“Tengo el honor de estar al frente de una candidatura independiente, plural, integradora y participativa”

Antoni Bennàssar tratará de convertirse el próximo 10 de junio en el nuevo presidente del Colegio de Médicos de Baleares liderando un equipo que solo conserva a cinco de los actuales miembros de la junta de gobierno de la institución

El jefe de Traumatología del Hospital Comarcal de Inca y actual vicepresidente del Colegio de Médicos, Antoni Bennàssar, es uno de los dos candidatos que el próximo 10 de junio se disputarán la presidencia de la entidad colegial. Enfrente, tendrá a la lista encabezada por el médico de familia Fernando García Romanos.

P.- ¿Cuáles son los principales ejes neurálgicos de la candidatura que usted encabeza?

R.- La idea, si contamos con la confianza mayoritaria de los electores, es mantener y consolidar el trabajo desarrollado hasta el momento en el Colegio de Médicos y, por supuesto, potenciar nuevas líneas de actuación. Entre estas líneas, destacaría la de establecer una relación especial con las sociedades científicas en nuestro común empeño de potenciar la investigación, habilitar un aula telemática colegial para que las nuevas tecnologías permitan mejorar aspectos como la comunicación y la divulgación, instaurar una oficina colegial de desarrollo profesional, insistir en las actuaciones de formación continuada, contribuir a la mejora de la asistencia sanitaria en el sector privado, brindar una consideración preferente a los médicos jubilados y, lógicamente, acometer proyectos de mejora en las sedes de Eivissa y Menorca.

P.- Ese es, básicamente, su programa electoral, pero ¿y los valores? ¿Qué principios impulsan su candidatura?

R.- Tengo el honor de hallarme al frente de una candidatura independiente, plural, integradora y participativa, y trataré, si me lo permite, de explicar cada uno de estos conceptos. Es independiente porque su único afán es desarrollar de la manera más eficiente posible su labor de representación del sector, sin estar ligada a ningún tipo de poder, ya sea institucional o de cualquier otro tipo. En segundo lugar, es una candidatura plural, porque cuenta con representación de médicos de todos los hospitales de Baleares, tanto públicos como privados, y de la totalidad de especialidades médicas existentes. Creo que esta es una circunstancia relevante, porque significa que el conjunto de la medicina, en toda su complejidad y diversidad, se halla representada en esta opción electoral. Además de ello, se puede afirmar sin dudarlo que es una candidatura integradora desde el punto de vista que ese ha sido siempre nuestro afán: integrar distintas sensibilidades y puntos de vista para que todos juntos aportemos nuestro grano de arena en un trabajo común. Y, en último término, es una candidatura participativa, porque una de las consignas que aplicaré como presidente, si se me otorga la confianza, es delegar al máximo todas las funciones de decisión y gestión del Comib, estableciendo con esta finalidad las comisiones y grupos de trabajo que resulten pertinentes.

P.- ¿Es también una candidatura continuista, teniendo en cuenta que usted ha sido vicepresidente del Colegio de Médicos durante los últimos dos años?

R.- Difícilmente puede hablarse de continuismo cuando apenas cinco de los actuales miembros de la junta de gobierno del Comib forman parte de la candidatura. La lista está integrada, mayoritariamente, por profesionales que no han ejercido cargos de responsabilidad en esta última legislatura y que se han sumado con entusiasmo al proyecto. A ellos debemos añadir una pequeña representación de médicos que pretendemos contribuir con nuestra experiencia y nuestro conocimiento del funcionamiento de la institución. En este sentido, creo que es una combinación interesante.

P.- Antes hablaba usted de la participación. ¿Por qué acuden tan pocos colegiados a las asambleas del Comib?

R.- El motivo no es que el médico no tenga ganas de participar, sino que para hacerlo necesita el estímulo de iniciativas que verdaderamente capten su atención. Recordemos, sin ir más lejos, la altísima proporción de colegiados que tomaron parte activa en las reuniones que se llevaron a cabo, hace nueve años, con motivo del proyecto de ampliación de la sede colegial de Palma. ¿Qué ocurre en las asambleas ordinarias? Pues, seguramente, que los puntos del orden del día, generalmente, no captan en la misma medida la atención de los profesionales. Por otro lado, el grado de participación no puede medirse tan solo a partir del baremo de la asistencia a las asambleas, sino valorando también la implicación en otras situaciones, como la matriculación en los cursos e iniciativas de formación.

P.- Centrémonos, si le parece, en cuestiones claves de la actualidad sanitaria balear. Finalmente, el nuevo hospital Son Dureta construido en Son Espases ha recibido el beneplácito de la práctica totalidad de los grupos políticos. ¡Quién lo iba a decir, teniendo en cuenta la controversia que se sembró en su momento…!

R.- Afortunadamente hemos sabido evolucionar y darnos cuenta de que era la mejor opción posible para garantizar la calidad asistencial en la medicina pública de nuestras islas. Precisamente, me gustaría apuntar que los profesionales de Son Dureta cuentan con un protagonismo especial en la candidatura que encabezo, y de ello da buena cuenta la circunstancia de que los números dos y tres de la lista, la doctora García y el doctor Martín, pertenecen a la plantilla de facultativos del centro de referencia. Creo que estamos inmersos en un proceso apasionante que marcará un antes y un después en la sanidad balear. Esperemos, en cualquier caso, que el traslado a las nuevas instalaciones resulte poco traumático, a pesar de su enorme complejidad.

P.- ¿Es el nuevo Son Dureta la respuesta que se esperaba para completar el mapa hospitalario balear?

R.- En mi opinión, esa estructura se completó hace tres años, con ocasión de la inauguración del Hospital Comarcal de Inca. En estos momentos, la gran prioridad debe ser la Atención Primaria, en aras a corregir los déficits y carencias que presenta, y modernizar adecuadamente su oferta de servicios y sus equipamientos.

P.- ¿Existen las sinergias adecuadas entre la sanidad pública y la privada en Baleares?

R.- Pienso que se ha mejorado en este terreno a lo largo de los últimos años. Es una colaboración necesaria e imprescindible para que el usuario reciba la mejor calidad asistencial posible, especialmente en una coyuntura demográfica caracterizada por el crecimiento de la demanda en centros de salud y hospitales. Desde este punto de vista, la medicina privada juega un papel importante.

P.- Una de las carencias de la sanidad balear es la falta de especialistas en destinos profesionales concretos. ¿Por qué?

R.- Es un problema inevitablemente asociado a la insularidad, que, además, en el caso de Menorca, Eivissa y Formentera se traduce a doble o incluso triple insularidad. Resulta complicado, en ocasiones, convencer a los profesionales para que ejerzan la medicina en determinados emplazamientos, y, en consecuencia, hay que ponerse manos a la obra para arbitrar los mecanismos laborales y económicos de compensación que sean requeribles.

P.- Ya que se ha referido a las otras islas del archipiélago, ¿se dotará de mayor autonomía a las juntas insulares?

R.- Trataremos de facilitar su trabajo, de brindarles todas las comodidades necesarias para que las tareas que deban acometer salgan adelante en las mejores condiciones posibles. Las islas menores constituyen una parte indispensable de la estructura del Comib y pretendemos volcarnos en hacer realidad los proyectos que los colegiados de allí consideren prioritarios. Desde luego, nada más lejos de nuestra intención que transmitir, desde Palma, una imagen de lejanía o de centralismo.

P.- Estamos inmersos en una crisis económica de impredecibles consecuencias que, por supuesto, afecta también a la medicina. ¿Es justo que la Administración obligue a los médicos a recortarse el sueldo?

R.- La cuestión no estriba en la justicia o injusticia de la medida, que como cualquier cosa en la vida resulta opinable. Más allá de eso, me preocupa una cuestión muy puntual, y es la fórmula que se elegirá para calcular esos recortes. ¿Se hará exclusivamente sobre la cuota fija del salario o afectará también a la parte variable? Lo digo porque si ocurre esto último podemos encontrarnos con un problema delicado, y es que, generalmente, las cantidades variables que perciben los médicos son elevadas en relación a la cuota fija, dado que proceden de guardias o servicios extraordinarios que realizan. Por tanto, imagínese que una parte sustancial de los médicos llega a la conclusión de que ya no les vale la pena realizar turnos de guardias. Si eso fuera así, el principal perjudicado sería el paciente, que vería menoscaba la calidad de la asistencia médica.

P.- Ya que hablamos de dinero, ¿bajará las cuotas de los colegiados si accede a la presidencia del Comib?

R.- Sí, nuestra predisposición es reducirlas. Sin embargo, solo lo haremos después de llevar a cabo un estudio de viabilidad que garantice que una medida de estas características no ejercerá ningún menoscabo en la calidad de los servicios y prestaciones que reciben los colegiados. Para nosotros, este punto es crucial. Hay otro caso, que es el de los médicos residentes, a quienes se aplicará una reducción del cincuenta por ciento sobre el recibo. Tenga en cuenta que ya actualmente los MIR abonan setenta euros trimestrales de cuota, frente a los noventa de los otros colegiados.

P.- Antes de finalizar, ¿harán borrón y cuenta nueva después de una legislatura, la actual, que no ha carecido de conflictos y controversias?

R.- En mi opinión, ha sido una legislatura más, como cualquier otra, con sus circunstancias y sus acontecimientos. Por otra parte, más allá de la opinión que pueda tener cada uno, creo que el resultado de la gestión de la junta directiva es positivo: hoy en día, contamos con un Colegio de Médicos más moderno y consolidado, más enraizado en la sociedad gracias al contacto permanente con las asociaciones ciudadanas y de pacientes, y, finalmente, se han realizado aportaciones extraordinarias en el terreno de la formación continuada, que ha de ser uno de los puntuales de la actuación colegial. Como le decía al principio, pretendemos mantener esta realidad, y, en la medida en que sea posible, mejorarla.

Nota aclaratoria de Salut i Força


La intención de esta publicación era entrevistar también, en este número, al otro candidato a la presidencia del Colegio de Médicos de Baleares, el doctor Fernando García Romanos. Por parte de Salut i Força se realizaron todas las gestiones posibles para culminar positivamente este objetivo, pero no fue posible obtener del aspirante un día y una hora concretos de cara a que la entrevista se llevara a cabo de manera presencial, que constituye un requisito ineludible en la estrategia informativa de nuestra publicación.

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