado en el congreso internacional sobre educación IRED 2021, son las siguientes:

Los alumnos universitarios que han participado responden a un mismo patrón en relación con el miedo sobre las expectativas de futuro no cumplidas (fallar, ignorancia, equivocarse, frustración, fracaso en los estudios), pérdida y soledad. Sin embargo, no aparecen niveles elevados de miedo en el COVID-19, excepto del alumnado de Fisioterapia y Trabajo Social, que manifiesta más miedo a esta pandemia.

Explorar el miedo proporciona beneficios, permite identificar y compartir emociones entre iguales. Por otro lado, explorar el miedo puede facilitar programas de Educación para la Salud y prevenir problemas de comportamiento social. Desde el punto de vista educativo, implementar estrategias de seguimiento y motivacionales para alumnos como prevención.

El miedo -explican los investigadores- forma parte del comportamiento humano. Actúa como un mecanismo de adaptación al entorno (alerta, posibilidad de fuga, etc.). Éste sería su aspecto positivo. Sin embargo, el miedo suele ir asociado a situaciones negativas. Actualmente, debido a la pandemia de COVID-19, el miedo más que nunca puede estar presente en la ciudadanía y, evidentemente, en la comunidad universitaria.

Después de unos meses confinados, sometidos al estrés ya la incertidumbre, era necesario gestionar las emociones y afrontar el miedo experimentado. El confinamiento podía haber afectado al bienestar social y emocional de los estudiantes a distintos niveles. De hecho, en la etapa universitaria el alumnado presenta siempre miedo relacionado con la vida personal, académica y profesional futura.

La universidad es un buen lugar para explorar, aprender y gestionar las emociones derivadas de ese miedo percibido. El objetivo de este proyecto era poder identificar el miedo derivado de la situación posterior al confinamiento. Y, después, diseñar y aplicar un programa psicoeducativo basado en la Medicina Narrativa a través del microrrelato.

Han participado en el estudio 395 alumnos de 1º de los grados de Enfermería, Fisioterapia, Trabajo Social, Bioquímica y Psicología de la Universidad de las Islas Baleares (UIB): 33 hombres (8,3%) y 362 mujeres (91,7 %), de edades comprendidas entre los 20 y 25 años. El primer día de clase (mes de febrero de 2020) les formularon una pregunta abierta: «¿Identifica a qué tienes miedo en este momento?».

Para contestarla, les presentaron un dibujo de una mano y debían señalar en cada dedo y en la palma, un miedo presente para que de forma libre identificaran el miedo y lo etiquetasen. Después, debían analizar los resultados obtenidos, diseñar y aplicar un programa psicoeducativo de gestión y manejo emocional de corta duración (4 horas), haciendo uso de los microrrelatos como recurso didáctico basado en la medicina narrativa.

De esta forma, se produce un efecto constructivo a nivel cognitivo y emocional. El objetivo último es ayudar a pensar, sentir y expresar emociones tanto positivas como negativas. Las emociones negativas suelen relacionarse con el miedo. El alumnado debía expresar emociones por escrito, relacionadas con la historia vivida durante el confinamiento y durante la pandemia COVID-19.

Se proporcionó a los alumnos el vocabulario emocional relacionado con las emociones básicas negativas y positivas. El patrón de miedos es similar entre los alumnos de los distintos grados. En otros estudios realizados sobre miedos propios de esta pandemia se han identificado: miedo a contagiarse, que otros se contagien (especialmente, los abuelos), contagiar a alguien, a salir a la calle, a perderse actividades atractivas y a la soledad.

La mayoría de los alumnos que han participado en el proyecto de la UIB teme a expectativas no cumplidas, a la soledad, muerte y no aceptación de los demás. El contacto directo y el miedo al contagio podría ser una de las explicaciones al miedo ante el COVID-19 por los alumnos de Trabajo Social y de Fisioterapia. Día a día, establecen una relación y un vínculo muy estrecho con el cuerpo de los pacientes, el miedo al contagio y su repercusión.

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