La Facultad de Medicina de la UIB se prepara la realizar las pruebas de Evaluación Clínica Estructurada

JUAN RIERA ROCA / El Modelo de Bolonia que desde 2010 ha reformado el sistema docente superior ha introducido en la carrera de Medicina las llamadas ECOE, siglas de Evaluación Clínica Estructurada y que consisten en un examen práctico que ha de superar el futuro médico, demostrando que domina el proceso de diagnosticar.

El doctor Jorge Juan García Seoane, profesor del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, es el coordinador de las ECOE de la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España. Esta semana ha visitado la UIB para preparar estas pruebas.

Aún faltan dos años para que los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universitat de les Illes Balears se enfrenten a las ECOE. Estas pruebas se realizan como requisito previo necesario para que el alumno pueda iniciar el Trabajo de Fin de Grado (TFG), en el que se iniciará en la investigación biomédica.

A diferencia de otras carreras cuyo periodo básico es de solo 4 años, tras el que se obtiene el Grado, al que se suele optar por sumar un quinto año, dedicado a un máster (obligatorio si se quiere acceder al doctorado), los estudiantes de Medicina con un ciclo inicial de seis años, obtienen directamente el nivel de máster.

Para ello no solo han tenido que realizar un periodo más largo, sino que a las pruebas habituales deben sumar la superación de esas ECOE y luego el TFG. La carrera no acaba ahí. Como es sabido hay que realizar un periodo MIR de especialización en un hospital universitario si se quiere trabajar en la sanidad pública.

Pero para llegar hasta ahí hay que superar las ECOE. Se trata ―como ha explicado el doctor García Seoane a Salut i Força― de evaluar la capacidad clínica del estudiante sometiéndolo a lo que se denominan “estaciones” y que en número de 20 servirán para comprobar si domina el proceso diagnóstico.

En cada una de estas estaciones el alumno se encuentra con un paciente estandarizado. Eso significa una persona muy entrenada para mostrar una serie de síntomas y para relatar un estado al futuro médico a la que éste debe acceder con las técnicas de interrogatorio que ha aprendido para realizar una historia clínica.

Al interrogatorio al paciente para realizar la historia clínica o anamnesis, el estudiante unirá los exámenes físicos que realizaría en cada caso a un paciente real a medida que descubría las pistas sobre su estado de salud. Los pacientes serán actores. La UIB ya trabaja con la Escuela Superior de Arte Dramático (ESADIB).

«Dado que el paciente no es real, el alumno recibirá la información que obtendría del examen médico si va dando los pasos adecuados ―explica García Seoane―, es decir, se le dará a oír lo que oiría por el fonendoscopio, o lo que notaría en cada una de las exploraciones al paciente, si lo que va haciendo es lo correcto.

Cada una de las veinte estaciones, colocadas en un orden lógico, llevarán al estudiante a ser evaluado en los distintos procesos diagnósticos: «Desde el trato con el paciente para la realización de la anamnesis y exploraciones, a pruebas complementarias, interpretación de análisis…», explica el profesor.

Las ECOE obligarán al estudiante no solo a examinar, preguntar y analizar resultados, sino a tomar también decisiones que pueden ser de urgencia, como ―si es el caso en función del paciente que se le muestra― a demostrar que sabe realizar una reanimación cardio pulmonar o a colocar una sutura.

Cada una de estas estaciones tendrá una duración estimada de 10 minutos. El tiempo del que el futuro médico dispondrá para mostrar que sabe hacer lo que deberá hacer cada día en su consulta, se parece también bastante al mínimo que se debería utilizar, según los expertos, con cada paciente en un centro de salud.

En los casos en los que las habilidades médicas no puedan tener por paciente (nunca mejor dicho) a una persona de carne y hueso el estudiante de Medicina podrá utilizar dummies, maniquíes y simuladores en el proceso, todo lo más real posible para que se asemeje a la práctica clínica verídica con pacientes.

El estudiante se encontrará en las ECOE con un actor o paciente simulado, un evaluador, que será un MIR o un médico, normalmente no conocido por el alumno, electrocardiografías o imágenes dermatológicas, la posibilidad de ser sometido a preguntas cortas y un simulador o maniquí.

Publicaciones recientes

Publicaciones recientes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Menú

Por favor, ayúdanos a promocionar la salud.

Al hacer clic en cualquiera de estos botones nos ayudas promocionar la salud.