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Llorenç Huguet, rector de la UIB: “La Facultad de Medicina atraerá ‘cerebros médicos’ y por cada euro de gasto devolverá tres a la comunidad balear”

Juan Riera Roca
Llorenç Huguet, rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y Félix Grases, director del Institut Universitari d’Investigació en Ciències de la Salut (IUNICS) han explicado esta mañana el porqué del apoyo de la UIB a la instauración inmediata de la carrera de Medicina en la universidad pública de Baleares:

Dejar de perder inversiones para investigación –al acreditarse los institutos científicos en funcionamiento cumpliendo el requisito de estar vinculados a una Facultad de Medicina –captar ‘cerebros’ en Medicina y mejorar con ello la asistencia sanitaria, además de acercar los estudios a los baleares, son algunas de esas razones.

Huguet recordó que la puesta en marcha del proceso no partió de la Universitat, sino que en 2009 el Parlament balear dio a la UIB el mandato de redactar los planes de estudio para la futura Facultad de Medicina. Esos planes fueron aprobados en 2011 por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).

Desde entonces la UIB espera que el Govern firme con la institución universitaria el convenio que regule la puesta en marcha de los estudios de Medicina, dote de presupuestos a la carrera y regule la situación de los profesores, que en las etapas clínicas deberán compaginar la enseñanza con la asistencia.

“La puesta en marcha de la carrera de Medicina en Baleares es necesaria para que nuestros estudiantes puedan estudiar en las Islas si lo desean y para aprovechar efecto de atracción de inversiones que supone el desarrollo de proyectos de investigación”, dijo el rector.

Y añadió: “Pero hay que tener muy claro que poner en marcha los estudios de Medicina en la UIB no suponen un gasto sino una inversión, ya que se ha estudiado y se sabe que cada euro invertido en estos estudios devuelven tres a la sociedad, en mejora de la calidad asistencial, en investigación, etcétera”.

Los costes iniciales de poner en marcha los estudios de Medicina en la UIB en el curso 2016-17 se han estimado del siguiente modo: Para el primer curso (el próximo, según el anuncio hecho hace pocas semanas por la presidenta del Govern Francina Armengol) dos partidas de 300.000€, es decir, en total, 300.000€.

300.000€ serían para pagar a los profesores y los otros 300.000 para adecuar instalaciones en el Hospital de Son Espases (que ya fue construido con un ala de aulas dedicadas a la esperada llegada de estos estudios). A partir de ahí cada nuevo coste incrementaría los costes en un millón hasta estabilizarse en 6 millones al año.

Huguet recordó que Baleares y La Rioja son las únicas CCAA sin estudios de Medicina y que Canarias, comunidad insular como la CAIB, peor con menos habitantes, hay dos facultades. El Estado, además, autoriza 7.000 plazas de estudiantes de Medicina y ya hay cubiertas unas 6.800, por lo que Baleares puede perder ese tren.

La UIB –de acuerdo con el Govern –espera iniciar el año que viene los estudios de Medicina con el primer curso de la carrera y 60 estudiantes. De ese modo ofertaría 5,4 plazas por millón de habitantes. El coste de la matrícula se estima entre 1.500 y 1.800€, coste que se triplicaría, como mínimo, en una universidad privada.

Para financiar el arranque y continuidad de esos estudios, la UIB espera firmar con el Govern un contrato programa, es decir, que la financiación de la carrera de Medicina sea un añadido presupuestario a lo que la CAIB ya destina a la Universitat como organismo tutelar que es.

Ese contrato programa estará vinculado a la puesta en marcha de la carrera. Cuando ésta esté ya al ciento por ciento, se espera que su coste –esos 6 millones anuales –se endosen a los presupuestos de la CAIB, que los sacará tanto de la Conselleria de Salut –por los médicos –como de la de Educación –por los profesores.

“Quisiéremos –dijo Huguet –que el desarrollo de los estudios de Medicina en la UIB se desvinculara de cualquier otro debate. Y quisiéramos que la apertura de una universidad privada en Baleares con carrera de Medicina no impidiera que la UIB llegara a tener esos mismos estudios”.

Imagen de las aulas de Son Espases, inicialmente diseñadas para albergar a los estudiantes de Medicina de la UIB
Imagen de las aulas de Son Espases, inicialmente diseñadas para albergar a los estudiantes de Medicina de la UIB

El rector hacía así alusión al proyecto paralelo de creación de una universidad privada en las Islas que incluiría los estudios de Medicina. Si esa universidad se abriera antes probablemente se ‘comería’ las plazas de esas 200 o 300 que aún quedan vacantes hasta alcanzar el máximo de 7.ooo en toda España.

Esta limitación estatal de plazas tiene por objeto garantizar que todos los nuevos médicos encuentren trabajo y puedan cursar la especialidad vía MIR que desde hace años es obligatoria en España para poder ejercer profesionalmente la Medicina. Esa limitación obliga a que las todas las plazas se convoquen para toda España.

El criterio de selección funciona así: Los estudiantes que han hecho la selectividad piden entrar en las facultades de Medicina de su elección, en orden de preferencia. La plaza se les concede a las mejores notas de selectividad de ese año y de ahí, para abajo, en las universidades solicitadas, hasta que se termina el cupo.

Ello garantiza que a las facultades de Medicina lleguen los mejores estudiantes. Pero también resta plazas a los estudiantes ‘locales’ que hayan pedido plaza en ‘su’ universidad y que puede ser que la pierdan en beneficio de un estudiante ‘forastero’ que haya sacado mejores notas.

Esto ha ocurrido en la UIB en estudios sanitarios (regidos en toda España por la misma normativa) como son los de Enfermería y Fisioterapia. De cualquier modo, aunque es obvio que vendrán estudiantes de fuera, el rector de la UIB no cree que sean un porcentaje significativo que deje sin plaza a los de Baleares.

Lo que sí se espera es que la apertura de la Facultad de Medicina en Baleares atraiga a grandes profesionales de la Medicina. Estos profesores (recién llegados o locales), que deberán concursar por su puesto, tendrán lo que se denomina una ‘plaza compartida’, es decir, enseñarán, pero también deberán atender pacientes en un hospital.

Es por ello que se sabe que la apertura de una Facultad de Medicina redunda directamente en la mejora de la prestación sanitaria en la comunidad: porque atrae profesionales de primera fila que además trabajarán en los hospitales locales y porque atrae buenos estudiantes que luego tal vez se queden como médicos.

La puesta en marcha de estos estudios dará además un espaldarazo definitivo a la investigación que hasta ahora se lleva a cabo –tal como lo reconoció el catedrático e investigador Félix Grases –gracias al voluntarismo de los médicos. La Facultad regulará esta actividad y la incorporará a la carrera profesional.

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