“Besar y abrazarse no son todavía comportamientos recomendables. Y si cedemos, al menos que sea con mesura”

MARGALIDA FRONTERA / COORDINADORA DE LOS EQUIPOS DE ASESORAMIENTO DEL GOVERN EN MATERIA DE DESCONFINAMIENTO

Licenciada en Bioquímica y Doctora en Biología, Margalida Frontera ocupó, durante la pasada legislatura y en los inicios del actual período de gobierno, el cargo de directora general de Acreditación, Docencia e Investigación. Ahora, en pleno proceso de desescalada, y todavía con el Covid- 19 amenazando peligrosamente la seguridad de los ciudadanos, ha asumido el reto de coordinar los diferentes equipos de expertos que asesoran al Govern en materia de aplicación del plan de desconfinamiento.

P.- ¿Qué labor están realizando los equipos técnicos que asesoran al Govern en materia de desconfinamiento?

R.- Cuando desde el comité de expertos coordinado por el doctor Matías Torrent, y del que yo formaba parte, elaboramos el plan de desconfinamiento progresivo, se hizo evidente que esta actuación afectaba de forma transversal a muchos ámbitos de trabajo de esta comunidad y de la sociedad en su conjunto. Por tanto, se imponía la necesidad de definir grupos específicos centrados en cada uno de estos aspectos concretos. En total, se crearon diez grupos, cada uno de ellos con su propio supervisor, mientras que, por mi parte, asumí la coordinación general de todas las áreas.

P.- ¿Qué ámbitos de intervención se abordan en estos grupos de trabajo?

R.- Hemos tratado de incluir a todos los campos de actuación que nos han parecido necesarios para plantear el enfoque transversal e integral que le comentaba anteriormente. En todos los casos, el objetivo es trazar estrategias que redunden en un proceso satisfactorio de desescalada en Balears, teniendo en cuenta las especificidades de cada uno de los campos sobre los que se trabaja, y relacionándolo siempre y exclusivamente con la labor sanitaria, ya que en el caso de otras realidades, como las medidas para impulsar la reactivación económica, por ejemplo, existen otros equipos que se ocupan directamente de ir haciendo camino en este sentido. Me gustaría destacar también que los grupos que tengo el privilegio de coordinar no cuentan tan solo con la participación de los diversos departamentos del Govern, sino también de otras instancias y administraciones, como los Consells y los ayuntamientos. Sin ir más lejos, el Instituto Balear de Salud Laboral (Ibasal) está realizando una excelente labor, bajo la coordinación de la dirección general de Salud Pública, a la hora de determinar bajo qué directrices se ha de llevar a cabo la reapertura de comercios y negocios y la reanudación de los hábitos laborales. Es decir, la vuelta al lugar de trabajo.

P.- ¿Alguno de los grupos que se han constituido se ocupa del otro gran retorno, cada vez más próximo, que es el de las aulas?

R.- Sí, por supuesto, hay un equipo que analiza las condiciones en las que se ha de reiniciar, a partir de septiembre, la actividad académica con el fin de garantizar y preservar la salud de los escolares y de los trabajadores docentes. Igualmente, otro grupo aborda el futuro de la atención sanitaria a partir del nuevo contexto social y asistencial que ha implicado la irrupción del C o v i d – 1 9 , dado que es preciso valorar cuáles han de ser a partir de ahora los criterios metodológicos y organizativos en los centros de salud, las unidades básicas y, por supuesto, los hospitales. Al mismo tiempo, estamos profundizando en las estrategias que han de implantarse en el marco de las actividades turísticas, deportivas y culturales, y, por supuesto, no podemos dejar de lado una cuestión vital, como es asegurar que en el futuro, a corto, medio y largo plazo, exista material sanitario suficiente para contener otros hipotéticos rebrotes epidémicos.

P.- Ya que ha sacado la cuestión, ¿le preocupan los rebrotes de coronavirus que, aunque sea de manera esporádica, se van detectando en Balears, tal como ocurre también en otros territorios?

R.- En primer lugar, hay que definir qué entendemos por un brote, y a este respecto es importante dejar claro que cuando la infección afecta a más de tres personas ya se considera así, científicamente hablando. Por tanto, en Balears estamos registrando algunos rebrotes de Covid- 19, aunque en menor medida que en otras comunidades, donde ciertamente se han producido algunas alarmas que causan inquietud. En las islas, la mayor parte de estos brotes han afectado a pocas personas y, por tanto, su contención ha resultado más sencilla. Ahora bien, eso no quiere decir, en absoluto, que no causen preocupación. El peligro es real, está ahí, no ha desaparecido y, en consecuencia, hay que estar preparados para hacer frente a las circunstancias que puedan acontecer.

P.- ¿Qué tarea, concretamente, está realizando el grupo de trabajo dedicado a la prevención de posibles reactivaciones?

R.- En estos momentos, este equipo de expertos se halla definiendo las líneas básicas que han de constituir el protocolo fundamental de trabajo. No obstante, la hoja de ruta está perfectamente definida: se trata de priorizar la detección rápida de casos de posibles reinfecciones de Covid-19 y, a partir de ahí, movilizar al equipo de 150 enfermeras incorporadas por el Govern al grupo de rastreadoras para localizar los contactos que forman parte del entorno próximo de las personas contagiadas. Las rastreadoras están llevando a cabo una excelente labor, y gracias a su aportación se está identificando al 95 por ciento, aproximadamente, de contactos estrechos. Esta es una premisa indispensable para contener los brotes. Sin embargo, falta ese otro cinco por ciento, que corresponde a personas con las que los pacientes han podido mantener una relación casual o esporádica y que, por tanto, son mucho más difíciles de identificar y localizar.

P.- Desde el pasado 1 de julio, se ha reanudado la conectividad internacional. ¿Hay motivos para sentirse inquietos?

R.- A los expertos que asesoramos al Govern no nos preocupa especialmente la apertura de fronteras, siempre que se produzca con países o territorios cuya situación epidemiológica es similar a la nuestra. En cambio, nos causa un mayor desasosiego la relajación de costumbres que caracteriza a la época estival. Supongo que ya sabe a lo que me refiero: la gente está más tiempo en la calle, sale más, frecuenta más espacios sociales y comunitarios, tiene más ganas de divertirse, y todo ello, en una coyuntura como la que nos encontramos en la que el virus no ha desaparecido sino que continúa entre nosotros, nos ha de incitar a la preocupación, pero, sobre todo, a la prudencia.

P.- En estos momentos de la desescalada, ¿qué tipo de contextos o de situaciones les causan, como expertos, una mayor cuota de temor o de recelo?

R.- Especialmente, dos situaciones. La primera son las fiestas ilegales. Se trata de convocatorias masivas, con mucha gente relacionándose e interactuando entre sí, y, a menudo, sin un estricto seguimiento de las medidas de protección. Tenga en cuenta que, normalmente, en estos casos se abusa de la música a alto volumen, y eso obliga a las personas a acercarse mucho para hablar y comunicarse. Además, si se detecta un rebrote en una fiesta, el seguimiento de los contactos resulta extremadamente complicado, ya que en ocasiones los asistentes ni siquiera se conocían. Hace unos pocos días, en Zurich, se puso en cuarentena a 300 personas que habían estado presentes en una de estas fiestas. Es importante que tomemos nota de lo que ocurre en otros sitios para saber hasta dónde podemos llegar y qué debemos abstenernos de hacer.

P.- Hablaba de dos situaciones que le preocupaban. ¿Cuál es la segunda?

R.- Tal vez se sorprenda de lo que voy a decirle, pero la otra situación es la familia. Y me explicaré. Hemos pasado unos meses muy duros, privándonos de visitar a gente a la que queremos, a padres, madres, abuelos, tíos, primos, amigos… No ha sido fácil, desde luego. Por tanto, resulta comprensible que, en este punto del desconfinamiento, todos tengamos muchas ganas de reanudar los almuerzos, las cenas y las actividades en familia para disfrutar juntos y, en cierta manera, compensar este largo período de restricciones. ¿Cuál es el riesgo? Pues que hay quien piensa, muy equivocadamente, que por el hecho de que a quienes va a visitar son familiares suyos, personas muy próximas en las que confía plenamente, ya no existe ninguna posibilidad de contagio. Y, en consecuencia, se relajan las medidas de prevención en mayor medida que si la reunión o el acto social se comparte con gente menos allegada. En definitiva, por mucho que esas personas con las que vayamos a encontrarnos sean familiares o parientes, hemos de adoptar ante ellos las mismas precauciones que si se tratara de desconocidos.

P.- ¿No debemos besarles ni abrazarles?

R.- En principio, besar y abrazar no son comportamientos recomendables. Todavía no. A partir de aquí, cada uno adopta sus propias decisiones y mide el riesgo que supone ceder a un determinado impulso emocional. Ahora bien, los técnicos y expertos seguimos aconsejando la máxima contención, en este aspecto, incluso siendo conscientes de la necesidad que existe, después de tres meses de aislamiento, de recuperar las expresiones de amor y afecto. Volviendo al tema de la reunión familiar, si no podemos resistirnos a dar un beso o un cálido abrazo a nuestra abuela, por ejemplo, hagámoslo, al menos, con mesura, con moderación, midiendo bien los tiempos, sin prologar el vínculo en exceso. Y he citado expresamente a la abuela, porque las personas mayores siguen siendo uno de los colectivos más vulnerables frente al coronavirus y hemos de ser solidarios con ellos y no poner en peligro su seguridad. Igualmente, hay otra escena muy ligada a los encuentros familiares o con amigos que hemos de evitar: las sobremesas que se prolongan indefinidamente. En este caso, el riesgo estriba en que estas conversaciones se llevan a cabo cara a cara, a poca distancia, y sin separación de seguridad, y si duran varias horas, las posibilidades de contagio se incrementan.

P.- Salgamos de la casa y de las reuniones familiares, y vayamos a la calle. Por ejemplo, a la compra. ¿Qué directrices hay que tener presentes?

R.- En estos momentos, es obligatorio entrar a los comercios provistos de mascarilla. Y estoy hablando de cualquier tipo de comercio, grande o pequeño, e independientemente del sector al que pertenezca. Este es un imperativo que también es válido para la asistencia a espectáculos culturales y deportivos. Por su parte, el propietario o encargado de la tienda ha de habilitar en la entrada del local un recipiente o frasco con solución hidroalcohólica o, en su defecto, agua y jabón. En cuanto a los guantes, su exigencia ya depende del criterio de los responsables del negocio. En algunos casos, se reclama al cliente que utilice guantes, y en otros no. Sin embargo, hay que usarlos obligatoriamente para determinadas acciones, como la selección y recogida de fruta, verdura u otros alimentos frescos, aunque esa directriz ya existía, realmente, antes de la pandemia por razones estrictamente higiénicas.

P.- ¿Los padres y madres pueden sentirse tranquilos ante la próxima reanudación de las clases presenciales?

R.- La respuesta es sí, porque se pondrán en práctica todos los protocolos destinados a minimizar los riesgos. La evidencia científica demuestra que el grado de afectación de la enfermedad en el caso de los niños y niñas es muy baja, y normalmente cursa con síntomas muy leves o, incluso, de forma absolutamente asintomática. En cambio, el riesgo que correría toda la sociedad en su conjunto renunciando a las clases presenciales sería mucho más elevado, sobre todo para los colectivos más vulnerables, que hallan serias dificultades para disponer de los medios tecnológicos que precisaría una enseñanza cien por cien telemática y sin asistencia a las aulas. Como es lógico, la presencialidad es la alternativa más adecuada siempre y cuando la situación epidemiológica no empeore. De ser así, deberían adoptarse otras decisiones.

P.- Y, a continuación, un mensaje para los más jóvenes: ¿es seguro salir de marcha por las noches, a pubs y discotecas?

R.- Como usted sabe, el Govern ha autorizado la reapertura de los locales de ocio nocturno, pero con una serie de limitaciones: se ha restringido el aforo, se obliga a mantener una distancia de seguridad entre los clientes, los usuarios han de permanecer sentados en todo momento, y no se puede utilizar la barra ni tampoco la pista de baile. En estas condiciones, es asumible que una persona decida ir a tomar una copa o a divertirse una noche en una discoteca. Por otra parte, además de las normas de obligado cumplimiento que he mencionado antes, hay otras directrices que si bien son de libre seguimiento resultan, a mi entender, absolutamente aconsejables, como acudir a un restaurante o a un local nocturno con una reserva previa. De hecho, algunos empresarios del sector lo están implantando en sus negocios de forma voluntaria.

P.- ¿Qué último mensaje le gustaría trasladar a la población de Balears?

R.- Un mensaje de gran relevancia: está en nuestras manos impedir que la enfermedad se reactive y que siga haciendo mella no solo en la salud, sino también en otros aspectos esenciales de la vida, como la economía y la estabilidad laboral. Hemos de tener muy presentes las reglas de las 3M y añadir, si cabe, otros comportamientos igualmente aconsejables, como evitar los espacios cerrados o determinadas situaciones de riesgo que impliquen un contacto físico excesivamente próximo.

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