JUAN RIERA ROCA
La incidencia del COVID-19 registra bajadas en 44 de las 58 zonas básicas de salud de Balears. Así se constata en el último informe sobre la evolución del SARS-CoV-2 la islas, elaborado por el Servicio balear de Epidemiología, estudio que contrasta los casos diagnosticados entre las dos últimas quincenas: entre el 6 y el 19 de septiembre y entre el 20 de septiembre y 6 de octubre, y también analiza la incidencia acumulada de los últimos 14 y 7 días.
La acción comunitaria, el seguimiento de casos, la información pública y la responsabilidad de la ciudadanía han conseguido disminuir el número de casos. También pone de manifiesto importantes bajadas, como en el área de salud de Zona Norte, que pasó de 7,77 casos por cada 1.000 habitantes a tener 2,83, donde el aumento de casos a principios de septiembre estaría relacionado con el brote con más de un centenar de positivos en una residencia de Sóller ya controlado.
También se ha producido una bajada significativa de la incidencia en barrios de Palma, como es el caso del área de Son Cladera (que ha pasado de 4,15 a 0,4 casos por cada mil residentes). En el Camp Redó ha bajado de 2,76 a 1,30, en Son Gotleu de 2,33 a 1,42 i en Es Rafal Nou ha pasado de 3,06 a 1,58 casos por cada 1.000 habitantes. En Llucmajor también se ha reducido de 1,95 a 0,9. Las cifras, aun así, muestran la importancia de mantener las medidas de seguridad.
Por el contrario, dice también el informe, la incidencia sube en 14 zonas básicas de una quincena a otra. En la zona básica de salud de Eivissa-Vila (pasa de 4,61 a 5,77 casos por cada 1.000 habitantes) y en la de Es Viver de Palma (de 5,38 a 5,55), que son las dos únicas zonas básicas del archipiélago que ahora mismo están por encima de los 3,15 casos por cada mil residentes. También aumenta en otras, como Inca, que pasa de 0,57 a 2,33 casos por mil habitantes.
El aumento de casos en la capital de Es Raiguer tiene que ver, al igual de lo sucedido en Sóller, con los brotes detectados en dos residencias de la zona), en la ZBS de Emili Darder (desde 1,66 a 3,13 casos por cada mil habitantes). En ninguna de las zonas básicas de salud de Menorca se supera la incidencia de 0,4 casos por cada mil habitantes y la de Ferreries es la única de las Islas que se mantiene a 0 casos actualmente.
El estudio elaborado por el Servicio balear de Epidemiología también informa de la incidencia acumulada de las zonas básicas de salud de las Islas a 7 y 14 días, con diagnósticos hasta el 3 de octubre. En este sentido, sólo dos superan los 500 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días (la ZBS de Vila y la de Es Viver, con 577,2 y 554,7 respectivamente) seguido de Emili Darder, con 312,5 o Sierra Norte con 283,3 casos por cada 100.000 residentes.
Si se contrasta la incidencia a 14 días con la de 7 días, sin embargo, se puede comprobar como en la mayoría de zonas básicas de salud la incidencia va a la baja, ya que los casos detectados en la última semana (7 días) son menos que los diagnosticados la semana previa. Es el caso de Vila que registra 577,2 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días, y de éstos, sólo 206,7 corresponden a los últimos 7 días.
El factor de incidencia epidemiológica, recordamos, es uno de los que determinan las actuaciones públicas de control y de restricciones, así como otros, como la densidad poblacional, la evolución de PCR positivas o la movilidad de la zona. El informe de Epidemiología también actualiza los datos acumulados durante toda la pandemia de casos por municipios y establece que la enfermedad ha afectado prácticamente igual mujeres (51 %) y hombres (49 %).
Las personas más afectadas en esta segunda ola tienen entre 30-39 años (2.745), seguidos de los de 40-49 (2.661) y de 20-29 (2.555). La mayoría (un 49,4%) tenían entre 20-49 años, un 21,6% entre 50 y 69 años, un 16,4% menores de 19 y un 12 , 6% mayores de 70. Un 64 % de los casos verificados hasta la fecha de cierre del informe presentó síntomas, mientras que un 36 % fue asintomático. Un 3,6 % era trabajador de un centro sanitario y un 1,4 trabajaba como sociosanitario.
En cuanto a los brotes -agrupaciones de 3 casos o más de COVID-19-, el Servicio de Epidemiología destaca que se han detectado hasta 230 desde el inicio de la pandemia en las Islas Baleares. En total, se han diagnosticado 1.475 casos positivos asociados y el 47 % de estos casos (687) presentó síntomas. Un 38 % de los brotes (87) fueron de ámbito familiar, un 21 % (49) fueron originados debido a reuniones sociales y un 16 % (36) eran de ámbito laboral.
En el 98 % de los brotes el caso primario era autóctono. La media de casos por brote detectado en las Islas ha sido de 6 positivos. Todo ello confirma lo ya dicho por las autoridades sanitarias baleares en el sentido de que esta segunda ola de la pandemia de COVID-19 marca diferencias con la primera, siendo el virus igual de peligroso, contagioso y potencialmente letal, está afectando a personas más jóvenes, probablemente a consecuencia de la interacción social tras el confinamiento.
