“Frente a los problemas de los médicos, nunca hay que mirar hacia otro lado”

SERAFÍN ROMERO, PRESIDENTE DE LA ORGANIZACIÓN MÉDICA COLEGIAL Y COORDINADOR DEL PROGRAMA DE ATENCIÓN INTEGRAL AL MÉDICO ENFERMO

El pasado 4 de marzo, el doctor Serafín Romero Argüit tomó posesión de su nuevo cargo como presidente de la Organización Médica Colegial, es decir, la institución que representa a los médicos españoles. Estos días ha estado en Palma con ocasión del VII Congreso del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo

P.- ¿Qué balance hace de la celebración del VII Congreso del PAIME, en Palma?

R.- En la OMC, nos sentimos muy orgullosos de los resultados de este gran acontecimiento en torno al Programa de Atención Integral al Médico Enfermo. Considero verdaderamente encomiable el esfuerzo y el trabajo que ha llevado a cabo el Colegio Oficial de Médicos de Balears, y la junta directiva presidida por el doctor Antoni Bennasar.

P.- Con vistas a situar mejor al lector, ¿qué es y en qué consiste el PAIME?

R.- Es una iniciativa que surgió en el entorno del Colegio de Médicos de Barcelona a partir de las denuncias sobre malas praxis de las que esta institución colegial tuvo conocimiento. Las comprobaciones que se efectuaron permitieron establecer que casi el cincuenta por ciento de los casos tenían su origen en problemas de salud mental y de adicciones que afectaban gravemente a médicos en el ejercicio de su profesión. El gran mérito que cabe atribuir a los impulsores del PAIME es que supieron entender que ese problema existía y que era necesario establecer un escenario de ayudas para esos médicos con la finalidad de recuperarles y concederles la oportunidad de seguir ejerciendo su trabajo. No resultó fácil transmitir a los profesionales la necesidad de acometer una actuación de estas características, pero hoy en día el PAIME es una realidad plenamente consolidada.

P.- El congreso ha llevado a cabo su séptima edición, pero, además, ha constituido la primera edición del Encuentro Lationamericano del PAIME…

R.- En efecto. Y debo añadir que, sin duda alguna, uno de los aspectos destacados del congreso ha sido que, por primera vez, se han podido conocer, por boca de sus directos protagonistas, las experiencias del PAIME más allá de nuestras fronteras, y en concreto en los países hermanos de Latinoamérica. En Palma pudimos escuchar las intervenciones de representantes de Costa Rica y Uruguay, y además estuvo con nosotros el doctor Jeancarlo Fernandes Cavalcante, un médico cirujano torácico de Brasil que el pasado noviembre fue elegido presidente de la Confederación Médica Latino-Iberoamericana y del Caribe, la Confemel.

P.- La respuesta de estos países a la implantación del PAIME ¿está siendo positiva?

R.- La valoración de su implantación en estas regiones, teniendo en cuenta el escaso tiempo que ha transcurrido desde entonces, no puede ser más satisfactoria. En Latinoamérica se ha avanzado en aspectos que en España no se gestaron del todo bien, como la necesidad de conseguir que todos los agentes implicados colaboren con el programa. Estoy hablando de las administraciones, por supuesto, pero también de los gabinetes de salud laboral y de otras muchas instancias, ya que el tratamiento que se proporciona al médico enfermo ha de ser forzosamente de carácter integral. Digamos que les hemos anticipado los errores que nosotros cometimos, para que no les afecten a ellos. Y ya que hemos hablado de las administraciones, me alegró mucho escuchar las palabras de la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, durante la inauguración del congreso. Su intervención sirvió para dejar constancia del compromiso de su gabinete con el desarrollo del PAIME, y eso no ocurre, desgraciadamente, en todos los territorios autonómicos. =

P.- Uno de los debates que se abordó en el congreso fue el que hacía referencia al género, marcado por la cada vez mayor proliferación de mujeres ejerciendo la medicina…

R.- Llama la atención hasta qué punto se ha revertido la proporción entre hombres y mujeres en el ámbito sanitario, especialmente durante los últimos años. Y aunque no me guste mucho la palabra, ciertamente esta es la consecuencia lógica de la feminización de la profesión médica, ya que hoy en día entre el 70 y el 72 por ciento de grados son mujeres. A partir de aquí se presenta un nuevo contexto sobre el que es necesario profundizar. El tipo de patologías que forman parte del PAIME arrastran una carga importante de estigmatización social. Ahora bien, si además quien lo sufre es una mujer, la situación se agrava, porque las mujeres son más reacias que los hombres a la hora de acudir a un centro de atención y reclamar ayuda. Por esto era vital debatir sobre la cuestión de género en el congreso.

P.- Otro de los aspectos destacados del programa fue la intervención del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial, que estuvo representado por su tesorero, el comandante Claudio Martínez Gómez…

R.- Esta ha sido la segunda oportunidad en que un colectivo profesional externo a la profesión médica se ha acercado a nosotros. En el congreso celebrado en Burgos, hace cuatro años, participó el Consejo General del Poder Judicial. Hay que pensar que tanto los jueces como los pilotos, así como otras profesiones, comparten con los médicos la tremenda responsabilidad que supone tener en nuestra mano la vida, la integridad, o la supervivencia, por así decirlo, de otras personas. En este sentido, MÉDICOS DE BALEARS el riesgo de que en estas tareas se cometa una mala praxis genera efectos mucho más negativos que si ocurre en otros ámbitos. Siendo conscientes de ello, los médicos queremos ofrecer nuestra ayuda a otros colectivos profesionales para que implanten en sus respectivos sectores herramientas semejantes al PAIME, desde la convicción de que, al igual que ha ocurrido en nuestro caso, también en el suyo los resultados colmarán las expectativas.

P.- Este congreso en Palma ha coincidido, prácticamente, con su estreno como presidente de la Organización Médica Colegial, cargo que empezó a ejercer, oficialmente, el pasado 4 de marzo, tras su período de vicepresidente de esta misma institución. ¿Qué balance hace estos primeros meses al frente de la OMC?

R.- La realidad es que, aunque por mi anterior cargo conocía bien la institución, una vez que he asumido la presidencia, la agenda se me ha desbordado literalmente. Sin embargo, he tenido mucha suerte, porque el inicio de la legislatura ha coincidido con dos acontecimientos que tienen mucho que ver con los objetivos de la OMC. Uno de ellos, lógicamente, es el congreso del PAIME celebrado en Palma, y el otro fue la presentación de las estadísticas del observatorio sobre las adicciones en el ámbito sanitario. Más allá de eso, ha sido un tiempo en el que se ha priorizado el diálogo interno en el seno de la organización para abordar juntos el reto de redefinir la estructura de la OMC a partir de unos estatutos que respondan plenamente a los requerimientos que plantea el siglo XXI. El objetivo es facilitar y clarificar la labor competencial de los diversos órganos de la institución, y, a la vez, abrirnos a otros sectores con los que, por diferentes motivos, nos hemos mantenido alejados. Igualmente, es imprescindible trasladar nuestra visión de la sanidad en España a quienes ejercen la responsabilidad política, dado que los médicos tenemos mucho que decir en torno al modelo asistencial y a las actuaciones que afectan a los profesionales.

P.- La OMC defiende encarnizadamente la colegiación obligatoria, a pesar de que hasta hace poco esta exigencia no se aplicaba en todas las Comunidades Autónomas. ¿Qué argumentos validan este posicionamiento?

R.- Precisamente, provengo de una Comunidad, Andalucía, en la que el pasado año todavía no era obligatorio que un médico estuviera colegiado. Hemos tenido que redoblar nuestros esfuerzos para remarcar la importancia de esta cuestión. Tengamos en cuenta que, tal como marcan las leyes y la propia Constitución, los colegios profesionales centran su labor en los deberes y obligaciones de sus miembros, y no tanto en sus derechos, terreno que pertenece más al campo de acción de las sociedades científicas o de los sindicatos. Este es el principal argumento legislativo que se ha esgrimido para defender la colegiación universal.

P.- Si tuviera que quedarse con uno solo de los mensajes que se han podido escuchar estos días, con ocasión del VII Congreso del PAIME, ¿cuál elegiría?

R.- Uno muy claro y sucinto: frente a los problemas de los médicos, no hay que mirar hacia otro lado, ni mucho menos tratar de ocultar la situación. Esa es la razón de ser del PAIME: ayudar a los médicos que atraviesan estas circunstancias para que se sientan escuchados, asistidos y atendidos. Y para que no se sientan solos, porque, verdaderamente, le puedo asegurar que no lo están en absoluto.

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