Salud Pública de la CAIB recomienda precaución para evitar intoxicaciones alimentarias ante la subida de las temperaturas propia del verano

JUAN RIERA ROCA
Ante la subida de temperaturas propia de la temporada de verano, el Servicio de Seguridad Alimentaria y Nutrición de la Dirección General de Salud Pública y Participación de la Conselleria de Salud de la CAIB recuerda la importancia de incrementar las medidas de precaución para evitar las intoxicaciones alimentarias que pueden producir enfermedades graves.

Seguridad Alimentaria recuerda que hay muchos microorganismos (bacterias, virus, parásitos…) que al estar presentes en los alimentos son causantes de enfermedades. Los más frecuentes en los alimentos son Salmonella, Campylobacter, Clostridium botulinum, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Listeria monocytogenes, Norovirus y Toxoplasma .

Pueden causar fiebre, diarrea y vómitos, y, en los casos más graves, desencadenar enfermedad renal, desórdenes del sistema nervioso, enfermedad fetal en mujeres embarazadas, y en el caso de adultos immunodeprimidos y niños incluso pueden provocar la muerte, por lo que Salud Pública recomienda adoptar medidas de precaución.

Destacan la importancia de las meidas relacionadas con la conservación y tratamiento de los alimentos para reducir o eliminar el riesgo de intoxicación, como es el caso de la limpieza, como uno de los factores más importante para prevenir enfermedades de origen alimentario y así, enumeran una serie de consejos prácticos:

Limpieza de manos: hay que lavarse las manos tras ir al baño, estornudar, toser o sonarse la nariz; manipular carne y pescado crudos, y huevos; sacar la basura o tocar dinero, acariciar a las mascotas, estar en contacto con una persona enferma o cualquier otra situación de riesgo y siempre antes de manipular la comida. Si se tienen heridas hay que cubrirlas con apósitos.
Este año, más que nunca, hay que lavarse las manos.

En caso de manipulación de alimentos el gel hidroalcohólico no sustituye al lavado de manos: Si las manos están sucias el gel hidroalcohólico no hace el efecto esperado. Se aconseja también no utilizar el mismo plato y utensilios para manipular alimentos crudos y cocinados sin limpiarlos entre cada uso.

Servir alimentos cocinados en platos limpios y con utensilios y manos limpios. Limpiar las superficies de elaboración de alimentos cada vez que sea preciso y al cambiar de actividad. Usar ropa limpia para elaborar alimentos. Limpiar y desinfectar regularmente (por ejemplo cada mes) el interior del frigorífico, y siempre que presente suciedad.

Hay alimentos que necesitan frío para conservarse y evitar la proliferación de microorganismos patógenos. La temperatura ideal de refrigeración está entre los 0 y los 5 °C, y si se mantienen en el congelador al menos a -18 °C.

Es imprescindible introducir enseguida los alimentos en la nevera tras la compra para conservar la cadena de frío. Es importante revisar regularmente su temperatura.

Almacenar separadamente los productos crudos, como por ejemplo la carne, el pescado y la verdura del resto de comida del frigorífico.

Los alimentos deben colocarse de forma adecuada y dejando espacio entre unos y otros para que circule el aire frío.

En el estante superior, colocar los productos elaborados y los alimentos cocinados.

En la parte central, colocar los productos tales como la carne fresca y los huevos, siempre cubiertos.

La parte baja del frigorífico es la más fría y donde deben colocarse los productos frescos.

Si se lleva comida en una nevera isotérmica para un picnic, hay que llevarla llena de hielo o pilas de hielo congelado.

Evitar abrir la nevera de forma reiterada para que los alimentos se conserven fríos más tiempos.

También es muy importante la revisión del marcado de fechas de los productos para evitar consumir los caducados.

Revisar regularmente el contenido del frigorífico para evitar la presencia de alimentos en descomposición que puedan contaminar el resto de productos.

Es importante seguir las indicaciones del etiquetado del producto a la hora de almacenarlo.

Es fundamental en la preparación de los alimentos y en su almacenamiento mantener el orden correcto de separación entre alimentos crudos y cocinados para evitar la contaminación cruzada.

Es imprescindible separar la carne y el pescado crudos, el marisco y las verduras de los alimentos listos para su consumo.
Evitar utilizar los mismos utensilios para manipular los alimentos crudos y los que se deben comer al momento.

En la nevera es importante mantener separados los alimentos en envases independientes y/o tapados, para evitar la contaminación por otros alimentos que hay en el frigorífico.
4. Descongelación

La descongelación no debe hacerse a temperatura ambiento puesto que la temperatura ambiente favorece la proliferación de bacterias.

La descongelación debe hacerse en la nevera o en el microondas en la posición de descongelación.

Una vez descongelados los alimentos, cocinarlos enseguida.
Los alimentos descongelados no tienen que volver a congelarse, salvo que se cocinen.

Los alimentos listos para consumir son alimentos que no necesitan recalentar o cocinar antes de su consumo: sándwiches, ensaladas, quesos, embutidos, pescado ahumado, pasteles, etc.

Este tipo de alimentos deben preparar de forma cuidadosa para evitar su contaminación.

No utilizar alimentos listos para consumir una vez pasada la fecha de caducidad.

En la elaboración de comidas, tener en cuenta que la temperatura correcta de cocinado tiene que llegar al centro de la pieza: al menos 65 °C.

Dado que las temperaturas de las cocinas son altas, es importante mantener los alimentos refrigerados siempre, y solo tenerlos a temperatura ambiente el tiempo imprescindible.

Enfriar alimentos cocinados: es muy importante que se enfríe pronto. Por lo tanto, si se ha colocado la comida en un recipiente de tamaño grande, es conveniente dividirlo en varias fracciones, para conseguir que se enfríe.

Especial cuidado con alimentos muy perecederos, especialmente los que lleven huevo (evitar el huevo crudo), y la carne picada.

Mantener los alimentos a temperatura de refrigeración. Especial cuidado con los picnics.

Los alimentos cocinados que vayan a estar un rato a ser consumidos deben volver a calentarse.

Limpieza y desinfección de fruta y verdura. Utilizar lejía de uso alimentario, y hacer la dilución según lo que indique la etiqueta. Generalmente 1 cucharadita de postre por cada 3 litros de agua, durante 5 minutos, y remojar abundantemente.

Si no tienes claro que un alimento puede consumirse, no lo dudes, tíralo.

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