“La política sanitaria en Balears está llena de enunciados, pero le falta concreción”

OLGA BALLESTER / DIPUTADA DE CIUDADANOS EN EL PARLAMENT DE LES ILLES BALEARS

Maestra de profesión, licenciada en Ciencias Biológicas y especializada en Bioquímica por la Universidad de Valencia, Olga Ballester ocupó el segundo lugar de la candidatura del grupo Ciudadanos en las elecciones autonómicas de mayo de 2015. Esta es su primera legislatura como diputada en el Parlament de les Illes Balears.

P.- ¿Qué motivos la impulsaron a adentrarse en la política activa, haciendo un paréntesis en su trabajo como profesora en un instituto de Secundaria?

R.- Supongo que el estímulo que le mueve a uno a tomar una decisión tan importante es el deseo de sembrar tu propio grano de arena en la defensa de las ideas en las que crees. Ya con anterioridad, estaba familiarizada con las luchas colectivas gracias a mi vinculación a ‘Plis Educación’, una plataforma ciudadana que surgió hace unos años con la intención de reivindicar una mejora del sistema educativo de Balears. Cuando Ciudadanos me ofreció la posibilidad de formar parte de sus listas como candidata independiente, entendí que era una oportunidad inmejorable para seguir batallando por los valores de convivencia, igualdad y libertad que este partido representa.

P.- Ciudadanos es uno de los estandartes de la denominada ‘nueva política’. ¿En qué se diferencia de la vieja?

R.- Los nuevos partidos, como Ciudadanos, responden a una necesidad cada vez más demandada por los electores: la de hacer posible una política más próxima y pragmática, que tenga en su punto de mira más inmediato la voluntad de aprobar leyes y reformas que verdaderamente contribuyan a resolver las principales necesidades de la población, buscando siempre el consenso y el acuerdo. Quizás ese es el elemento que en mayor medida diferencia a nuestro partido de otros que también han surgido en los últimos años.

P.- Está hablando de Podemos, claro, el otro gran exponente de la ‘nueva política’…

R.- La vocación de Podemos es la de protestar, plantear conflictos, escenificar disensiones…. Me parece respetable, pero no es esta la línea de Ciudadanos. Nosotros preferimos la vía del acuerdo y de la negociación, porque pensamos que es la más útil para los electores a los que representamos. Y lo hemos demostrado ya en numerosas ocasiones, como, por ejemplo, involucrándonos de lleno en la elaboración de los presupuestos generales del Estado. Gracias a las aportaciones de Ciudadanos, son unos presupuestos mejores y más realistas. También más solidarios, por cierto. Lógicamente, no son nuestras partidas, porque no ejercemos la responsabilidad de gobierno en estos momentos, pero sí que hemos intentado dejar nuestro sello y creo que eso ha sido positivo para todos los españoles en su conjunto.

P.- En ocasiones se reprocha a Ciudadanos que su discurso gire siempre alrededor de los mismos temas, como la lengua o las cuestiones identitarias. ¿Es una crítica injusta?

R.- Somos conscientes de ello, pero al mismo tiempo le diré que esta crítica no responde a la realidad. El discurso de Ciudadanos es igualmente sólido en otros muchos ámbitos, como la educación y, por supuesto, la sanidad, y defendemos esos argumentos con energía y convicción en aquellas instituciones en que contamos con representación.

P.- Hablemos de sanidad, si le parece. ¿Qué opinión le merece la gestión que está llevando a cabo la Conselleria de Salut de la mano de su actual titular, Patricia Gómez?

R.- Desde Ciudadanos compartimos muchos de los objetivos que la consellera ha venido enunciando desde que tomó posesión del cargo. El problema es que en muchas ocasiones se quedan en eso, en enunciados, pero les falta concreción, y ese es, seguramente, el principal reproche que se puede hacer no únicamente a su gestión, sino al bagaje del Govern en líneas generales. Pongamos el ejemplo del futuro centro para largas estancias y pacientes con dependencia que pretende habilitarse en el antiguo hospital Son Dureta. Apoyamos absolutamente la idea, pero, al mismo tiempo, exigimos concreciones. ¿Con qué financiación se acometerá el proyecto? ¿Existen los permisos necesarios? ¿Y qué calendario de ejecuciones se ha planteado, y a partir de qué fases? Hacer política no es solo prometer cosas, sino también saber qué estás prometiendo, y cómo y con qué medios vas a cumplir ese compromiso. De lo contrario, entramos en un terreno delicado, fraguado por enunciados vacíos de contenido, cuando no aquejados por una absoluta falta de transparencia. Y sé de lo que hablo cuando me refiero a la falta de transparencia. Sin ir más lejos, el Govern esconde al Parlament datos e información sobre temas tan relevantes como la Facultad de Medicina, y eso no resulta admisible de ninguna de las maneras.

P.- Su posición sobre los estudios de grado les granjeó no poca animadversión en su momento. ¿Han cambiado de opinión sobre la conveniencia de que Balears cuente con su propia Facultad de Medicina?

R.- Es que el planteamiento de Ciudadanos no es tan simple como el de posicionarse a favor o en contra de la facultad. Nuestra queja era, y sigue siendo, que no se puede dar vía libre a una actuación tan ambiciosa sin conocer con todo detalle y profusión el coste y el presupuesto del proyecto. Cuando anunció la intención de llevar adelante la idea de la Facultad de Medicina, el Govern pecó de oscurantismo, y así se lo hicimos saber desde el Parlament, a pesar de que algunos quisieron mandar un mensaje equívoco sobre nuestra posición y presentarnos como un partido reacio a implantar los estudios de grado. No se trataba de eso, sino de que las cuentas estuvieran claras.

P.- El actual Govern acusa al anterior Ejecutivo del PP de haberle dejado un legado demoledor en materia sanitaria que ha hecho necesario reconstruir las políticas de salud en Balears partiendo desde muy abajo. ¿Está de acuerdo Ciudadanos con este diagnóstico?

R.- Compartimos que en la legislatura precedente se tomaron decisiones que no fueron afortunadas, y que, por supuesto, había que corregir. Sin embargo, después de dos años al frente de la Comunidad Autónoma, es al Govern actual a quien le corresponde encontrar soluciones para los problemas que presenta la sanidad balear a día de hoy. Uno de ellos es la saturación en las áreas de Urgencia de determinados hospitales. Ciertamente, existen factores en política sanitaria y hospitalaria que son hasta cierto punto aleatorios y difíciles de prever, pero cuando los profesionales y los sindicatos, no ya solamente los partidos políticos de la oposición, coinciden en afirmar que en algunos hospitales se están produciendo situaciones de saturación asistencial muy graves, el Govern no puede limitarse a culpar a los gestores que le precedieron. Ha de valorar si los sistemas que se están aplicando son los adecuados, o si deberían introducirse criterios de mayor eficiencia. Esa es su responsabilidad, y también su compromiso con los hombres y mujeres que vivimos en estas islas.

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