“Tenemos que aprender hasta que nos muramos, o el reloj biológico se parará”

joana-maria-romanJoan Calafat.- La doctora Juan María Román ha sido –lo es aún –un referente de la pediatría española. Jefe de Servicio en Son Dureta, científica de renombre y desde hace 20 años alma mater de Fundación Amazonia, para ayudar a niños necesitados. Hace poco animó a los médicos jubilados reunidos en Palma a ‘envejecer con éxito’. Esta mujer, esta médico, es un ejemplo de inteligencia, tesón, energía y bondad en p roporciones similares. Y en grandes cantidades. Estas son sus palabras en una reciente entrevista concedida a Salut i Força, el programa de salud y sanidad de Ib3 Radio.

 

P.- El V Congreso de Médicos Jubilados, que en esta última edición se ha celebrado en Palma, con la asistencia de más de un centenar de profesionales a las sesiones organizadas por el Colegio de Médicos de las Islas Baleares contó con una ponencia pronunciada por usted, titulada “El reloj biológico y el voluntariado”. 

R.- La idea era hablar del envejecimiento con éxito. La longevidad de la especie humana depende de la vida de sus células, cada una de las cuales tiene un reloj biológico propio. Si la célula está sana funciona y forma parte de la actividad del ser humano, si está enferma y el reloj se para la célula se muere. Nosotros necesitamos darle cuerda a ese reloj para que no se pare. Cada uno se plantea ‘dar cuerda’ a su reloj biológico de diferente manera y cada uno envejece de un modo, aunque creo que habría que diferenciar lo que es el envejecimiento de lo que es la vejez.

P.- Interesante distinción…

R.- Todas las células nacen, crecen, se reproducen y mueren. Con ello se van disminuyendo las funciones de forma progresiva. Ese proceso constituye el envejecimiento. La vejez es una etapa de la vida, como la infancia, la adolescencia, la madurez y la vejez. No hay que confundir vejez con envejecimiento. Nos preguntamos por qué cada uno envejece de una manera, por qué hay gente que ‘parece’ muy mayor. Pues eso depende de tres grupos de factores: los de tipo genético; hay que recordar que cada vez que la célula se divide los extremos de los cromosomas se van acortando y eso es el envejecimiento. Luego hay que considerar el estrés oxidativo, que también entra dentro del campo de la genética. Después hay otros factores que entran en el campo de los hábitos saludables que se hayan tenido. Puedes tener buena predisposición genética, pero como no cuides la obesidad, el sedentarismo, la alimentación, etcétera… En tercer lugar hay que tener en cuenta el envejecimiento asociado a enfermedades.

P.- ¿Entonces, qué es eso de envejecer con éxito? 

R.- Puede haber un envejecimiento normal, en el que se van reduciendo nuestras facultades, un poco de memoria, un poco de estabilidad y otras; un envejecimiento patológico, asociado a enfermedades degenerativas o neurológicas y el envejecimiento con éxito, que se basa en cuatro columnas.

P.- Descríbalas, si es tan amable. 

R.- Una es la salud, pero no solo ir al médico cuando estás mal, sino una salud preventiva, valorando nuestro estado fisiológico. Controlar la alimentación, las vacunaciones, el sedentarismo, todo eso. El segundo pilar es el conocimiento, el aprendizaje, tenemos que aprender hasta que nos muramos, porque si no, aquel reloj biológico se para. Estudios han demostrado que el cerebro no envejece, porque aunque se van perdiendo neuronas se producen una serie de interconexiones que pueden hacer que el funcionamiento del cerebro sea excelente. El tercer pilar para el envejecimiento con éxito es la participación entusiasta. De ahí lo que dije en la conferencia sobre el voluntariado. En ocasiones, cuando llega la jubilación la sensación es destructiva porque hay quien siente que pierde la identidad. De ahí que sea tan importante la participación entusiasta, que no se trata de ir a una ONG a hacer fotocopias…

P.- …¿Entonces? 

R.- Hay tres etapas. Uno puede participar en plan pasivo: vamos de excursión, vamos a una fiesta, ¡pues muy bien! Otra posibilidad es hacerlo en plan organizativo, más activo que la mera participación. Y después está la participación proactiva, colocando a esa persona que se ha jubilado en un puesto similar al que desempeñaba antes, no por dinero, sino para mantener esa identidad, esa actividad, decidiendo, planificando, organizando, dirigiendo, participando. Y eso es un tesoro, para lo que vienen después: El cuarto pilar que consiste en la seguridad. No tener que depender de nadie en esa etapa de la vida y conseguir así el envejecimiento con éxito.

P.- Desde luego, usted es un ejemplo de todo eso, dado que aunque jubilada de la Sanidad Pública, continúa con su exitosa carrera como pediatra. ¿Qué proyectos está desarrollando en estos momentos? 

R.- Pues la verdad es que tengo menos tiempo ahora que cuando estaba en Son Dureta. Estoy ocupada desde el amanecer hasta la noche. Mi tiempo lo dedico en parte a mi desarrollo personal, a estudiar, aprender, al mantenimiento físico –caminatas, gimnasia, etcétera –, a mi entrega a ese proyecto de participación internacional que hace casi 20 años fue toda una innovación. Y creo que ese es el secreto: la suerte de dar, la suerte de dar es lo que da sentido a la vida. Al final puedes tener cosas, pero lo que da sentido a la vida no es eso.

P.- ¿Qué recuerda de aquellos tiempos como jefa del servicio de Pediatría de Son Dureta? Usted fue de las primeras médicas… 

R.- Y eso me hizo pagar un precio alto. Tendría que haber nacido en el siglo XXII… Fui primera mujer alumno interno, de la Real Academia, jefe de Servicio. ¿Ytodo eso, qué es¿ Tampoco nada del otro mundo, solo que me tocó vivir un momento determinado. Cuando vine a Son Dureta llegué como a una casa de socorro; había estado un año en un hospital alemán y tenía muchos planes. Creía que sabía mucho y luego resultó que no sabía tanto. Llegué, fui médico adjunto, jefe de sección y jefe de servicio. Para mí el ‘poder’ era ‘poder hacer’, ya que si tienes un jefe arriba que te pone el zapato encima, no te mueves. Fue una etapa de creación. Creamos el transporte pediátrico, el equipo de la UCI neonatal, la creación de la unidad de crónicos, que estaban en las UCIs con los agudos y veían a los niños entrar y salir. Ylas familias solo podían entrar media hora… Con todos los directivos, con todos los médicos, conseguimos crear la unidad de crónicos, después de mucho esfuerzo, de muchos problemas. Yfue el momento más espléndido del hospital. Cuatro plazas para cuatro niños dependientes de respiradores, bien atendidos y con su familia cerca.

P.- ¿Cuáles son las claves para ser un buen pediatra? 

R.- Esta pregunta es dificilísima. Creo que un buen pediatra tiene que tener, en primer lugar, una formación sólida y continuada y continuada sin espacios. Yen segundo lugar, ha de ver al niño como lo primero.

P.- ¿Hay un lenguaje especial que solo el pediatra entiende cuando ve a un niño? 

R.- Sí que lo hay: expresiones, sentimientos de dolor, de tristeza, de alegría, de llanto… cuando tienes experiencia en ocasiones ya no es necesario explorarlo, sabes lo que hay. Los ves alegres y sabes que están sanos –muchas veces a pesar del temor de la madre…

P.- El médico pediatra no solo trabaja con los niños, también con los padres. ¿Cómo se articula esa relación?

R.- Hay que darles participación y que ellos tengan conocimientos suficientes para gestionar la enfermedad del niño, sobre todo si se trata de una enfermedad crónica, porque no van a tener un médico siempre al lado. Y porque de otro modo se genera una angustia cuando hay un problema de madrugada, hay que ir a urgencias… Se necesita mucho lo que denominamos la “educación del paciente” y no nos hemos dedicado suficientemente a eso. Cuando estudiábamos nos enseñaban la enfermedad, lo primero. Y la relación “vertical” médico paciente: El médico es el que sabe. Pues yo creo que eso ha cambiado. La revolución tecnológica ha hecho que mucha gente esté informada a través de Internet de su caso. Eso es bueno. El paciente tiene que saber, tiene que estar educado sobre su enfermedad. Ysobre todo en las enfermedades crónicas.

P.- ¿Qué le llevó a poner en marcha la Fundación Amazonia? 

R.- Lo primero fue conocer la situación. Tuve la oportunidad de conocerla directamente en la Amazonia Brasileña, una situación terrible que, afortunadamente se ha modificado. En segundo lugar, pensar que aquellos niños son los niños del mundo. Después de la globalización, que ha acabado con las fronteras, esos niños también son nuestros. No se podía tolerar esa agresión a esa infancia que es el futuro de un país: agresiones físicas, psíquicas, niños hambrientos, familias destruidas, niños en la calle, niños que tienen derecho a nada. Ydecidimos comenzar a actuar con los niños de la calle. Decirles a los políticos y responsables, sin acritud y sin injerencia, que eso no se puede tolerar y que estuviéremos aquí o allá íbamos a poner nuestro granito de arena.

P.- ¿Cuáles son las principales actuaciones que lleva a cabo en estos momentos la Fundación Amazonia?

R.- Decirle a la gente que le interese que entre en www.fundacionamazonia. org, que es nuestra web y, sintetizando, le diré que entre los proyectos de este último año tenemos una guardería infantil en una cárcel, en Sucre (Bolivia), una prisión masificada, la primera en el país. Otro proyecto ha sido una guardería –gracias a una donación anónima –en un barrio absolutamente miserable. Tenemos una panadería taller donde los niños de nuestros dos hogares se forman y esperemos que puedan pasar de la calle a la vida. Y tenemos como proyecto poner un centro de salud y muchas más cosas.

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