La Dra. Margalida Frontera, bióloga y bioquímica, con una gran trayectoria investigadora, es la responsable de la Unidad de Infraestructuras y Plataformas del Instituto de Investigación Sanitaria de las Islas Baleares (IdISBa). Recientemente fue la invitada de excepción de la tertulia sanitaria del programa Salut i Força, dirigido por Carlos Hernández y presentado por Laura Calfat, con los contertulios Margalida Gili, catedrática de Psicología; Pere Riutord, vicedecano de Odontología y Antoni Bennasar, jefe de Traumatología del Hospital de Inca y presidente del Consell Social de la UIB. Esta entrevista en papel es una introducción a aquella televisiva, emitida por Fibwi TV.
Laura Calafat.— ¿En qué proyectos está trabajando en estos momentos?
Margalida Frontera.— Ahora mismo, como responsable de la Unidad de Infraestructuras y Plataformas del IdISBa, estamos en un momento efervescente, con múltiples proyectos en marcha, en colaboración con la dirección del Instituto y con el resto del equipo de plataformas, que son más de 30 personas. El proyecto estrella que tenemos entre manos es la creación de la Unidad Balear de Investigación Clínica y Ensayos Clínicos, inaugurada hace dos meses, y que estamos en fase de mejora de esta unidad, gracias a una financiación que recibimos del Instituto de Salud Carlos III, que nos permitirá mejorar estas instalaciones para hacer posible hacer mejores ensayos clínicos, en fases iniciales sobre todo, así como mejorar las condiciones para los pacientes.
Antoni Bennasar.— ¿Cómo está la investigación en nuestra comunidad?
Margalida Frontera.— El estado de la investigación en nuestra comunidad tiene en estos momentos claros y oscuros. Tiene aspectos muy claros y muy brillantes, como es el hecho de que la producción científica de nuestros investigadores siga con una tendencia muy positiva desde hace muchos años. Su producción científica es de mucha calidad y de mucha cantidad, cada vez entramos más en proyectos europeos, en grandes plataformas y redes. Eso es algo de lo que estamos muy orgullosos. Por otra parte, hemos de mejorar en otros aspectos. Hemos de mejorar en algo que aparece en todas las estadísticas de todos los años: Nuestra comunidad es de las últimas en financiación de actividades de investigación y desarrollo, y por mucho que se intenta no se llega a los niveles y a la intensidad de las actuaciones que se han de hacer para alcanzar la media del resto del país; no digamos el nivel de Europa. Es una situación en la que creo que se ha de trabajar, aunque solo sea por una cuestión de justicia hacia los investigadores, que por otra parte sí que están en la media o por encima de otros indicadores de resultados del resto de Europa y del Mundo. El IdISBa tiene una financiación basal, por parte del Govern balear, de aproximadamente 1,7 millones de euros, pero su presupuesto es de 12, 13 o 14 millones de euros y con tendencia ascendente. La diferencia es dinero que no viene del Govern balear, que se ingresa en el IdISBa tanto por la actividad de colaboración con la empresa privada, con farmacéuticas, por ejecución de ensayos clínicos, como por proyectos competitivos de España y de Europa, e incluso de los EEUU, con los que hemos tenido experiencias. Hay pocos sectores de la actividad pública en Baleares que generen tanta riqueza, que sean capaces de traer tanta financiación de fuera de las Islas, como lo hace la investigación. Y eso, poniendo el ejemplo del IdISBa, pero estoy segura que con la UIB es lo mismo.
Margalida Gili.— Los investigadores tenemos la impresión de que en ocasiones este trabajo no llega a la cabecera del enfermo. ¿Hay alguna estrategia para mejorar eso?
Margalida Frontera.— Sí. De hecho, los institutos de investigación sanitaria acreditados por el Instituto de Salud Carlos III, como el propio IdISBa, nacieron para intentar favorecer que ese gab que había entre la investigador que hacía el investigador en la universidad o en la academia, en su despacho o en su laboratorio, pudiera llegar al enfermo. Juntar investigadores tan académicos, de la Universidad, como investigadores clínicos, en un ámbito hospitalario o de atención primaria, y ponerlos en común para que puedan unificar sus estrategias, es una de las razones de existir de institutos como el IdISBa. Pero ahora nos hemos dado cuenta de que no solo hemos de salvar ese gab. Es importante saber lo que esperan los pacientes de los investigadores, lo que esperan que se llegue a solucionar. En ocasiones, a los investigadores les ha costado entender que tenían que escuchar más a los pacientes para saber hacia dónde debían dirigir las investigaciones, en dónde debían estar las prioridades. Ahora mismo se están poniendo estrategias en marcha en el IdISBa en este sentido. El 10 de junio se organiza la primera jornada de investigación y asociaciones de pacientes, donde se intentará ponerles en común para que puedan intercambiar puntos de vista, e intentar que el paciente esté más implicado en el desarrollo de la investigación.
Pere Riutord.— ¿Ha sido la puesta en marcha de la Facultad de Medicina de la UIB clave para la acreditación y desarrollo del IdISBa?
Margalida Frontera.— Sin ninguna duda. Los estudios de Medicina han sido fundamentales en muchos aspectos. Y no solo porque tenemos un déficit de profesionales y estos estudios iban a cubrir una necesidad real de la sociedad, una cuestión de justicia y de equidad para los estudiantes y los ciudadanos de Baleares. Pero es que además, tener estudios de Medicina era un requisito para poder acreditar el IdISBa como instituto de investigación sanitaria por parte del Instituto de Salud Carlos III. Y así fue. Se pusieron en marcha los estudios de Medicina y poco después se pudo acreditar el IdISba. Los estudios de Medicina han supuesto un impulso muy importante para los profesionales sanitarios y clínicos, los médicos entre ellos, tienen una vocación docente que los impulsa a mantenerse actualizados, seguir investigando y generando resultados científicos. Esto se ha visto en los programas de doctorado de la Universidad, en los que se matricula tanta gente que hay lista de espera para doctorarse en Medicina. Esto no pasaba antes, es consecuencia directa de la implantación de los estudios de Medicina. Y todo esto redunda en tener profesionales sanitarios que están más formados y más actualizados y, finalmente, el beneficio es para los pacientes, que somos todos.
Laura Calafat.— ¿Qué recuerda de la pandemia y del desconfinamiento, que usted dirigió y que el Gobierno de España puso como ejemplo?
Margalida Frontera.— Fue muy duro para todos los que trabajaron en ello y no voy a hacer comparaciones con los esfuerzos que tuvieron que hacer algunos colectivos, como el de los profesionales sanitarios. Siempre recuerdo que me impresionó mucho el primer día que fui a hacer la compra y vi a los cajeros y las cajeras de los supermercados, con mucho miedo, pero haciendo su trabajo, porque eran personal esencial. Los que estuvimos en la gestión de la pandemia no lo recordamos como un tiempo agradable, fue muy duro. Hubo mucho trabajo pero fue un trabajo muy compartido con mucha gente. Todavía me sorprendo cuando recuerdo a gente que nunca saldrá en ninguna entrevista ni en ningún reportaje, funcionarios de la Conselleria, personal de la limpieza… Tantísimos colectivos que hicieron un esfuerzo increíble para conseguir que todos saliéramos lo menos mal parados posible.
Laura Calafat.— ¿La Facultad de Medicina ha dado mucho prestigio, verdad?
Margalida Frontera.— Sí, totalmente. La Facultad ha dado mucho prestigio porque ha habido un grupo trabajando para que estos estudios fueran un éxito y que lo ha conseguido. Los profesores, el Rectorado de la Universidad, los profesionales del Ibsalut que han trabajado para que las instalaciones funcionaran, los que se han coordinado con las diferentes unidades de docencia de los hospitales y de Atención Primaria… Al final, todo esto es siempre un éxito colectivo.
Antoni Bennasar.— ¿Cómo comienza un investigador en el proceso de hacer investigación, en el sentido de decir “creo que por aquí vamos bien”?
Margalida Frontera.— Es una pregunta complicada porque no hay una sola respuesta, pero en general, en la gran mayoría de ocasiones, hemos de volver al equipo. La ciencia se hace en equipo. Ya no queda casi nadie que haga ciencia en solitario. Es verdad que hay líderes, quienes, normalmente, comenzaron siguiendo a otros líderes y profundizando en una línea de investigación, o abriendo puertas a nuevas respuestas o a nuevas líneas de investigación. Normalmente, la idea, la curiosidad, te viene de algo que ya conoces muy bien. Cuando conoces algo muy bien sabes hacer las preguntas adecuadas para las cuales aún no hay respuesta. Y es entonces cuando puedes intentar profundizar. Sin tener un conocimiento profundo y muy experto de un tema es difícil hacerse buenas preguntas. Desde el IdISBa, desde la Universidad, lo que hacemos es dar mucho apoyo al investigador para que esta investigación no la haga solo, que la pueda hacer acompañado de gente que le ayude a dirigir la pregunta, a escoger la mejor técnica, el mejor diseño experimental. Sobre todo porque si estamos hablando de profesionales sanitarios sabemos que no tenéis mucho tiempo, por lo que todo el apoyo que se os pueda dar a responder estas buenas preguntas es fundamental para que podáis hacer esa investigación.