OncoDNA ofrece nuevas evidencias de la utilidad de los estudios genómicos combinados de biopsia sólida y líquida en cáncer, técnica que también investiga el IdISBa

Juan Riera Roca /
Un estudio, publicado por el «Journal of Cancer Metastasis and Treatment», y realizado por cintíficos de OncoDNA, compañía proveedora de tecnologías de atención en este campo clínico presenta nuevas evidencias de la utilidad de los estudios genómicos combinados de biopsia sólida y líquida en cáncer.

En un 86% de los casos analizados esta técnica proporcionó información molecular valiosa para que el oncólogo pudiera dar con el tratamiento más adecuado. En el 97% de los casos la combinación de estudios proporcionó valor clínico adicional prediciendo sensibilidad o resistencia a terapias dirigidas.

Con la validación de estos avances siguen apareciendo nuevas evidencias de la utilidad de los estudios genómicos para que el oncólogo pueda ampliar sus conocimientos sobre cómo tratar un determinado tipo de cáncer. Una de las últimas ha sido publicada por el «Journal of Cancer Metastasis and Treatment».

El artículo se titula «The combined analysis of solid and liquid biopsies provides additional clinical information to improve patient care», es decir, el análisis combinado de biopsias sólidas y líquidas proporciona información clínica adicional para mejorar la atención al paciente).

Según este estudio, en un 86% de los más de 350 casos analizados el estudio combinado de biopsia sólida y líquida proporcionó información molecular muy valiosa, diferente de la que ya se había obtenido anteriormente, que ha servido para que el oncólogo pudiera dar con el tratamiento más adecuado.

El documento refleja un estudio detallado de las mutaciones genéticas discrepantes entre los dos tipos de biopsia que tienen un impacto funcional en la proteína correspondiente. En el 97% de los casos estas mutaciones adicionales que se detectan en la biopsia líquida proporcionaron valor clínico.

De este modo los resultados de las biopsias líquidas predicien sensibilidad o resistencia a terapias dirigidas. Este estudio ha sido elaborado por Ana Finzel, Gregori Ghitti y Jean-François Laes, un equipo científico especializado en medicina personalizada y oncología de precisión de OncoDNA.

El objetivo era si la información genética proporcionada por secuenciación de biopsias sólidas y líquidas puede arrojar luz sobre la heterogeneidad del tumor y comprender la utilidad clínica de agregar perfiles sanguíneos al análisis tisular estándar en el paciente de cáncer.

Se ha analizado la información recabada de 351 pacientes con tumores sólidos en estadio IV para los que se disponía de perfiles moleculares de sus biopsias sólidas y líquidas, con un enfoque en la información molecular discrepante encontrada entre muestras de tejido y sangre.

Éstos se caracterizaron molecularmente desde mayo de 2016 a noviembre de 2017 utilizando el estudio OncoSTRAT&GO, que combina el análisis por NGS de variantes genéticas en las biopsias sólidas y líquidas, según han informado fuentes de la compañía OncoDNA.

La llegada de estudios de ultrasecuenciación ha demostrado que los cánceres humanos muestran mutaciones genéticas temporales (diferentes durante el curso de la enfermedad) y heterogeneidad espacial intratumoral, que albergan subclones con aberraciones genómicas compartidas y únicas que responden de manera diferente a los tratamientos.

La discrepancia espacial puede explicarse por la heterogeneidad dentro del tumor primario y por la presencia de metástasis. Impulsado por el modelo darwiniano, durante el proceso metastásico se produce una selección de los clones ‘más eficientes’, debido a fuerzas externas tales como el tratamiento dado al paciente o al entorno del tumor, por ejemplo, la presencia de hipoxia, evalúa el artículo.

El IdISBa también investiga la biopsia líquida

La Dra Antònia Obrador, investigadora del IdISBa

La Dra Antònia Obrador Hevia es la investigadora principal del Grupo de Terapias Avanzadas y Biomarcadores en Oncología Clínica del Instituto de Investigación Sanitaria de Baleares (IdISBa), que investiga en el ámbito del cáncer del pulmón, con el desarrollo de las biopsias líquidas.

Eventos como la secuenciación del genoma humano –hace años una herramienta con la que tan solo se podía soñar, han llevado a este equipo multidisciplinar, integrado por oncólogos, patólogos y biólogos a explorar las mutaciones de los genes, llave para entender las claves ocultas del cáncer.

El equipo del que la Dra Obrador es investigadora principal trabaja con tecnología punta sobre las mutaciones genéticas y operar sobre ellas, siempre en busca del desarrollo de lo que se considera la esperanza contra el cáncer: medicamentos a medida genética para cada paciente.

Uno de los avances en los que está trabajando su equipo es en el desarrollo de biopsias líquidas. Para estudiar el material genético del tumor ya no será necesario extraer un pedazo de tejido, sino analizar lo que vierte el tumor a la sangre: es menos agresivo, pero también más preciso.

«Hasta ahora ―dice la investigadora― nos fijábamos en la histología del tumor, en los tipos de tejidos tumorales, pero ahora sabemos que dentro de una misma clasificación histológica los tumores se pueden comportar de modo diferente según las alteraciones moleculares que puedan presentar.»

«Por ello ―añade ―es muy importante conocer qué genes están mutados y si hay alguna terapia dirigida contra esas dianas poder dársela al paciente. Estas terapias personalizadas ofrecen resultados mejores en el caso del cáncer de pulmón, uno de los primeros en que se detectó una mutación».

«Esta mutación se produjo en el gen FGR, lo que ha permitido desarrollar fármacos concretos contra esa mutación, lo que ha llevado a una mejora importante de la supervivencia de estos pacientes (…) Se dan casos en los que se solicitar la secuenciación de unos genes del paciente con este objetivo.»

La investigadora sigue explicando que «el estudio de las biopsias líquidas de cáncer de pulmón se basa en esos pacientes que tienen una mutación del gen FGR y para los que existe una terapia específica basada en esa mutación. A estos pacientes (como a todos) hay que hacerles una biopsia».

Para hacer una biopsia hay que acceder quirúrgicamente al tumor y extraer una porción de tejido. Este tejido será luego analizado por el especialista en Anatomía Patológica que determinará el tipo de tumor y su malignidad. Esta intervención puede ser demasiado agresiva en pacientes muy afectados.

«Por ello en los últimos años se está desarrollando lo que se denomina biopsias líquidas y que sería la capacidad de poder estudiar estas mutaciones a partir de muestras de sangre, ya que todas las células liberan de forma natural ADN en el torrente sanguíneo y las células tumorales también lo hacen.»

«Esta liberación se hacen de un modo pasivo: al morir liberan material genético en el torrente sanguíneo; pero también lo hacen de una manera activa porque lo que pretenden es llevar ese material a otros lugares del organismo para replicar el tumor y generar lo que denominamos metástasis.»

«Nuestro estudio se aprovecha de esta situación ―dice la Dra Obrador ―al hallar material genético en la sangre para poder estudiar las mutaciones que nos informarán si el paciente puede recibir determinado tratamiento, y ello directamente de una extracción de sangre, poco invasiva».

Esta posibilidad ha supuesto un cambio importante en este tipo de análisis moleculares porque ofrece dos tipos de ventajas: «Por una parte, la sustitución de la biopsia convencional en el caso en el que sea necesario, porque el paciente tenga un mal estado de salud que lo aconseje.»

«Por otra parte, otra ventaja de este procedimiento podemos hacer un seguimiento a lo largo del tiempo mediante diferentes muestras de sangre que las iremos tomando cada varios meses o semanas, para ver cómo va evolucionando la mutación y cómo responde al tratamiento», añade Obrador.

Estas biopsias líquidas son igual de seguras que las normales y además «estamos viendo que tiene otra ventaja, y es que frente a que una biopsia normal coge un fragmento de todo el tumor; en la sangre se ha vertido todo el material genético, de modo que se pueden ver y estudiar más mutaciones».

Hasta ahora este tipo de estudios eran imposibles dado que el porcentaje de ADN tumoral en la sangre en relación a todo el ADN que liberan todas las células del organismo era infinitesimal, infinitamente pequeño: «Para lograrlo utilizamos unas técnicas denominadas PCR digitales«, explica., y añade:

«Estas técnicas permiten detectar la presencia de hasta un 0,01% de este material genético que procede exclusivamente del tumor. Los avances, tras la validación de estas tecnologías demuestran que hay una correspondencia de lo hallado en la biopsia convencional y la biopsia líquida».

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