Tres de cada cuatro habitantes de Baleares de entre 60 y 69 años están ya inmunizados con las vacunas contra el COVID19

Salud ofrece consejos sobre las reacciones adversas leves provocadas por la vacunación contra el COVID19

El 75,1 por ciento de la población diana de entre los 60 y 69 años de las Illes Balears ya ha recibido la segunda dosis de la vacuna contra el COVID19 y por tanto ha completado la pauta para alcanzar la inmunización. Esto quiere decir, tres de cada cuatro baleares. En total son 88.068 los ciudadanos de las Islas de este grupo que ya tienen protección ante el SARS-CoV-2.

El 96% entre 70 y 79 años, 77.310 ciudadanos, han recibido la pauta completa, así como el 100% de los mayores de 80, 50.175. En el caso del grupo entre 50 y 59 años, ya han recibido las dos dosis 135.321, el 81,6% de la población diana. Los cuatro grupos de edad, más vulnerables y con mayor probabilidad de sufrir complicaciones graves han superado el umbral de la inmunidad de grupo, que la comunidad científica sitúa en el 70 por ciento.

Entre 40 y 49 años se han vacunado 136.438, el 66,2% de la población diana. Entre 30 y 39 años se han inmunizado ya 52.891, el 29%. Entre 20 y 29 años, se han vacunado 16.791, un 12,2%. Entre 12 y 19 años, se han vacunado 2.367, es decir, el 2,5%. Tienen la pauta completa en las Illes Balears 559.361 ciudadanos, el 54,1% de la población.

Ante los efectos secundarios de las vacunas

La Conselleria de Salud y Consumo recuerda que las reacciones generales provocadas por la vacunación contra el COVID19 (fiebre, malestar, dolor de cabeza, dolor en el punto de la inyección, dolores musculares) son leves y se resuelven solos en un plazo de 24 a 48 horas. Cabe señalar que se puede tomar un antitérmico o un analgésico si es necesario.

Se ha constatado que las reacciones adversas son más frecuentes después de la segunda dosis con las vacunas de Moderna y de Pfizer. En cambio, con la de AstraZeneca son más leves y menos frecuentes con la segunda dosis que después de la primera. También se sabe que, en general, son más leves en personas de cincuenta y cinco años o más.

Si quien ha sido vacunado tiene dolor en el punto de la inyección, puede aliviarlo aplicando frío con una compresa fría y moviendo el brazo. Si tiene fiebre, es importante que beba mucha agua y que evite ponerse demasiada ropa, para favorecer la pérdida de calor. Y si tiene malestar general o dolores musculares o en las articulaciones, puede tomar un analgésico o un antitérmico, como el paracetamol, siempre que no lo tenga contraindicado.

En algunas ocasiones la vacunación provoca náuseas o vómitos: hay que beber mucha agua, seguir una dieta blanda y evitar consumir bebidas alcohólicas y con gas, según han recordado hoy fuentes de la Conselleria de Salud y Consumo en un comunicado de prensa. Los recién vacunados son sometidos a observación durante 15 minutos tras la vacuna, a 30 si informan de que sufren algún tipo de alergia.

Hasta que una proporción importante de la población esté vacunada es muy importante que todos, tanto los vacunadas como las no vacunados, mantengan las medidas de prevención: cuantos más estén inmunizados, más baja será la probabilidad de que los demás —particularmente los más vulnerables a sufrir enfermedades graves— se expongan al virus, o al menos a grandes cantidades de virus. La vacunación protege contra el COVID-19 y, sobre todo, contra las formas graves de la enfermedad.

 

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