Gloria Mir: “Los niños deben caminar sobre la arena de la playa para ayudar a su desarrollo locomotor”

La coordinadora de
nidos y pediatra de la
Clínica Rotger Gloria Mir
explica que los bebes y
los niños deben disfrutar
del verano igual que los
adultos, pero siempre
bajo la correspondiente
supervisión. La mayoría
de las veces, los padres
y madres suelen tener
dudas de cara la época
estival, y es entonces
cuando acuden a la
consulta de la doctora
Mir para preguntarle
cuestiones cómo qué
hacer en caso de
diarrea, o cómo actuar si
el niño se despierta con
un fuerte dolor de oídos.

P.- En este momento estamos
viviendo en Mallorca una primavera
suave en la que las
temperaturas empiezan a subir.
Es un momento ideal para
ir a la playa y disfrutar del sol.
Sin embargo, ¿qué clase de protección
debe recibir un niño?


R.- La protección solar es
muy importante en el verano
y no sólo en la playa, sino también
en los paseos. La exposición
debe ser progresiva y evitar
las horas de mayor calor.
Cuando el bebe es pequeño, y
sobre todo durante el primer
año, es aconsejable aplicarle
una pantalla solar total ( factor
de protección 50), y es recomendable
que procedan de
una farmacia. No hay que olvidar
que el sol es muy necesario
para estimular la vitamina D,
que es la que hace que el calcio
se fije en los huesos. Por eso
tampoco se debe eludir por
completo la exposición al sol,
siendo también convenientes
los paseos o ir de excursión a la
playa o la montaña.

P.- ¿Y a partir de qué edad es
conveniente que un niño comience
a ir a la playa?

R.- Desde muy pequeñito, a
partir de los cuatro o cinco meses,
pero adoptando una serie
de precauciones. La primera es
evitar las horas de calor más intenso,
es decir, entre las doce
del mediodía y las cinco de la
tarde. Es esta una prevención
que todo el mundo sabe, aunque
a veces, cuando se va a la
playa, no lo parece. La segunda
medida de precaución es la
protección solar. Se debe aplicar
la crema antes de salir de
casa, y después de cada baño.
Además, es conveniente tener
en cuenta que los niños permanezcan
a la sombra y bien
ventilados, y es sumamente
aconsejable cubrir la cabeza
con un gorrito, vestirles con
una camisetita fina de algodón
y, sobre todo, proporcionarle
agua fresquita a menudo.
Conviene igualmente facilitarles
baños cortitos y frecuentes
para que no acumulen calor.

P.- ¿Pueden ir los niños más
pequeños en barco?

R.- Cuando me preguntan
esto siempre contesto lo mismo,
y es que todo irá bien
mientras el niño permanezca
dentro del barco. Claro que
pueden ir, pero siguiendo
siempre las recomendaciones
que antes hemos expuesto.

P.- Cuando son niños de corta
edad, ¿es aconsejable introducirlos
en el agua de mar o en
la piscina protegidos con una
camiseta y un gorrito?

R.- A la hora de bañarlos es
mejor, en efecto, utilizar la camiseta
y el gorrito, cuidando
de remojar la cabecita con
agua fresca, ya que es donde
acumulan más calor. También
se pueden bañar sin la camiseta,
pero en este caso es mejor
que permanezcan en el agua
menos tiempo.

P.- Para los niños y niñas más
mayores, ¿cuáles son las pautas
a seguir?

R.- Depende de las características
de su piel. Los niños rubios,
de ojos y piel claros, deben
utilizar un factor de protección
solar 40-50, así como
gafas de sol. Los que son de tez
morena pueden aplicarse una
protección solar de 30-40.

P.- Otro aspecto a tener en
cuenta son las picaduras de
los insectos. ¿Qué clase de loción
se debe guardar en el botiquín?

R.- En el botiquín de primeros
auxilios podemos tener
productos que están compuestos
por calamina, que son antiprurigenosos
(es decir, quitan
el picor) y antiinflamatorios,
precisamente porque
bajan la inflamación. Son productos
que encontraremos en
las farmacias en formato de loción
y de crema. Por otra parte,
si al niño se le infectan las
picaduras o tiene alergia serán
necesarias cremas más específicas
a base de corticoides y antibióticos
que deberá indicar el
pediatra. Hay que tenerlas
siempre a mano. Por ejemplo,
estas cremas serán útiles si el
niño es víctima de las picaduras
de las medusas.

P.- La otitis externa suele ser
un problema frecuente en los
niños y niñas. ¿Cómo se debe
actuar en estos casos?

R.- En verano es muy frecuente
el dolor de oídos en los
niños por la noche, sobre todo
después de haber estado en la
playa o en la piscina .Esto es debido
a que se humedece el conducto
auditivo porque no han
quedado restos de agua dentro.
La principal medida preventiva
es enseñarles cómo deben
mover la cabeza para que toda
el agua salga de los oídos.

P.- Sin embargo, si queda agua
dentro, puede aparecer un cuadro
de otitis…

R.- Si por la noche el niño se
despierta con dolor de oídos, lo
primero que hay que hacer en
ese momento es administrarle
un analgésico y un antiinflamatorio
oral, como el ibuprofeno
o el paracetamol, en la dosis
habitual que tome el niño
para su peso. Seguidamente, es
necesario aplicar calor local: se
puede planchar una toalla pequeña
y colocarla en el oído,
por ejemplo. Por último, si se
tienen en casa gotas óticas calmantes,
aplicárselas. Ya por
la mañana, se debe acudir al
médico, que será quien indicará
el tratamiento adecuado.

P.- Las diarreas también son
causa de preocupación en los
padres. ¿Cuáles son las pautas
de actuación aconsejables?


R.- La patología que se produce
en verano está producida
por unos virus llamados ‘entero-
respiratorios’. Estos producen
en el niño, por un lado, una
infección respiratoria (mocos,
tos, otitis o faringitis), y por
otro, una infección intestinal
(vómitos, diarreas, falta de
apetito… ) Son infecciones , en
general, banales y exentas de
gravedad, pero es muy importante
saber manejarlas en casa
durante las primeras horas. En
caso de fiebre se debe administrar
paracetamol a la dosis habitual
para el niño, según su
peso. En caso de vómitos van
mejor los supositorios. Y en
caso de diarrea, las gotas. Resulta
fundamental asegurar la
ingesta de líquidos por parte
del niño. Esto se lleva a cabo
con sueros de rehidratación
oral disponibles en las farmacias
y sin receta.

P.- ¿Cómo se administran?

R.- Al principio se le proporciona
al niño una cucharadita
o una jeringuilla con 5cc cada
diez minutos. Conviene que
el suero esté fresquito, porque
así se inhibe el reflejo del vomito.
A los 45 minutos o una
hora tolerando esta medida, se
aumenta la cantidad y se disminuye
en el tiempo. Por ejemplo,
10cc cada cinco minutos. Si
el niño no vomita se le puede
ofrecer un biberón con el suero,
y mantenerlo durante cinco
o seis horas tomando exclusivamente
esto. Una vez pasado
este periodo, si el bebe está
bien se le puede iniciar en la
dieta sin forzarle. Si por el contrario,
los vómitos no remiten
o las deposiciones que hace
son mayores en volumen de
lo que ingiere, los padres deben
acudir al pediatra o a un
centro de urgencias.

P.- Los más pequeños de la casa
también suelen sufrir catarros
en este período del año…

R.- Son frecuentes los catarros
a causa del aire acondicionado
Al tratarse de un proceso
vírico el tratamiento debe
ser sintomático, no siendo necesario
nada más salvo que
aparezca fiebre elevada, en
cuyo caso hay que consultar al
pediatra.

P.- Otra de las consecuencias
del verano son los llamados
‘granitos del calor’, que aparecen
en los bebes…

R.- Se les denomina ‘sudamina’
y se producen porque los
niños tienen los poros de la piel
obstruidos. Cada poro contiene
tres glándulas: una que tiene
un pelito, otra que tiene grasa,
y otra, sudor. Entonces, al
sudar no se expulsa este sudor
debido a la obstrucción y, a
consecuencia de ello, aparecen
estos granitos. Lo primero que
hay que hacer es refrescar al pequeño
con una ducha fresquita,
y luego aplicarle una loción
de calamina que ‘apaga’ estos
granitos. Lo fundamental es
que el niño esté fresquito y no
sude. Es un proceso benigno
que se soluciona por si solo y
que no produce ninguna molestia
al pequeño.

P.- Es decir, que si un padre observa
estos granitos, y el niño
está llorando, no es por esta
reacción al calor…


R.- Es lo primero que piensan
los padres por el aspecto del
niño, pero los bebés no tienen
ninguna sensación extraña. Lo
mas probable en estos casos es
que tenga sed, por lo que cuando
llore un bebé lo primero que
se debe hacer en estas fechas es
proporcionarle agua.

P.- ¿Los bebés necesitan tomar
agua aunque estén alimentándose
de leche materna?

R.- Los bebes alimentados
con leche materna no necesitan
un aporte extraordinario
de líquido, pero en caso de que
se muestren irritables se les
tiene que facilitar un poco de
agua. Si se exponen a situaciones
en las que van a pasar calor,
como pasear o ir a la playa,
entonces es fundamental ofrecer
agua frecuentemente. Los
pequeños manifiestan la sensación
de sed con irritabilidad.

P.- ¿Qué alimentación debe
proporcionarse a los más pequeños
durante el verano?

R.- Apartir de los seis meses en
adelante es importante que ingieran
verduras y frutas de temporada,
como el melón, la sandia
o el tomate, por su riqueza en vitaminas.
Pero me gustaría insistir
la importancia de asegurar
la ingesta de líquidos por parte
de los niños y niñas de todas las
edades. En verano sudan, pierden
líquidos, y eso produce estreñimiento,
que es otro problema
muy habitual en estas fechas.

P.- ¿Pueden tomar helados los
niños de pocos años?

R.- Por supuesto que pueden.
El verano es para todos,
pero hay que elegir productos
de calidad, a partir del año de
edad, y siempre que el pequeño
no sufra alergia o intolerancia
a alguno de sus componentes.
De todas formas, es mi criterio.
Los padres deben seguir
las indicaciones del pediatra
que atienda a su hijo.

P.- Los niños, al igual que los
adultos, cambian sus rutinas
en el período estival, circunstancia
que origina algún que
otro quebradero de cabeza a
los padres…

R.- Para los niños mayores
de tres años el verano es el
caos. Hay que reeducar el sueño,
las comidas y las actividades.
Se suelen levantar más
tarde y el desayuno deben hacerlo
bien, tomando leche, cereales
y fruta. Después de la
comida principal y en las horas
de más calor es aconsejable
que duerman la siesta o, por lo
menos, que frenen su actividad.
Conviene no alterar los
horarios del sueño. Por ejemplo,
los niños no deben estar
despiertos hasta la madrugada.
Se deben respetar los horarios
del niño según su edad,
aunque eso a veces suponga
un sacrificio para los padres.

P.- Y en cuanto a la ropa de verano,
¿qué indicaciones deben
observarse?

R.- Es muy importante no sobreabrigar
a los niños. Han de
ir vestidos igual que los adultos.
Si el adulto va con una camiseta
y un pantalón corto, el
niño no puede ir con jersey,
body y pantalón largo, porque
de esta manera suda más y se
enfría. Finalmente, me gustaría
apuntar que para el desarrollo
psicomotor de los niños es
muy importante hacerles caminar
descalzos por la arena de
la playa. De esta manera se corrigen
las alteraciones fisiológicas
de los pies de los niños, que
son muy habituales. Estoy hablando,
por ejemplo, de los pies
planos o los pies girados. Además,
con este procedimiento
mejora su nivel de equilibrio.

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