Las pastillas comúnmente recetadas para dormir pueden aumentar el riesgo de contraer neumonía hasta en un 50 por ciento y elevar las posibilidades de morir a causa de esta enfermedad, según sugiere una investigación publicada en la edición online de la revista 'Thorax'. Se trata de las benzodiazepinas, que se prescriben para tratar la ansiedad, la epilepsia, espasmos musculares y el insomnio, así como sedante en los cuidados paliativos y para alcohólicos en rehabilitación.
Los autores analizaron los registros médicos de los pacientes cuyos datos habían sido introducidos en la base de datos de la Red de Mejoramiento de la Salud británica, que contiene los registros de más de 9 millones de pacientes de atención primaria. El estudio se centró en casi 5.000 pacientes con un primer diagnóstico de neumonía registrados entre 2001 y 2002 y se comparó cada uno de ellos con seis pacientes, pareados por edad y sexo, y procedentes de la misma práctica. Se evaluó el uso de benzodiacepinas en ambos grupos y se clasificó como «actual», «reciente» o «pasado», además de tenerse también en cuenta el consumo de zopiclona, que no es una benzodiazepina, pero que actúa sobre las mismas vías químicas en el cuerpo.
Los resultados mostraron que las benzodiazepinas se asociaron con un riesgo significativamente más alto (54 por ciento) de contraer neumonía, tras tener en cuenta los episodios anteriores de infección, tabaquismo y otras enfermedades graves y subyacentes, un efecto de magnitud similar a la que se encontró para el uso de zopiclona. Individualmente, las recetas de diazepam, lorazepam y temazepam, pero no clordiazepóxido, se asociaron con un mayor riesgo de contraer neumonía.
Un segundo análisis mostró que el riesgo de morir dentro de los 30 días de haber sido diagnosticado con neumonía fue un 22 por ciento mayor entre los que tomaban benzodiacepinas y un 32 por ciento mayor en los tres años siguientes al diagnóstico. Diazepam, clordiazepóxido, lorezapam y temazapam de forma individual están asociadas con el riesgo a largo plazo de muerte en estos pacientes. Los autores advierten que sus hallazgos no prueban definitivamente la causa y el efecto sino que sugieren que puede ser motivo para una mayor investigación. «Dado el uso generalizado de los medicamentos de benzodiazepina, se necesitan más estudios para evaluar su seguridad en el contexto de la infección», concluyen los investigadores del estudio.