Cambiar el reloj una hora más o una hora menos: ¿Cuestión de preferencia social o de salud?

Juan Riera Roca /

¿Horario de invierno y horario de verano todo el año? La Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios Españoles cree que la vida debería adaptarse al ritmo solar de Greenwich, por lo que desde esta entidad se propone que España tenga el huso horario de Portugal en invierno, lo que supondría que el día más corto del año anochecería a las cinco de la tarde.

Esta propuesta deriva del debate abierto en las últimas semanas sobre la propuesta de la UE y que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell ha manifestado que tal vez España tendría que adoptar, tras la propuesta la propuesta del presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, sobre la posibilidad de prescindir de los actuales cambios de hora dos veces al año.

La iniciativa se basa en una consulta pública comunitaria en la que la mayoría de los consultados prefirió mantener el horario de verano todo el año. Lo más visible de esta propuesta en Baleares sería, por ejemplo, que algunos días de invierno a las 0900 de la mañana aún sería de noche, aunque no llegaría a atardecer tan pronto como con los actuales cambios de horario de invierno.

AHORRO Y ADAPTACIÓN

Muchas personas se preguntan a qué se deben estos cambios dos veces al año, que aunque solo son de una hora más o una hora menos una noche de sábado a domingo, tienen un efecto directo (aunque muy transitorio) sobre los organismos de muchas personas sensibles y a largo plazo se supone que generan un ahorro del gasto energético en forma de producción de luz de calor.

“Millones de ciudadanos han dicho que ya no quieren seguir cambiando los relojes, en el último fin de semana de octubre, cuando se atrasaba una hora el reloj. La CE hará lo que piden”, afirmó Juncker en declaraciones que recoge el periódico Cinco Días en su edición del 1 de septiembre. 4,6 millones encuestados, sobre los 500 millones de europeos quieren dejar de cambiar el reloj.

La empresa española también quiere suprimir los cambios horarios, según declaró el director de relaciones laborales de la CEOE, Jordi García Viña. La Patronal considera que la propuesta de será beneficiosa y no perjudicará a las empresas, aunque cualquier nieva distribución del tiempo de trabajo deberá ser pactada en la negociación colectiva.

CONSEJO DE MINISTROS

Aunque la pregunta que le corresponde hacerse a un medio de comunicación especial i – zado en la salud es ?más allá de lo que le gustaría a la gente o de lo que convendría a la empresa? si un horario es más o menos saludable, si es mejor ir con la hora solar, una hora más como en invierno o dos más como en verano, que es lo que en España nos hemos acostumbrado desde que este modelo se impuso en 1940.

Quienes han puesto hilo a esta aguja han sido los científicos del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia, quienes en el caso de que la UE decida dar carta blanca a los estados, apuestan por cons e r v a r todo e l año en el horario de invierno (GMT +1). El ministro de Exteriores, Josep Borrell, no descarta ponerse en hora con Portugal, tal como ya se ha informado y el Consejo de Ministros creó el viernes 07/09/18 la comisión de expertos que lo estudiará.

Mantener todo el año horario de verano, como propone la Comisión Europea, significaría ir dos horas por delante del sol (de la hora solar) durante todo el año. En Galicia, por ejemplo, no amanecería hasta las 9.30 de la mañana en invierno o en Palma de Mallorca no lo haría hasta las 09.00 y los niños entrarían en el colegio y los empleados en su trabajo aun siendo noche.

DIFICULTAD PARA DORMIRSE

Para los expertos del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Murcia que anochezca más tarde, como sucede en verano, haría que los niños y adolescentes tuvieran dificultades para dormirse en el periodo invernal vinculado a la entrada en la escuela. Al mismo tiempo, ese dormirse mal por exceso de luz llevaría despertase peor con falta de ella, de hecho, a despertarse en muchas ocasiones siendo noche cerrada.

Los expertos en esa ciencia que es la cronobiología admiten que socialmente tener las tardes más luminosas puede tener efectos beneficiosos a nivel social, dado que al finalizar la jornada laboral sería más fácil realizar alguna actividad deportiva o social, mientras que el prematuro oscurecimiento lleva a muchas personas a recogerse en casa. El turismo también se beneficiaría.

El lado negativo viene de nuevo de parte de la salud. Los expertos señalan que lo mejor sería dormirse de noche y despertarse al alba, y no al revés. Y ello porque de lo que se trata es de dormir el número de horas adecuado y necesario y dormirlo bien. Resulta que los españoles ya dormimos menos (entre 30 y 40 minutos de media) que el resto de los ciudadanos europeos.

DORMIRSE DE NOCHE, DESPERTAR DE DÍA

Del mismo modo, no solo es recomendable dormirse de noche y despertarse de día, sino que comenzar la actividad diaria con luz es mejor que hacerlo aún de noche. Los cambios de una hora menos y una hora más ?que ahora gran parte de los ciudadanos de la Unión Europa rechaza? se conciben como una ayuda al cuerpo a adaptarse al acortamiento natural de los días.

Se admite que el cambio de hora puede causar cierta confusión cerebral, aunque poca, ya que se considera que una hora es muy poco tiempo para que suponga un desajuste importante, un cambio no tiene importancia médica, aunque hay personas mayores que se quejan, por ejemplo, de problemas derivados de los desajustes del apetito al adelantarse o retrasarse la hora de comer.

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles insiste en que científicos, astrónomos y médicos aseguran que los husos solares son los que más influyen en la salud y la vida de las personas. Desde esta comisión se rechaza que los niños ?por poner un ejemplo?se tuvieran que acostar de día en junio y que una larga tarde no mejora la salidas a cenar o de copas.

EFECTOS MÁS GRAVES

Otras fuentes indican que el cambio de horario tiene consecuencias en el organismo, como por ejemplo, que una hora menos de sueño los primeros días tras el cambio de horario induce cansancio y estrés, y un 5% más en casos de ataque al corazón. Además ?señalan otros expertos? con la gente más cansada, hay más accidentes laborales, menos concentración y productividad.

Expertos médicos de la Compañía de Seguros Sanitarios Sanitas explican en su página web www.sanitas.es que los múltiples estudios sobre cómo adelantar una hora los relojes el último fin de semana de marzo puede afectar al organismo, aunque ninguno de ellos aporta resultados concluyentes sobre cambios en los ritmos circadianos. Sí modifica la secreción de melatonina.

La melatonina es una hormona que regula los estados de vigilia y sueño en función de la luz solar: a más luz se produce menos melatonina, por lo que la función de inducir el sueño que tiene esta hormona se produce de forma más tardía. Dado que el horario de trabajo sigue siendo el mismo, el cuerpo siente, si no se cambia el horario, que se levanta una hora antes.

COMO EL JET-LAG

Es un efecto similar al que se produce con el jet-lag cuando se viaja en avión a un país con un uso horario diferente, destacan los expertos de Sanitas.

Y añaden que esta desregulación en la secreción de melatonina es suficiente para que el organismo se resienta y aparezca el cansancio, la fatiga o la irritabilidad de las personas. A quienes más afecta es a los niños y las personas mayores.

Niños y mayores tienen una mayor sensibilidad ante estos cambios hormonales. Los expertos sanitarios aseguran que cualquier caso el organismo se recupera rápidamente y se adapta rápidamente, en apenas tres días, al cambio de hora regulando nuevamente los ritmos circadianos. Con todo, se avisa que el cambio de primavera podría relacionarse con más infartos, aunque esa media se reduce con el horario de otoño.

Otro tanto parece ocurrir con suicidios y accidentes de tráfico, según explican expertos de la compañía de seguros médicos Sanitas en un artículo en su página web: “Se dan más en los tres días posteriores al cambio horario primaveral y menos en el otoñal. Sin embargo, son planteamientos no generalizables y que, en todo caso, deberían ser circunscritos a personas muy sensibles.”

Jaume Orfila
Asesor Científico
de Salut i Força

Situación de privilegio

La localización geográfica de las Baleares minimiza cualquier efecto que pueda generar el anunciado cambio de hora sobre el organismo. Muchas funciones fisiológicas están sincronizadas con el ciclo día noche. Su relación con la luz y con la posición relativa de la luna cambia en esta situación de una forma muy poco importante aunque se proceda a la modificación de los horarios oficiales.

Las coordenadas geográficas muestran que estamos entre los 40º5’48’ y 38º40’30’ de latitud Norte; nos sitúan en la zona más meridional del continente europeo y por tanto con el clima más templado, con los ciclos de luz más amplios, con alta visibilidad e intensa luz solar en la práctica totalidad de días.

Con respecto al resto del país, nuestra localización entre el 1º12’47’ y los 4º19′ de longitud Este, nos informa que somos la parte de España en la que antes aparece el sol de todo el estado. Baleares es la comunidad más centrada de todo el país con respecto al resto de europa. Villacarlos el primer municipio de España en ver salir el sol siendo, el verdadero levante español.

En estas circunstancias, el lugar de privilegio de las islas en la encrucijada europea hace que la repercusión que puede tener sobre su salud un cambio de hora oficial sea prácticamente nula y por descontado, la menor de toda la unión europea.

Es previsible que cualquier decisión que se tome, desde el punto de vista de la salud, nos afectará entre poco y nada.


¿Qué son los ritmos circadianos?

J. r. r.

La Biología estudia los ritmos circadianos (del latín circa, que significa ‘alrededor de’ y dies, que significa ‘día’) como las oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo.

Todos los animales, las plantas y todos los organismos muestran algún tipo de variación rítmica fisiológica (tasa metabólica, producción de calor, floración, etc.) que suele estar asociada con un cambio ambiental rítmico.

En todos los organismos eucariotas así como muchos procariotas se han documentado diferentes ritmos con períodos que van desde fracciones de segundo hasta años. Si bien son modificables por señales exógenas, estos ritmos persisten en condiciones de laboratorio, aun sin estímulos externos. Las modificaciones horarias y por ende del ritmo de sueño, puede tener efectos a considerar en esos ritmos circadianos.

Una serie de procesos biológicos están subordinados al ciclo circadiano. Entre ellos podemos citar la enzima hexokinasa, la regeneración del epitelio intestinal y la producción de una serie de hormonas.

Se considera que el ciclo circadiano cambia según estaciones (ritmos circanuales) y que las concentraciones de hormonas en sangre varían, según otros factores, como la edad o el estado de salud.

También se sabe que existen retrasos en el ciclo biológico femenino; un retraso del estradiol de un día si hay un traslado de una región de alta presión a baja presión y de baja temperatura a alta temperatura.

Recientemente, se ha postulado que muchas células no nerviosas poseen también ritmos circadianos, y comparten con el NSQ la maquinaria molecular circadiana (es el caso de los denominados genes reloj).

Las células hepáticas responden a los ciclos alimentarios más que a la luz. Este y otros tipos celulares que tienen sus propios ritmos se llaman osciladores periféricos.

Estos tejidos incluyen: el esófago, pulmones, hígado, bazo, timo, células sanguíneas, células dérmicas, glándula suprarrenal entre otras. Incluso el bulbo olfatorio y la próstata experimentarían oscilaciones rítmicas en cultivos in vitro.

La alteración en la secuencia u orden de estos ritmos tiene un efecto negativo a corto plazo. Muchos viajeros han experimentado el jet lag, con sus síntomas de fatiga, desorientación e insomnio.

Además del alcohol, algunos desórdenes psiquiátricos y neurológicos, como el trastorno bipolar y algunos desórdenes del sueño, se asocian a funcionamientos irregulares de los ritmos circadianos en general, no sólo el sueño.

Se ha sugerido que las alteraciones de ritmos circadianos en el trastorno bipolar son afectadas positivamente por el tratamiento clásico de este trastorno, el litio. La alteración de los ritmos circadianos a largo plazo tendría consecuencias adversas en múltiples sistemas, particularmente en el desarrollo de exacerbaciones de enfermedades cardiovasculares.

La periodicidad de algunos tratamientos, en coordinación con el reloj corporal, podría aumentar la eficacia y disminuir las reacciones adversas en forma significativa.

Por ejemplo, se ha demostrado que el tratamiento coordinado con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECAs) reduce, en forma más marcada que el tratamiento no coordinado con el mismo fármaco, los parámetros de presión arterial nocturna.

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