Dos de cada tres niños baleares comen con una pantalla delante

Horacio Bernal /
Dos de cada tres niños baleares (66,3%) ven la tele o manipulan una pantalla táctil o el móvil mientras comen, según el V Estudio CinfaSalud: “Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil”, avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). De ellos, cuatro de cada diez (42,9%) lo hacen a veces y el 16,3%, habitualmente, mientras que el 7,1% siempre tiene una pantalla delante cuando está a la mesa. De acuerdo a la investigación, Andalucía es la comunidad española donde un mayor número de niños y niñas tiene este hábito (82%), mientras que en el otro extremo se halla Navarra, donde la mitad de los escolares (53,3%) ve la tele o manipula una pantalla táctil cuando come.

El estudio revela, además, que los menores con este hábito sufren de mayor sobrepeso u obesidad que los que no lo tienen. La tendencia a la obesidad aumenta a medida que se incrementa el uso de estos dispositivos. Como recuerda el doctor Cristóbal Coronel, secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y patología gastrointestinal de la SEPEAP, “el teléfono móvil, la televisión y cualquier tipo de pantalla táctil deben aparcarse durante la comida, porque impiden disfrutar de las texturas y sabores de los alimentos. Además, no incitan a conversar e impiden a los progenitores inculcar en sus hijos e hijas hábitos saludables a la mesa, que les ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad o enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión”.

La investigación se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.000 mujeres y hombres de todas las comunidades autónomas con hijos e hijas de entre 6 y 12 años. Como explica Eduardo González Zorzano, experto en nutrición del Departamento Médico de Cinfa, “los resultados del estudio indican que los progenitores españoles deben ser más conscientes de la necesidad de que sus hijos e hijas mejoren sus hábitos nutricionales, cada vez más alejados de nuestra dieta mediterránea de siempre”.

De acuerdo a los datos ofrecidos por los españoles encuestados respecto al peso y altura de sus hijos, en base a los cuales se ha calculado el IMC (Índice de Masa Corporal) de los menores, el estudio CinfaSalud revela que la percepción de los padres y madres españoles respecto al peso de sus hijos no se corresponde con la realidad en cuatro de cada diez casos (42,3%), y que el 13,1% no tiene conciencia del sobrepeso u obesidad reales de su niño o niña. De acuerdo al doctor Coronel, “el desconocimiento de esta situación puede suponer un riesgo para la salud de los hijos, ya que los progenitores no toman las medidas necesarias para que recuperen su Índice de Masa Corporal idóneo”.

Incluso cuando perciben que su hijo o hija no se encuentra en su peso ideal, cuatro de cada diez (43,1%) padres y madres españoles siguen sin tomar medidas al respecto. Esta actitud se mantiene en las Islas Baleares, donde también cuatro de cada diez progenitores (40,6%) no reaccionan de ninguna manera cuando piensan que el peso de su hijo es inadecuado. El 37,5% lo lleva al pediatra, mientras que el 3,1% opta por pedir ayuda a un nutricionista. El 18,8% -segundo porcentaje más alto de España junto con La Rioja- lo pone a dieta por iniciativa propia sin consultar a un profesional, decisión que, según el experto de la SEPEAP, “puede también entrañar riesgos para la salud del menor”.

De acuerdo al estudio, los menores de nuestro país no siempre siguen hábitos nutricionales saludables en el hogar. En primer lugar, ocho de cada diez niños y niñas españoles (82,8%) no desayunan correctamente. Como explica González Zorzano, “esta primera comida proporciona al menor la energía necesaria para afrontar la primera parte de la mañana y contribuye al rendimiento escolar, por lo que debe cubrir al menos entre el 20-25% de las necesidades nutritivas de los niños. Por esta razón, es muy importante que los progenitores conozcan qué alimentos no pueden faltar en un desayuno completo y equilibrado”. Idealmente, este debe contener un lácteo, un cereal y una fruta. En Baleares, la investigación pone de relieve que solo uno de cada diez escolares toma fruta en el desayuno (9,2%) y bebe zumo natural (12,2%).

En el almuerzo, los menores baleares destacan por ser los que menos toman repostería industrial (2%), aunque solo la mitad de ellos (49%) ingiere fruta, a pesar de las advertencias de los expertos, que aconsejan comer a media mañana una pieza de fruta de temporada, un yogur o un bocadillo de queso u otro equivalente lácteo. El bocadillo sigue siendo el alimento preferido tanto en los almuerzos (el 88,8% de los niños lo toma) como en la merienda (74,5%).

Respecto a los tipos de alimentos que ingieren los escolares de esta región, los escolares baleares son los que más comen verdura (17,3%) con la frecuencia recomendada -más de siete ocasiones semanales-, y dos de cada diez (21,4%) toman fruta con la misma frecuencia. Por otro lado, más de la mitad (54,1%) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana -aunque los expertos aconsejan hacerlo solo entre una y tres veces- y únicamente el 17,3% toma pescado más de tres veces a la semana.

Como advierte González Zorzano, “los hábitos de los escolares españoles se alejan cada vez más de nuestra dieta mediterránea y de muchos de los alimentos que la componen, como el pescado, las frutas y las verduras, el yogur y los frutos secos. En esta dieta, están incluidos todos los grupos de alimentos en las dosis que recomienda la pirámide alimentaria, por lo que aporta la cantidad de energía y nutrientes necesarios para un correcto desarrollo físico e intelectual. En cambio, es cada vez más frecuente por parte de la población infantil el consumo de carne, dulces y comida rápida”.

Lo mismo sucede en las Islas Baleares, como confirma el dato de que el 64,3% de niños y niñas de esta región toman chucherías alguna vez a la semana -aunque se trata del segundo porcentaje más bajo de España, solo por detrás de Cataluña-. También el consumo de comida rápida por parte de la población infantil sigue siendo preocupante en esta región, dado que ocho de cada diez (83,6%) escolares baleares toman comida rápida al menos una vez al mes, a pesar de su escasa calidad nutricional, aunque es la única comunidad en la que ningún menor la toma más de una vez a la semana.

Por otra parte, el 94,9% de los niños y niñas de esta comunidad no duerme las diez horas diarias recomendadas por los expertos, a pesar de que diversos estudios indican que la falta de horas de sueño puede estar relacionada con el aumento del sobrepeso y la obesidad, además de afectar al rendimiento físico e intelectual. En cambio, el 63,3% de los escolares de Baleares destina más de dos horas al ejercicio físico, hábito que contribuye a equilibrar el consumo y el gasto energético. Casi uno de cada diez (8,2%) no dedica ni una hora a este tipo de actividades, mientras que el 28,6% les destina hasta dos horas a la semana.

Solo el 37,8% de los padres y madres come habitualmente con sus hijos en Baleares
Como recalca el doctor Coronel, “la educación y la supervisión de los padres y madres, que deben predicar con el ejemplo, juega un papel fundamental a la hora de lograr que un niño siga una dieta variada y equilibrada”. Sin embargo, solo el 37,8% come habitualmente con sus hijos (diez o más comidas semanales), mientras que tres de cada diez (31,6%) realiza con ellos menos de una comida o cena al día. Además, uno de cada diez (11,2%) no toma habitualmente lo mismo que sus hijos e hijas a la hora de la comida o la cena.

Para informarse sobre hábitos de alimentación saludable en edad infantil, siete de cada diez (71,4%) de los padres y madres encuestados en Baleares aseguran acudir al pediatra, mientras que dos de cada diez (23,5%) recurren a Internet. Los familiares y amigos son la tercera fuente de información preferida (18,4%), seguida del médico de Atención Primaria (10,2%) y del personal enfermería (8,2%), a quienes los progenitores baleares recurren más a menudo que en el resto del país. Por otra parte, el 14,3% no considera necesario pedir consejo sobre la nutrición de su hijo o hija.

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Diez claves para conseguir que nuestros hijos e hijas se alimenten bien:

1. Recupera en casa la dieta mediterránea. La dieta española de toda la vida incluye todos los nutrientes que el menor necesita para un correcto crecimiento, gracias a los alimentos de gran calidad nutricional de los que se compone: el aceite de oliva, el pescado, las legumbres y cereales (pan, pasta y arroz), los lácteos, los huevos, las frutas, las verduras, el yogur y los frutos secos. El agua será siempre su mejor complemento.

2. Asegúrate de que tus hijos comen cinco veces al día. Los pediatras y nutricionistas españoles recomiendan la distribución de la ingesta de calorías en cinco comidas diarias: un desayuno completo –esencial para que el escolar llegue a la escuela con energía-, almuerzo de media mañana, comida, merienda y cena a una hora temprana. De esta manera, se aseguran al menor todos los nutrientes necesarios y se evita el picoteo entre horas.

3. Guíate por la pirámide alimentaria. Se trata de un instrumento muy útil a la hora de conocer las raciones de los alimentos y la frecuencia con que nuestros hijos e hijas han de tomarlos. Explícasela y diseñad juntos menús que cumplan los criterios que marca la pirámide.
4. Evita los alimentos que engordan, pero no alimentan. El consumo de fritos, bollería, dulces y snacks debe constituir una excepción, pues contienen excesivos azúcares, grasas saturadas, sal y energía, además de no aportar apenas micronutrientes. Lo mismo sucede con la comida rápida: no la conviertas en un rito semanal.

5. Comed en familia. Organizad los horarios para poder comer juntos al menos una vez al día y aprovechad ese momento de reunión para charlar, bromear y hacer planes. Y acuérdate de predicar con el ejemplo: los más pequeños observan e imitan los hábitos de los mayores y aprenden de ellos.
6. En la mesa, aparcad el móvil y la televisión. La atención de niños y progenitores debe centrarse en la comida y en quienes se sientan a la mesa. Los dispositivos tecnológicos interrumpen o anulan la conversación familiar, por lo que es recomendable dedicar ese rato a hablar con los tuyos y dejar para otro momento los mensajes, el teléfono o la tele.

7. Llévatelos a hacer la compra. Pídeles ayuda para elaborar la lista y, una vez en el supermercado, que se hagan cargo de una parte. Enseña a los más mayores a interpretar las etiquetas y comenta con ellos los valores nutricionales de los productos.

8. Prepara los alimentos de maneras diversas y pídeles que cocinen contigo. Alternar asados, hervidos, a la plancha, guisados o incluso crudos en gazpachos y ensaladas garantizará que la comida se convierta en un hábito variado y estimulante. Enséñales algunas técnicas culinarias sencillas o divertidas y pídeles que te ayuden a decorar los platos.

9. Ponles en movimiento. Anima a tus hijos a realizar ejercicio, pero también a reducir el número de horas que pasan frente a la televisión y los videojuegos. Sobre todo, aliéntales a llevar una vida activa, en la que caminen, paseen o suban escaleras de manera cotidiana.

10. Asegúrate de que duermen más de diez horas. Las sociedades científicas recomiendan que los escolares de entre 6 y 12 años duerman más de diez horas como una herramienta más de combate contra el sobrepeso. Además, todos los niños y niñas necesitan descansar bien para poder afrontar su jornada de juegos y escuela.

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