Nace el primer bebé de España mediante un cerclaje abdominal realizado a la madre por vía robótica, antes del embarazo

Equipo de profesionales del Hospital Vall d'Hebron que está realizando esta técnica.

El Hospital Vall d’Hebron ha logrado el primer nacimiento en España de un bebé después de practicar a la madre un cerclaje abdominal por vía robótica. El cerclaje se ha realizado antes de que la mujer se quedara embarazada para garantizar una adecuada gestación.

Ya se han hecho cinco cerclajes abdominales por vía robótica en el Hospital Vall d’Hebron. Por primera vez en España, una de las pacientes ha dado a luz por cesárea un bebé después de 35 semanas de gestación, según han informados fuentes de la institución sanitaria catalana.

Entre un 5 y un 10% de las mujeres embarazadas puede sufrir incompetencia cervical uterina. El bebé se va gestando y, en el segundo trimestre, cuando más pesa el feto dentro del útero, este se abre porque el cuello uterino se dilata y debilita en exceso, se produce un parto inmaduro y aborto.

Cuando se diagnostica y la mujer se quiere quedar embarazada, se puede hacer lo que se denomina un cerclaje vaginal, que consiste en suturar por vía vaginal el cuello uterino con algún tipo de material (como hilo sintético o una banda de poliéster) para reforzarlo.

El cuello del útero queda cerrado de forma mecánica y no se dilata ni debilita. Pero hay pacientes que tienen un cuello del útero tan débil que esta sutura no sirve. Entonces hay que hacer un cerclaje abdominal, una cirugía compleja por profesionales con un elevado grado de experiencia.

Esta técnica se emplea cuando la intervención, a causa de esta debilidad del cuello uterino, no garantiza que se pueda mantener el cerclaje durante todo el embarazo. Por eso hay que hacer el cerclaje en la parte central del útero (istmo) y acceder vía abdominal.

La dificultad de un cerclaje de este tipo es mucho más alta que la de uno por vía vaginal, puesto que la incisión no se hace en el cuello del útero, si no en una zona superior y hay un riesgo mucho más elevado de lesionar algún órgano vecino, siempre según informa el Hospital Vall d’Hebron.

Para poder definir exactamente dónde se tiene que entrar con la cirugía, hace falta un equipo experto de cirujanos, puesto que se tienen que ir separando bien los tejidos y las estructuras, evitando lesionar las arterias uterinas, la vejiga o el intestino.

Es recomendable realizar estos cerclajes antes de que la mujer se quede embarazada para garantizar una adecuada gestación desde el inicio. En el supuesto de que la incompetencia cervical se diagnostique durante el embarazo, hay que hacer el cerclaje durante las primeras semanas.

Los cerclajes abdominales empezaron a hacerse hace dos décadas por cirugía abierta y después se implementó la laparoscopia. En Vall d’Hebron se decidió dar un paso adelante y empezar a hacerlos por vía robótica y ya se han realizado cinco empleando el robot Da Vinci.

“Esta es una técnica mínimamente invasiva, que ofrece más precisión y evita complicaciones”, explica el Dr. Antonio Gil-Moreno, jefe del Servicio de Ginecología. El robot Da Vinci dispone de una consola que permite al cirujano ver la zona donde tiene que operar en tres dimensiones

El Da Vinci también está formado por una torre de visión donde se visualiza la cirugía en imagen de alta definición. “Esta técnica la realizamos un equipo experto multidisciplinario antes del embarazo. De los cinco casos en que la hemos practicado, dos pacientes ya están gestantes”.

Son palabras de la Dra María Goya, responsable de la Unidad de Prevención del Parto Pretérmino del Servicio de Obstetricia de Vall d’Hebron, que añade que “después de realizar esta intervención y una de ellas ya ha dado a luz sin ninguna complicación ni durante la gestación ni durante el parto.

El parto se ha hecho por cesárea porque la sutura se deja de manera permanente. No es una técnica que se haga habitualmente. En casos muy concretos, cuando ha fracasado un cerclaje vaginal previo o este no se puede hacer técnicamente, se tiene que hacer abdominal.

“En nuestro caso, el uso del robot nos ha permitido la mínima invasión, no hemos tenido complicaciones en ninguno de las cirugías realizadas, ni pérdidas fetales”, destaca la Dra. Elena Suárez, cirujana del Servicio de Ginecología y Coordinadora Quirúrgica del Vall d’Hebron.

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