Margalida Buades: “Los programas de salud pública obedecen a una realidad que ya no es la nuestra”

Margalida Buades es la
directora general de
Salud Pública de la
Conselleria de Salut i
Consum. Esta
profesional con años de
experiencia en gestión
de seguridad y
protección de la salud
se enfrenta ahora con
un reto apasionante:
l levar a la práctica la
puesta en marcha de
una filosofía que se ha
denominado de Salud
en Todas las Políticas
(HIAP, en sus siglas en
inglés) que consiste en
l levar la protección de
la salud a ámbitos
extrasanitarios y de ese
modo multiplicar por
mil sus efectos en
generación de
bienestar.

P.- Y han comenzado por realizar
un diagnóstico de la situación
de los servicios y políticas
de salud pública. ¿Cuáles
son sus objetivos?

R.- Nuestros objetivos consisten
en llevar a cabo desde esta dirección
general un proyecto de reforma de
los servicios de salud pública, algo
que creo que no es fácil. Cuando hablamos
con los profesionales constatamos
cuánto ha cambiado la sociedad
en los últimos 15 años. La
sociedad se ha globalizado, las formas
de comunicarse entre las personas
han cambiado a causa de las
nuevas tecnologías de la información,
hemos incorporado la inmigración
y, aunque eso no sea ya un
fenómeno reciente, las mujeres trabajan
y generan unas necesidades.
Además en Baleares, donde vive ya
más de un millón de personas, tenemos
13 millones de visitantes al
año. Si pensáramos en todo el intercambio
de bienes, servicio y cultura
que ello supone un gran dinamismo
que nos diferencia de
otras comunidades autónomas.
Todo ello lleva a la necesidad de actualizar
los programas de salud pública.

P.- ¿Qué conclusiones arroja
el diagnóstico que han llevado
a cabo?

R.- Que nuestros programas de
salud pública obedecen a una realidad
que ya no es la nuestra. Sufren
además muchas inercias de
otros tiempos. Le pondré un
ejemplo. Cuando yo comencé a
trabajar en temas de seguridad
alimentaria, se hablaba principalmente
de higiene. Hoy la seguridad
alimentaria se desarrolla en
una carrera universitaria de tecnología
de los alimentos, donde el
estudio de la higiene es solo un
elemento más. Le pondré otro
ejemplo. En la Educación para la
Salud, los programas han de tener
en cuenta cómo se comunican
ahora los jóvenes, que es algo que
hacen de un modo muy distinto a
20 años atrás.

P.- La salud es además un valor
social en alza.


R.- Así es. Baleares no ha sido
ajena a las crisis de salud que se
han ido dando en los últimos
años, como puedan ser la crisis de
las vacas locas o la de la gripe
aviar y la reacción de la gente ante
esos problemas han evidenciado
que el valor de la salud es algo
que tenemos incorporado y que
la protección de la salud es una
exigencia que se hace. En las
agendas políticas se nota que los
programas la salud pública tienen
cada vez más peso.

P.- ¿Y con ese nuevo escenario,
hacia dónde vamos?

R.- Sí, ahora tras el diagnóstico,
es el momento de fijarnos el objetivo
de hacia dónde queremos ir.
La salud viene determinada por
la edad, por el sexo, por los factores
constitucionales. Hasta ahora
desde las políticas de salud se
ha insistido en mejorar los estilos
personales de vida. Ahora
queremos seguir influyendo en
sobre esos estilos de vida, pero
también desde otros aspectos que
condicionan la salud, como la
Educación, el ámbito laboral, el
tráfico, la seguridad alimentaria…
Es lo que se denomina “salud en
todas las políticas”, HIAP, siglas
en inglés.

P.- Sacar las políticas de protección
de la salud del estricto
ámbito sanitario.


R.- Es que si solo trabajamos
desde el sector sanitario nos quedamos
cojos. Queremos que los
sectores ajenos a la sanidad tomen
decisiones y desde aquí ayudarles
a que las tomen. Le voy a poner
dos ejemplos, uno de fuera y
otro nuestro. El de fuera es el de
las limitaciones de velocidad que
se han impuesto en el cinturón de
Barcelona. El departamento de
Salud Pública hizo un estudio del
impacto de esas limitaciones y demostró
que disminuirían los accidentes
y que habría menos accidentes.
Ese estudio ayudó al departamento
de Carreteras a tomar
la decisión. Carreteras desarrolló
con ello una política de salud.

P.- ¿Y el ejemplo nuestro?

R.- Es un programa al que le
tenemos especial aprecio. Queremos
ayudar al sector de la restauración,
hoteles, restaurantes
y servicios de catering, a que
cuando elaboren sus menús, a
parte de reducir los riesgos de salud,
como ya hacen, introduzcan
factores de nutrición. Les vamos
a proporcionar herramientas, entre
otras una aplicación informática,
para que los menús informen
a los consumidores de sus grasas,
sal, etcétera. De ese modo los consumidores
sabrán lo que comen y
a la vez quienes elaboran los menús
trabajarán para reducir esos
elementos de riesgo.

P.- Muy interesante. ¿Cómo
será pues el nuevo modelo de
políticas de la salud?

R.- Pues un modelo que como
ya avanzaba antes permita trabajar
sobre los determinantes de
la salud. Sobre las causas de las
causas de los problemas de salud.
Una persona percibe que es obesa
y ve que la causa es que come habitualmente
fuera de casa determinado
tipo de menú, porque el
barrio en el que vive carece de un
adecuado acceso a los servicios
deportivos, etcétera. Queremos
hacer una acción proactiva. trabajar
sobre las causas.

P.- ¿Y cómo van a trabajar esa
nueva filosofía?

R.- Pues desde dos ámbitos. El
primero, institucional, de cara a la
sociedad. Que los agentes sociales,
los profesionales y las instituciones
vayan incluyendo el
nuevo chip. Tenemos además la
experiencia de que las políticas de
salud pública se aceptan más si se
han explicado bien. Yen segundo
lugar, queremos influir en los sectores
más allá del ámbito de la sanidad.
Necesitamos profesionales
bien preparados, elevar el prestigio
social de estos programas.

P.- ¿La gente sabe realmente lo
que significa la promoción de
la salud pública?

R.- Recientemente realizamos
jornadas en distintos puntos con
profesionales, sobre epidemiología,
drogas, etcétera. Fuimos por
las islas, nos reunimos con corporaciones
locales como municipios
y consells, empresarios, agentes
sociales, universitarios. Les preguntamos
que creían entender
que era la salud pública. Muchos
nos dijeron que la asistencia a la
salud pagada con fondos públicos.
La sociedad no nos conoce.

P.- Pese a lo determinante que
pueden ser estas políticas cuando
están bien desarrolladas.

R.- Las políticas de salud pública
son capaces de aportar mucho
bienestar. Para eso es para lo que
queremos trabajar. Para ello contaremos
con dos socios estratégicos.
La red de Atención Primaria,
con los médicos que atienden
a las familias y conocen sus problemas.
Ylos ayuntamientos, que
pueden tomar muchas decisiones
eficaces. Y queremos trabajar con
los empresarios, sindicatos,
ONGs, que se incremente la participación.
Elevar el prestigio social
de la salud pública. Salvaremos
la pequeñez física de las islas
trabajando en red con otros lugares,
aprovechando las TIC. Incorporaremos
nuevos profesionales
como nutricionistas, sociólogos,
trabajadores sociales…

P.- ¿Cuál será la principal innovación
de la nueva filosofía?

R.- Pues que antes en salud pública
había silos, compartimentos
estancos. Apartir de ahora se trabajará
de un modo transversal.
Somos grandes instrumentistas,
pero si no tocamos integrados en
una orquesta la música no acaba
de sonar bien.

P.- Y con ello se desarrollarán
nuevos programas.

R.- Sí, porque como le decía al
principio tenemos una nueva sociedad.
Por ejemplo, en los programas
de protección alimentaria
pasaremos de fijarnos en el alimento
a hacerlo más en los riesgos;
en los programas de calidad
de aguas de baño pasaremos de
fijarnos solo en el agua a conocer
el perfil de la playa y los riesgos
de que se produzcan contaminaciones
y otros problemas que reduzcan
su calidad.

P.- Tal vez un paradigma de
los problemas de salud pública
en Baleares sean los embarazos
no deseados.

R.-Es un problema que refleja
bien lo que estamos diciendo. Un
problema que necesita de una
adaptación a la nueva realidad social.
Tenemos un bloque social al
que dirigirnos al que tal vez no estemos
accediendo bien porque
sus integrantes tienen otros valores.
Es el de los inmigrantes. Y
otro bloque como es de las personas
jóvenes que tienen un problema
de valores.

P.- ¿A qué se refiere?

R.- Aque en los últimos tiempos
el trato afectivo sexual ha
cambiado mucho. El número de
relaciones sexuales con diferentes
personas que alguien de mediana
edad tendrá al final de su vida, tal
vez muchos jóvenes ya lo han superado
en sus primeros años. Yes
por eso que esas personas han de
trabajar sus habilidades sociales.
Saber decir sí, saber decir no.
Todo eso se adquiere en el colegio,
en el entorno familiar. Yson habilidades
que sirven para evitar embarazos
no deseados en personas
jóvenes o, cuando tengas 40
años, para adaptarte a otros problemas
de la vida, porque el proceso
es el mismo. La “Salud en todas
las políticas” ofrece ese desarrollo
de habilidades y
conocimientos para la promoción
de la salud.

P.- Aunque sea arriesgarse un
poco, díganos cuándo se pondrán
en marcha los primeros
programas.

R.- Antes de 2010. Y no nos va a
costar mucho más dinero, aunque
no nos engañemos, cualquier proyecto
pide más al principio. Pero
hay que tener en cuenta que los
programas de salud pública tienen
al final una rentabilidad enorme,
mucho mayor, según se ha
demostrado con estudios, que la
asistencia sanitaria hospitalaria.
Mucha gente ignora lo que es una
prestación en este ámbito. Ynosotros
hemos de trabajar precisamente
para que pidan que se incorporen
estas prestaciones a la
cartera de atención sanitaria, que
la gente exija programas de promoción
de la salud, educación sanitaria,
sobre la contaminación atmosférica,
etcétera.

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