“El problema es que muchas maltratadas creen que es normal que las maltraten”

Manuela Messeguer, una alicantina que vino a Mallorca a estudiar Enfermería, viendo desde ese momento su vida unida a las Islas, es la reciente responsable del Instut Ba-lear de la Dona (IBD), un de las piezas de esa megaconse-lleria que por razones de austeridad del nuevo Govern reú-ne las áreas de Salud, Familia, Bienestar Social y Mujer. Enfermera, madre (“de mallorquines”, como le gusta decir), regidora por el PP en Sant Llorenç, lo tiene todo para saber cuáles son los problemas de las mujeres. Y ahora, además tiene la responsabilidad de ayudar a solucionarlos.

P.- ¿Cómo se siente en el cargo de responsable del IBD?

R.- Me siento muy bien. El Govern me hizo una oferta que me pareció muy bonita, a través de la cual se podrían hacer muchas cosas por las mujeres. El IBD ha cumplido ya diez años y hasta ahora se han hecho muchísimas cosas y muy bien hechas, pero creo que puedo aportar algo importante desde mi perspectiva como mujer y por la edad que tengo –voy a cumplir 54 años –y proviniendo de un sector profe-sional tradicionalmente femenino y de un matriarcado (so-mos 10 hermanas) en una casa donde siempre ha habido esa lucha por reivindicar los derechos de las mujeres.

P.- Todo un cambio en su vida.

R.- En principio no me quería desplazar de lo que es mi po-lítica de pueblo, pero ante la perspectiva de gestionar el IBD me venció la ilusión, ya que creo que podría aportar algo a lo que yo creo que es la igualdad de la mujer y, por su puesto, en la lucha para erradicar el maltrato de género.

P.- Hablando de esto, el 25 de noviembre es el Día contra el Maltrato a la Mujer. El IBD ha puesto en marcha una campaña especial, con ese motivo, animando a denunciar. ¿En qué consiste esta iniciativa?

R.- Este día es para reivindicar el “no” a la violencia de gé-nero. Con este motivo se han promovido una serie de actos para que la gente vaya recordando la necesidad de acabar con esto. Y este año, debido a la crisis económica, hemos colaborado en la organización de estas iniciativas con el Ayuntamiento de Palma. También hemos redactado un memorandum de acciones para todos los pueblos de las Is-las Baleares que se adhieran a este rechazo. Se ofrece a todos los municipios de Baleares que aprueben en sus pla-nes mociones de rechazo a la violencia de género.

P.- Vamos a lo más práctico. ¿Qué pasos debe seguir una mujer que decide pedir ayuda?

R.- El IBD tiene un servicio de 24 horas para acoger estas denuncias, estas peticiones de ayuda. En la sede del IBD ofrecemos asesoría jurídica, una ayuda a las mujeres, tra-bajadoras sociales especializadas, convenios con diferentes entidades para ayudar a las mujeres en todos los ámbitos, todo lo cual ponemos a disposición de la mujer desde el primer momento en que tiene o quiere denunciar el pro-blema. Ellas nos llaman por teléfono. Normalmente llaman al 112 cuando sufren una agresión y no pueden más. El 016 es para toda España, específico para el maltrato. El 112 es el número general de emergencias que pone en con-tacto con la ayuda en Baleares. Cuando llama, el 112 pone de inmediato un dispositivo para ayudar a la mujer, llaman a la Policía, normalmente siempre lo hacen, y al mismo tiempo se avisa al servicio 24 horas del IBD, donde están las trabajadoras sociales que acompañarán a la mujer (a un hospital, al Juzgado, lo que necesite).

P.- Pisos de acogida, ayudas…, detállenos.

R.- Todos estos recursos se encuentran dentro de la misma línea. Una mujer que desde el principio es maltratada ya forma parte de nuestra protección y nuestra ayuda. Hace ese proceso que he explicado y después tenemos unos con-venios en todas las Islas que facilitan ayuda a la mujer, más ayuda psicológica, a ella y a sus hijos. Estudiado el ca-so, hay que procurarles donde van a vivir, a no ser que se haya detenido al agresor o se haya ido. Lo normal es que necesiten irse a otro sitio. Las opciones son de una casa de acogida en varias ciudades, en las Islas, o se les puede procurar un piso para que sigan independientes, gracias a un convenio con el Ibavi. Ellas se hacen cargo del alquiler, que es social, mínimo, por cinco años. Y si el primer año no pueden pagarlo, lo paga el IBD.

P.- ¿Y en esos pisos de acogida están a salvo?

R.- Los pisos de acogida son independientes. Las casas de acogida son anónimas. Nadie sabe dónde están las mujeres protegidas. Allí, en teoría, los maltratadores no se pueden aceptar, aunque sí que es verdad que la mujer puede salir, no está presa, y podría ser que la siguiesen y localizaran. En esos casos se piden órdenes de alejamiento, pulseras electrónicas para maltratadores, medidas ya judiciales.

P.- ¿El maltrato es una falta de educación?

R.- Creo que sí. Es una falta de educación pero que nos viene legada de muchísimos años. Una de las razones de mi ilusión por esta responsabilidad al frente del IBD es al ver que a España y a Baleares nos ha llegado mucha gente de fuera. Y mientras nosotros nos íbamos adaptando a los cambios sociales y en los colegios educando y haciendo co-sas contra el maltrato a las mujeres, muchas personas que vienen de fuera, casos que tratamos, que no tienen esta educación y que están a años luz de todo lo que nosotros ya sabemos.

P.- ¿Y esas mujeres saben que existe el IBD o hay que ‘ir a buscarlas’?

R.- No. En muchos casos hay mujeres que tienen la misma formación que el maltratador y para ellas que el marido las maltrate es normal. Ellos son los que trabajan y ellas son las que obedecen. Dentro de sus costumbres entra el ser así. Nosotras ya hemos cambiado, pero ellas no. Y muchas no vienen, pese a ser víctimas, porque para ellas es algo normal. A esas mujeres les diría que conozcan lo que es maltrato. Haremos conferencias, iremos a los colegios y haremos prevención. Eso es algo que en esta legislatura potenciaremos muchísimo. A las mujeres que desconocen el maltrato –sean inmigrantes o sean de aquí –es importante que conozcan todos los signos que señalan ese fenómeno.

P.- ¿Por ejemplo?

R.- Por ejemplo: una pareja va en coche. Conduce él. Dis-cuten. Ella está al lado. Él acelera porque se enfada. Es un caso muy habitual. Ella va frenando con el pie, instintiva-mente, como si pudiera frenar. Esto es una agresión, por-que él en ese momento tiene la fuerza. Ella lo está pasando mal, porque piensa que pueden tener un accidente y que ella no controla el coche. Otro signo es la agresión verbal. Que él esté continuamente haciéndole creer que no hace las cosas bien, que no sirve para nada, el menosprecio. Es-to se ve mucho en personas que han venido de otros países donde no hay concienciación. Incluso los niños no respetan a las mujeres. Se les habla en un tono más alto del que ellas emplearían con ellos…

P.- Programas del IBD.

R.- Tenemos los programas de coordinación entre adminis-traciones. Uno de los más importantes es con la Conselleria de Educación para comenzar la prevención en las escuelas. Actuaciones derivadas de información, asesoramiento que prioricen a las mujeres que ya están sufren violencia de género. Recursos de inserción social. Atención 24 horas. Centros de coordinación de órdenes de protección. La per-sonalización como acusación particular del IBD en causas penales contra maltratadores. Y el protocolo de detección, prevención y atención a la violencia machista.

P.- El IBD ofrece una página web.

R.- Sí, la página web tiene información colgada, pero no mucha. De hecho nos hemos encontrado con una página que hay que revisar y ampliar y actualizar. Hasta ayer (jue-ves 18 de noviembre) no hemos podido tener acceso, esta-ba encriptada. Ahora comenzamos a trabajar. Ya está en marcha la modificación de una página a través de la cual daremos mucha información. Esta herramienta es impor-tante porque a muchas mujeres les da miedo que se sepa que hace movimientos. La página web permite informarse y pedir ayuda reservadamente.

P.- Y el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer…

R.- Ese día se conmemora la consecución de derechos e igualdades de la mujer. Las mujeres trabajadoras tenían menos derechos hasta que eso cambió. El 8 de marzo se recuerda eso. ¿Qué si hay que seguir recordando? Pues creo que recordar no está mal. Pero ha de servir para que sigamos avanzando.

P.- ¿Hay mucho avanzado, hay mucho por avanzar?

R.- Hemos avanzado mucho. Como te decía antes voy a cumplir 54 años. Antes sufríamos grandes discriminaciones laborales, en estudios… ahora tenemos muchos derechos, como ser madres trabajando (antes te preguntaban al em-plearte si querías tener hijos). En respeto también hemos avanzado, pero hay que seguir mucho más. Y eso es a tra-vés de la educación. Y que la mujer vea que la agresión que sufre no es culpa suya. Y lo normalice, no lo esconda, no se avergüence de que la agredan, de que su matrimonio es un fracaso.

P.- Dentro de 20 años…

R.- Me encantaría que la mujer fuese independiente mentalmente, que pensase que lo es, que fuese muy liberal y que hubiese avanzado en ese territorio.

P.- Un mensaje a la sociedad.

R.- En cuanto al maltrato no me veo con capacidad de decir que no hay que maltratar, es que ya el maltrato no debería existir. Si la mujer tuviera independencia –hay mujeres que aún no son libres –cuando lo sea no habrá maltrato, porque no existirá, no tendrá futuro. La mujer ha de conocer sus derechos y saber que forman parte de ella misma. Y no ol-vidar que la mujer es la que educa a sus hijos, de modo que tiene que tener todo eso muy presente.

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