El Área de Salud de Menorca inicia un estudio pionero sobre la prevalencia de los trastornos del neurodesarrollo en niños de 6 años

El Área de Salud de Menorca estudia la prevalencia de los trastornos del neurodesarrollo en niños de 6 años. Una investigación de la psiquiatra Lorena Francés pretende mejorar la detección precoz de casos de TDAH, TEA, trastornos motores o del aprendizaje, entre otros. En las dos primeras semanas, las familias de 122 niños han accedido a participar en este proyecto.

Entre un 15 y un 20 % de la población infantil padece o podría llegar a padecer algún tipo de trastorno del neurodesarrollo (TND), que afecta a áreas como la intelectual, la motora, la visual, la auditiva, la comunicativa y el lenguaje, o a varias de ellas de manera simultánea. Sus consecuencias perduran toda la vida y la intervención precoz en este tipo de casos es decisiva.

Para conocer y cuantificar la prevalencia de este tipo de trastornos en la población infantil de Menorca y mejorar su detección y diagnóstico, el Área de Salud ha puesto en marcha un estudio dirigido a niños de 6 años. Se trata de una investigación de la doctora Lorena Francés, psiquiatra infanto-juvenil de la Unidad Comunitaria de Salud Mental de la Infancia y la Adolescencia (UCSMIA).

El estudio se desarrolla dentro del programa de doctorado de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense (Madrid). Se lleva a cabo de manera coordinada entre Atención Primaria y Especializada y cumple los protocolos de los departamentos de orientación de los centros educativos, a la vez que cuenta con la colaboración altruista del centro Arrels para agilizar la elaboración de test y pruebas. diagnósticas.

El proyecto se inició el pasado 8 de marzo y, en las dos primeras semanas, 122 familias de niños de 6 años ya han accedido a participar de manera voluntaria y gratuita en este estudio, cuyos resultados se conocerán a final de este año o principios del 2022. El objetivo es alcanzar una muestra representativa de 300 niños, con o sin un diagnóstico previo de TND.

Ello se pretende alcanzar mediante las consultas de pediatría de los centros de salud Dalt Sant Joan, Canal Salat, Es Banyer, Ferreries y las UBS de Sant Lluís y Es Castell, coincidiendo con la revisión de los 6 años pautada en el Programa de Salud Infanto-Adolescente del Ibsalut y contando, naturalmente, con el conocimiento y consentimiento de las familias.

La primera fase consiste en hacer una evaluación general de cada niño, por medio de cuestionarios y test que miden las diferentes áreas a estudiar y signos de alarma, para cribar aquellos con riesgo de presentar alguno o varios tipos de trastornos. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el trastorno específico del aprendizaje suelen ser los más frecuentes.

Le siguen los trastornos por la discapacidad intelectual y el trastorno del espectro autista (TEA). Bajo la categoría de TND también se incluyen problemas en el lenguaje, pérdidas auditivas, trastornos motores y tics, además de otros trastornos neurológicos. Los niños con riesgo de presentar TND pasarán a una segunda fase del estudio para su valoración completa.

Se les realizarán pruebas complementarias, a la vez que se solicitarán informes escolares para incorporar la valoración psicopedagógica a la evaluación de cada caso. En este punto, se descartará o diagnosticará cualquier sospecha clínica y, si procede, el niño recibirá un plan de intervención para que, lo más rápido posible, se pueda minimizar el impacto del trastorno en su desarrollo.

Licenciada en Medicina por la Universidad de Medicina y Odontología de Valencia y especialista en Psiquiatría en el Hospital Obispo Polanco (Teruel), la doctora Lorena Francés se incorporó al Área de Salud de Menorca en 2018. Cuenta con mucha experiencia y formación continuada en el ámbito de la salud mental infanto-juvenil en centros como el Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona).

También ha trabajado en países como Estados Unidos (en el Mental Research Institute, de Palo Alto, California) y Argentina (en la Escuela Sistémica Argentina y Terapia Sistémica Multifamiliar, en Buenos Aires). Ha trabajado como psiquiatra referente en la Unidad de Hospitalización Infanto-Juvenil, Hospital de Día de Adolescentes en Reus y en consultas de infanto-juvenil en el CSMIJ de Tarragona.

Su investigación sobre los trastornos del neurodesarrollo en la población infantil de Menorca está dirigida por el doctor Javier Quintero Gutiérrez del Álamo. Este especialista en Psiquiatría ha completado su formación con estancias en centros de prestigio en Estados Unidos y ha desarrollado su vida profesional en Madrid, entre los Hospitales Ramón y Cajal y la Fundación Jiménez Díaz.

Actualmente es el responsable del Servicio de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor; dirige la Clínica Doctor Quintero y Psikids, centros especializados en psiquiatría y psicología centrados en la atención del niño y del adolescente; e imparte docencia como profesor de Psiquiatría y Psicología Médica en la Universidad Complutense.

En este estudio sobre la prevalencia de los TND en los niños de 6 años trabaja un equipo multidisciplinar de especialistas de pediatría, psicología, psiquiatría y enfermería del Área de Salud de Menorca, así como especialistas en trastornos del aprendizaje, logopedia, psicología y terapia ocupacional del centro Arrels (Ciutadella), dirigido por Jessica Caules.

El estudio pretende elaborar los informes pertinentes con aproximaciones diagnósticas (teniendo en cuenta que los niños están en proceso de desarrollo) para buscar ayudas y derechos dentro del sistema público y agilizar trámites que aseguren una valoración integral y temprana. Cabe destacar que se trata de un estudio piloto pionero a nivel mundial.

Hasta el momento, no se han hecho estudios de prevalencia que estimen la totalidad de los TND según DSM-5 (APA, 2013), sino estudios que valoran TND por separado, siendo el TEA y el TDAH los más estudiados. Se pretende, en un futuro, plantear mejoras en la asistencia pública con el objetivo de que esta sea más integral y multidisciplinar, y que se abarque un rango mayor de edad.

De este modo se conseguiría además el efecto conjunto de lograr que se destinen más recursos y profesionales —de los que actualmente se carece— con el fin de hacer una valoración adecuada y un tratamiento más exhaustivo a lo largo de la infancia, el momento de mayor plasticidad neuronal.

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